Por Jason Beck
DETROIT — El cubano José Iglesias se ha visto envuelto en el pasado en rumores de cambio. Después de todo, llegó a los Tigres hace cinco años en una transacción a mediados de temporada, cambiado por los Medias Rojas cuando Detroit buscaba un sustituto para el dominicano Jhonny Peralta.
Se ha especulado con respecto a la posibilidad de que Iglesias sea cambiado durante el pasado año y medio, ya con los Tigres pensando más en la reconstrucción. Sin embargo, lo más probable es que pase el mes de julio con Iglesias todavía siendo jugador de los Tigres, y no precisamente por falta de producción del torpedero, quien sin hacer mucho ruido ha venido jugando su mejor béisbol el último mes.
«Yo siento que estoy entrando en el mejor momento de mi carrera, física y mentalmente», dijo Iglesias la mañana del domingo, horas después de haber empujado cuatro carreras durante la victoria 5-0 sobre los Medias Rojas el sábado. «Y pienso que eso ayuda mucho».
En términos de edad y salud, Iglesias tiene un buen punto. Aunque han pasado siete años desde su debut en las Grandes Ligas, sigue teniendo apenas 28 años. Y tras lidiar con algunas lesiones que lo afectaron en sus primeras temporadas en Detroit, ha disputado 95 de los 101 duelos de los Tigres este año.
«Hay algo de suerte en eso», dijo Iglesias. «Si te van un bolazo en la mano o en la cabeza, no hay nada que puedas hacer. Pero en general, tocando madera, diría que ha sido una temporada muy saludable».
Más importante todavía es que es un jugador más maduro, algo de lo que careció en temporadas anteriores. Tiene una mejor idea de qué tipo de bateador es, y ha respondido bien al estilo agresivo del manager Ron Gardenhire en las bases. Se ha estafado 12 sacos esta campaña, un tope personal, y lleva ritmo para implantar topes propios en dobles (23 hasta ahora) y triples (tres).
Aunque Iglesias no es un bateador de mucho poder, su cantidad de extrabases es reflejo de su velocidad promedio de 84.4 mph, de acuerdo con Statcast™, la mejor de su carrera. Además, está dando más elevados, menos rodados y más líneas.
Que esa producción se traduzca en interés por sus servicios en el mercado de cambios es otro asunto. El año pasado, los Nacionales prefirieron quedarse con Stephen Drew en las paradas cortas cuando se lesionó Trea Turner, lo que habla mucho de la falta de interés en Iglesias. De la misma manera, los Padres buscaron en un cambio el invierno pasado al venezolano Freddy Galvis después de conversar brevemente con los Tigres respecto a Iglesias.
«A mí me cambiaron en el 2013», dijo Iglesias. «Estaría mintiendo si digo que no pienso en eso. Uno se emociona pensando en qué puede pasar, si te quedas o te vas. Pero nadie sabe. Está fuera de mis manos. Yo vengo aquí todos los días a disfrutar con los muchachos y eso es lo que he seguido haciendo».
Con Iglesias camino a la agencia libre cuando termine la temporada, tendrá un mercado realmente abierto en el invierno.
«Veremos qué pasa», indicó Iglesias. «Es una situación complicada. Tengo cinco años aquí y me siento bien en este equipo. Pero uno tiene que ajustarse».