POR JORGE EBRO
Durante algún tiempo se le llamó el “misterioso tercer hombre” en la carrera por comprar los Marlins, pero Jorge Mas quisiera ser el primero en llegar a la meta, tras ser identificado como potencial aspirante a llevar las riendas de la franquicia de Grandes Ligas.
Según varias fuentes y reportes, el presidente de la junta directiva y cofundador de MasTec, una de las firmas más importantes en la economía floridana y con ramificaciones por todo el país, habría manifestado su interés en competir con los grupos liderados por Derek Jeter y Tagg Romney.
Mas también es presidente de la junta directiva de la Fundación Nacional Cubano Americana, una organización gestada por su padre, Jorge Mas Canosa, en 1981 con el objetivo de promover la democracia y la libertad en Cuba.
De acuerdo con un reporte de The Miami Herald, Mas estaría en condiciones de invertir $200 millones, muy por encima de los supuestamente $25 millones de Jeter, además de levantar el resto del capital pedido por las Grandes Ligas.
Hace unos días, el Comisionado de las
Mayores, Rob Manfred, había declarado en una entrevista radial que esperaba tener más claridad y saber el nombre del nuevo propietario de la franquicia alrededor del 31 de julio, pero no parece que se pueda cumplir con esa meta temporal.
De acuerdo con un informe de The Associated Press, Jeter se habría reunido este jueves en Nueva York con ejecutivos de Grandes Ligas y de la alta oficina de los peces para ponerlos al día sobre sus acciones para buscar el dinero necesario para comprar y comenzar a operar la franquicia de Miami.
Si en principio Jeter había formado una dupla con Jeb Bush para comprar los Marlins, desde el 30 de mayo se mantiene en solitario en los esfuerzos de compra tras la retirada del ex gobernador de la Florida.
La retirada de Bush trajo un replanteamiento de la venta, pues en principio el grupo comandado junto a Jeter parecía tener cierta ventaja sobre el capitaneado por Romney y los ex lanzadores de las Mayores Dave Stewart y Tom Glavine.
Ambos campamentos le habrían asegurado a la Oficina del Comisionado de las Grandes Ligas que contaban con los fondos de capital suficientes para hacer frente a los pedidos del propietario de los peces, Jeffrey Loria.
Supuestamente, los dos grupos estarían necesitados de sumar un capital líquido de entre $800 y $850 millones para comprar a los Marlins, además de contar con unos $200 millones más para gastos de operaciones.
El resto del precio sería pagado en plazos y bajo la supervisión constante de las Grandes Ligas, muy celosas siempre de la transparencia y la viabilidad financiera de todas sus organizaciones.
De confirmarse la venta, Loria se encaminaría hacia un ocaso muy lucrativo, tras haber comprado el club por $158 millones en el 2002. A pesar del título en la Serie Mundial del 2003, su mandato ha estado lleno de controversias y reconstrucciones