POR JORGE EBRO
La demostración no pudo ser mejor para Lionard Kindelán y Roy Echemendía. Los prospectos cubanos tuvieron un sólido despliegue de habilidades delante de los scouts de Grandes Ligas que acudieron a verlos en el terreno de la Universidad de Miami.
Kindelán, Echemendía y el también prospecto Brandon Bicens apelaron a sus fortalezas como peloteros para tratar de impresionar a los evaluadores que ahora recomendarán cuánto valen esos talentos a sus respectivos clubes de las Mayores.
El hijo de Orestes Kindelán, quien se encontraba presente en el estadio de la UM, sacó alrededor de 15 pelotas y dejó muy buena impresión por su poder, además de mostrar un buen físico, con habilidades en la custodia de la inicial.
Echemendía, por su parte, reafirmó sus herramientas al correr las 60 yardas en 6.5 segundos y realizar una práctica de bateo llena de conexiones sólidas hacia varios lados del terreno.
“Los dos lucieron muy bien en todos los aspectos’’, comentó un scout de la Liga Nacional. “Kindelán muy bien con su fuerza, impresionante, y Echemendía con su velocidad y tacto. Tienen futuro’’.
De esta manera, Kindelán y Echemendía se estarían uniendo a una nueva ola de peloteros antillanos –más de 20 en lo que va de período de agentes libres foráneos- que se han sumado a las filas profesionales, todos por debajo de los 23 años.
Ambos caerían dentro del estatus de agentes libres con restricciones por su corta edad y su poca o nula experiencia en Series Nacionales, lo que limita su capacidad para acceder a bonos impresionantes como solía suceder en épocas pasadas.
Tras firmar con los hermanos Mesa con los Marlins con bonos de $5.25 millones y $1 millón, el mayor y el menor respectivamente; y Sandy Gastón por $2.6 millones con Tampa Bay, los Orioles aparecen como el conjunto con más cantidad –más de $6 millones- para adquirir prospectos cubanos.
Hijo de líder histórico de cuadrangulares en Series Nacionales con 487, Lionard impresiona por su físico de seis pies, 230 libras de peso y un poder que recuerda al de su padre, quien fuera el cuarto bate de aquellos temibles equipos de Santiago de Cuba y del país.
Con 21 años y tres Series Nacionales, Lionard es visto como un prospecto por encima del promedio al finalizar primero en jonrones (11) y remolcadas (45) en el torneo Sub-23 del 2017.
Por su parte, Echemendía, de 22 años, era una de las grandes promesas de la pelota cubana en Ciego de Ávila, equipo con el cual jugó dos temporadas con una línea ofensiva de .278/.350/.343.
Desde que llegara a Estados Unidos, el progreso de Echemendía –junto con Lionard entrena bajo la guía del profesor de bateo Ricardo Sosa en Hialeah- ha sido considerable.