Por Abraham Nudelstejer
Los conflictos internos que ha traído al equipo que ahora dirigirá Dave Roberts, aunado a su baja productividad reciente, son dos aristas de la ecuación que no dejan encontrar a la directiva de los Dodgers el camino a seguir con Puig.
“En estos momentos, no puedo asegurar cuál será el futuro de Yasiel en el equipo”, dijo el presidente de operaciones de los Dodgers, Andrew Friedman.
El directivo tuvo que salir en estos días a negar reportes de que su pitcher estelar, Clayton Kershaw, le pidió tramitar el traspaso de Puig, pero el martes evitó a toda costa lanzar un mensaje de apoyo al cubano.
“Yasiel tiene mucho talento, pero está claro que no ha manejado de la mejor manera algunas situaciones y eso, en parte, también ha sido nuestra culpa”, dijo Friedman, para después explicarse.
“No hemos encontrado la fórmula para hacer que los jugadores cubanos que llegan a Dodgers o a otros equipos de las Grandes Ligas encuentren la a manera de asimilarse a nuestra cultura”, dijo. “No les hemos enseñado lo que deben de hacer para ser unos buenos compañeros de equipo. Es una experiencia muy diferente jugar béisbol en Cuba que en Estados Unidos. Como industria debemos hacer un mucho mejor trabajo en ese aspecto, pero eso tampoco debe de servir como excusa para ningún pelotero”.
Friedman no descartó la posibilidad de realizar un cambio con Puig.
“Tengo la responsabilidad de tener la mente abierta y tengo la responsabilidad poner el mejor equipo que pueda en el campo de juego y si eso conlleva hacer movimientos para traer al equipo mejor talento y sostener el camino del éxito, eso es lo que haré”, advirtió.