Autor: Aliet Arzola Lima
La dirección del béisbol en Cuba dio a conocer el sábado la selección nacional de 28 peloteros que nos representará en la Liga Independiente Can-Am, a partir del venidero 9 de junio, cuando debutarán frente a los Capitales de Quebec, escuadra más laureada del circuito que se desarrolla en Canadá y Estados Unidos.
Contrario a otras oportunidades, esta vez la composición del cuadro no ha despertado demasiada polémica, salvo por casos aislados que analizamos a continuación en un bojeo por cada uno de los sectores del campo.
Receptores. Yosvani Alarcón, Osvaldo Vázquez y Olber Peña. Nadie dudaba de la convocatoria de dos figuras establecidas como Alarcón y Vázquez, pues si bien han tenido experiencias en la arena internacional, les restan muchas horas de aprendizaje con los arreos. Su presencia ofrece poder ofensivo, y la posibilidad de contar con un inicialista adicional en el tunero.
Peña (28 años) es un máscara discreto con el madero, cuyo mérito es llevar por la senda triunfal al pitcheo pinareño, que incluye seis exponentes en este plantel. Sin embargo, hubiera preferido probar el arsenal de Ariel Martínez (19 años), quien reúne las condiciones para ser un “monstruo” de la posición. Por su juventud tendrá más oportunidades —dirán—, pero, ya ha derrumbado la puerta asumiendo la responsabilidad de conducir a Matanzas cuando se quedó sin receptor en medio de la campaña.
Jugadores de cuadro. Guillermo Avilés, Yasiel Santoya, Juan Carlos Torriente, Raúl González, Yunior Paumier, Jefferson Delgado y Yorbis Borroto. De acuerdo con la materia prima existente en la preselección, Machado se lleva lo mejor, y cubre bien cada sector del infield. Importante de este grupo darle el mayor tiempo de juego a Avilés, necesitado de estar en el campo, ya sea frente a lanzadores zurdos o derechos.
Muy positiva la inclusión de Jefferson, quien debe aprovechar la oportunidad y crecer, explotando al máximo su gran potencia física.
Como detalle, solo Borroto es torpedero natural, aunque Raúl, Torriente y Paumier pueden ocupar la posición. Según explicó el mentor antillano, el joven Yolbert Sánchez mostró credenciales y tiene un futuro prometedor, pero no encajaba en este conjunto, donde se precisaba de hombres más versátiles.
Jardineros. Lázaro Ramírez, Luis Robert Moirán, Julio Pablo Martínez y Yoelvis Fiss. Literalmente fuera de base nos tomó a todos la presencia de Fiss, porque ni siquiera fue incluido en la preselección. Problemas personales del agramontino Dairon Blanco dejaron una plaza vacante en el grupo de 43, pero el llamado del avileño nunca se informó a la prensa, mal que persigue una y otra vez a la dirección beisbolera nacional.
Por lo demás, Ramírez, Robert y Julio Pablo conforman un trío de poca experiencia pero de excepcionales condiciones, veloz y pimentoso, que ofrecerá muchas variantes tácticas al alto mando caribeño, cuya filosofía se basará en el juego rápido.
Lanzadores. Freddy Asiel Álvarez, Yosvani Torres, Ulfrido García, Vladimir García, Vladimir Baños, Erlis Casanova, Dachel Duquesne, Yoanni Yera, Lázaro Blanco, Yaifredo Domínguez, Frank Luis Medina, José Ángel García, Liván Moinelo y Miguel Lahera. Los cinco primeros de la lista cargarán con el mayor peso de la rotación, apoyados por Duquesne y Casanova, quienes asumirán labores compartidas entre abridores y relevistas intermedios.
No debe crear mucha discordia el staff, sobre todo porque no había mucho más disponible. Solo resalta la ausencia de Jonder Martínez, y los directivos dejaron claro que el artemiseño se presentó con muy poco en la bola, alejado de su habitual forma deportiva.
Machado había explicado que este grupo tendrá una división estricta entre abridores, intermedios y cerradores, pero para poner en práctica dicha idea dispondrá de 11 hombres que trabajan casi siempre en rol de abridor. Está por ver, entonces, cómo responden Duquesne, Casanova, Blanco, Yera y Domínguez en su nueva faena de apagafuegos, y Lahera en su regreso al papel de cerrojo.