Los avileños llegarán a la capital con la mitad del camino hecho y el optimismo a flor de piel, tras la lechada propinada este lunes a los Leones de Javier Méndez, que prometen no rendirse
Raiko Martín
CIEGO DE ÁVILA.— En esta ciudad, donde se espera un cruento enfrentamiento de fieras, los Tigres locales terminaron deshaciendo los pronósticos. Por segundo día consecutivo, los Leones de Industriales quedaron indefensos ante la novena anfitriona que exhibió sobre el diamante del José Ramón Cepero su mejor versión, y con la lechada se colocaron más cerca de defender la corona ganada en la pasada campaña.
Fue un bonito duelo hasta el quinto episodio, cuando los dirigidos por Roger Machado demostraron que poseen varias tesituras. Si en el primer cruce la pelea fue a cañonazos, este lunes sacaron mejor provecho a la guerra de guerrillas, porque Noelvis Entenza y el local Dachel Duquesne tensaron el pulso y no dieron muchas libertades.
Entonces, el estratega local tomó los riesgos y la fortuna le ofreció su mejor cara. Primero, cuando cambió el sacrificio por el bateo y corrido con Raúl González en el cajón de bateo. Lo mismo hizo después, pero con Ariel Borrero en turno, y la conexión del «Remolcador», un bounce alto por el cuadro, también facturó carrera.
Todavía quedaba partido cuando en el puente de mando, Javier Méndez y sus colaboradores tuvieron que lidiar con el peligro y trazar un plan para salir del atolladero. Optaron por llenar las bases con un boleto intencional a Guillermo Avilés —todavía no había conectado su primer hit en la postemporada y así buscar el último out del inning por cualquier base—. Visto el trance con frialdad, me parecía más coherente quitar la responsabilidad a Entenza y ver al refuerzo granmense batear frente a un zurdo, digamos que contra Norberto González, y no porque Yeniet Pérez haya limpiado las bases con un doble a la pradera izquierda.
«Decidimos que le lanzara Entenza porque lo vimos que estaba bien y aumentaban nuestras posibilidades de sacar out. No tenemos dudas de que Avilés es un gran bateador, aunque en estos juegos no ha podido conectar. Pero el rompimiento le quedó muy alto y Yeniet es bateador del primer lanzamiento. Lo aprovechó», fueron las consideraciones del director habanero después del partido.
El batazo, más que descompensar la pizarra, acabó con las emociones del partido. El zurdo Yulieski González ocupó la lomita azul, y los dueños de casa siguieron carburando con el madero en ristre para otra vez llegar a la docena de fogonazos. Yanier Valdés e Ian Rendón lograron contener un poco la euforia, pero ya los daños eran irreversibles.
En definitiva, Duquesne completó sin mayores contratiempos los siete capítulos, y en el momento de dejar su puesto al diestro Yander Guevara —cerró Yenier Cano—, en el pizarrón apenas aparecían los indiscutibles de Wilfredo Aroche y Rudy Reyes, en la segunda y cuarta entradas, respectivamente. La temida tanda zurda de Industriales, que el primer día hizo los deberes, quedó en deuda ante el derecho, al que se le vio en una de sus actuaciones más notables del año. «Me cuidé especialmente de ellos porque en este estadio las conexiones por el jardín derecho caminan bastante. La estrategia fue lanzarles siempre en la zona de afuera y con rompientes, para que no pudieran batear con facilidad», comentó el pitcher ganador ante los medios.
Una visión similar tuvo el experimentado Carlos Tabares, quien también compartió sus impresiones con la prensa. «Duquesne se presentó en una excelente forma. Este año no hemos podido “enredarlo”, y aunque esta vez utilizó más lanzamientos rectos, su gran arma fue el control sobre las esquinas. Por eso fue muy complicado conectarle», explicó el jardinero habanero, para quien todavía a esta semifinal le queda mucho por andar. «Hemos perdido dos juegos, pero avanza el que llegue a cuatro victorias. Un triunfo en el Latino nos empujaría y esperamos que la afición vaya a apoyarnos, como lo han hecho los avileños ahora», añadió.
Lo cierto es que los Tigres llegarán a la capital con la mitad de la ruta cubierta, aunque Machado intenta por todos los medios pecar de optimista. «Estamos buscando la victoria día a día, y solo esperamos que el equipo siga respondiendo. La próxima apertura la hará Lázaro Blanco», anunció.
Mientras, Javier se mostró confiado en que no habrá barrida y que regresará con los suyos a esta tierra. «El abridor para el próximo partido, muy importante para nosotros, será el zurdo Norberto González», señaló.
Rompiendo el equilibrio
Esta noche, en predios vueltabajeros, se terminará momentáneamente el equilibrio en que llegaron los equipos de Matanzas y Pinar del Río al tercer partido de su serie semifinal. En el pantano de los Cocodrilos, los Vegueros debutaron con contundencia, pero no pudieron evitar la buena reacción de los locales.
Cualquiera que sea la elección de ambos directores, las probabilidades apuntan a otro buen duelo de pitcheo. Por la visita debe ser el zurdo Yoanni Yera el encargado de asumir la apertura, y desde la otra trinchera eran Yaifredo Domínguez y Erlis Casanova las opciones más viables.