Por Jorge Ebro
Esta vez la caballería no vino al rescate. La narrativa del éxito se desplomó. El capital deportivo que dejó la victoria del lunes, luego de estar seis carreras abajo, fue borrado un día después por el brazo zurdo de alguien que huele más a Miami que algunos peloteros de los Marlins: Gío González.
Marcell Ozuna pegó su 19no cuadrangular de la temporada, pero sus «compañeros de crimen» Giancarlo Stanton y Justin Bour no pudieron hacer mucho más para impedir la derrota de los peces 12-3 en el segundo choque de la serie contra los Nacionales.
Producto típico de Hialeah, González ya había vencido a los Marlins a principios de la temporada al pintarlos de blanco durante seis entradas, de modo que ahora la marca contra el equipo de su condado natal es de 7-3 con efectividad de 2.05 en 13 aperturas.
No es que el cubanoamericano estuviera hermético ni mucho menos, pero al permitir tres carreras y seis hits en siete entradas, se aseguró de que la tremenda ofensiva de su club hiciera el resto.
Y qué no queda duda. Estos nacionales son un verdadero Carro de Leña. El ataque de los capitalinos puro un signo de pare en el renacimiento de Edinson Vólquez, quien tuvo una recaída de calidad, después de haberse apuntado tres victorias en fila, una de ellas por la vía del cero hit-cero carrera.
«Esta alineación te puede hacer mucho daño», apuntó el manager Don Mattingly. «Hay que lanzarles muy fino, con poco margen de error. No por gusto tienen ese record ganador y comandan la división».
Bryce Harper sacó una pelota del parque -su vuelacercas número 19 del 2017- por segunda fecha consecutiva e impulsó dos de las anotaciones de su equipo en el tercer capítulo, antes de que llegara en el quinto la gran explosión del ataque visitante.
Los batazos se sucedieron una tras otros frente a un débil Vólzquez, incluido un doble de dos carreras de Ryan Zimmerman, quien posee el segundo mejor promedio de bateo de la Liga Nacional con .346.
El dominicano no pudo salir con vida de ese episodio, pero al relevo tampoco le iría bien en los casos de Nit Wittgren al permitir cuadrangular en el octavo de Daniel Murphy, perseguidor implacable de Zimmerman entre los mejores con el madero al promediar .342
Nada, sin embargo, como la debacle del noveno, cuando un error de J.T. Riddle y una pésima actuación de Brad Ziegler -¿cuándo no?- se combinaron para abrir la puerta a cinco anotaciones de Washington.
«Quisiera decir que Ziegler ha tenido mucha mala suerte, pero también le han conectado duro», agregó Mattingly sobre el abrumado relevista. «El está trabajando duro para resolver sus problemas. Necesitamos de él».