POR MARINO MARTÍNEZ
Al cubano Yasiel Puig se le puede llamar en estos momentos un pelotero fraude en Grandes Ligas. Así es, y lo expreso.
Cuando Puig debutó con los Dodgers de Los Ángeles en la temporada del 2013, el cienfueguero resultó una sensación. Bateó .319 de promedio, tuvo un embasamiento de .391, un slugging de .534, pegó 19 jonrones, impulsó 42 carreras y robó 11 bases en 104 partidos. Sus números lo hizo merecedor de discutir el premio de Novato del Año, distinción que ganó el lanzador de los Miami Marlins, José Fernández.
La fama de Puig creció a nivel nacional. Parecía que estabamos en presencia de un legítima luminaria.
Desde entonces, sus estadísticas han ido decreciendo paulatinamente hasta llegar al momento actual donde su ofensiva es casi nula.
¿Qué le ha sucedido al pelotero cubano? ¿Ha perdido interés por el béisbol?. ¿Se le subió el humo para su cabeza luego de los millones de dólares y la fama? ¿Fue una buena racha como la de muchos jugadores que se inician en grande y luego pasan al grupo del montón.?
No podemos negar que Puig reúne un gran talento natural. Ahí está su brazo que parece un cañón. Es un gran fildeador en el bosque derecho. Corre bien las bases. Posee fuerza al bate.
Sí, posee talento. Pero se poncha mucho debido a los problemas técnicos que tiene en la caja de bateo. Puig es casi un out vestido de pelotero cuando le tiran los envíos a la esquina de afuera y en la zona baja. Y si son lanzamientos rompientes, casi no puede ni tocar la bola con su bate.
Vivimos en una sociedad dinámica donde las personas no pueden detenerse en su desarrollo. Quien lo haga, se estanca. Y mientras que a Yasiel lo estudiaron para ver sus debilidades, al parecer el antillano no pulió sus defectos.
Para darse cuenta del retroceso de Puig vamos a mencionar sus estadísticas en cinco renglones ofensivos: promedio, embasamiento, jonrones, slugging y bases robadas.
En el 2013, Yasiel bateó .310, con .391 de embasamiento, 19 jonrones, slugging de .534 y 11 bases robadas en 104 juegos. En el 2014, descendió a .296 de average, con .382 de embasamiento, 16 cuadrangulares, .480 de slugging y 11 estafas. En el 2015 terminó con promedio de .255, .322 de embasamiento, .436 de slugging y sólo tres robadas.
En la presente temporada lo hace para average de .234, su embasamiento es un pobre .276, cuatro jonrones, con un slugging de .380 y tres estafas. Se poncha una vez cada 4.5 veces al bate.
¿Qué podemos decir cuando analizamos los números de Puig? Sencillamente… ¡Un verdadero desastre ofensivo!
¿Qué deben hacer los Dodgers de Los Ángeles con Yasiel Puig?. A no ser que despierte ofensivamente en los próximos juegos. Para bien del equipo, y también en busca de una reacción del cubano, los Dodgers deben enviarlo a Ligas Menores para que trabajen con él con su swing en envíos bajos y en cualquier otro problema que lo esté afectando. Incluyendo su mente.
La verdad es una: Para ser un pelotero estelar de Grandes Ligas no sólo se requiere tener un potente brazo y ser un excelente fildeador. Se necesita batear. De lo contrario, no se pasa de la mediocridad.
Si Yasiel Puig no mejora, en cualquier momento pudiera decirle adiós a las Grandes Ligas. Sobran los jóvenes con talento que esperan la oportunidad.