Por Norland Rosendo
Aún sin Lázaro Blanco y Alfredo Despaigne, casi nadie dejaba fuera a los Alazanes de Granma en sus pronósticos precompetencia, aunque tuvieran que buscarse un puesto en la serie de comodines como les sucedió en la temporada anterior. Pero a esas ausencias se suman ahora otras que han puesto más serio de lo que en realidad es a Carlos Martí Santos.
Del que iba a ser uno de los mejores tríos de jardineros de todo el campeonato, no hay por ahora ningún representante en el terreno, pues Raico Santos optó por irse del equipo antes de empezar la serie, y su primo Roel Santos y Yoelkis Céspedes están lesionados.
En declaraciones exclusivas a Juventud Rebelde, el mentor de los Alazanes explicó que Roel tiene un esguince, y Céspedes un hematoma en el muslo derecho, por lo que tampoco saldrán a la grama en esta subserie frente a Sancti Spíritus.
Martí Santos podía jactarse de su alineación bastante compacta, con hombres de alto promedio de embasado y veloces entre las bases, y una tanda central de gran poder, pero el destino le ha jugado una mala pasada y los sustitutos distan de poseer la fiereza ofensiva con la que los Alazanes pretenden suplir las serias carencias del pitcheo.
A expensas de ese trote cojo de los bicampeones en estos inicios del torneo, los Cachorros de Holguín salieron del sótano con una barrida que no estaba en los cálculos de nadie con cordura.
En los últimos seis juegos al pitcheo de Granma le anotaron 62 carreras, más o menos diez por cada nueve innings. De sus 13 partidos celebrados hasta ahora, en cinco los rivales les han pisado más de diez veces la goma. El diferencial de carreras no puede ser peor: 44, casi marcan una por dos los contrarios (56-100).
Con solo cinco éxitos, todavía no hay por qué alarmarse matemáticamente en un certamen en el que ningún elenco debe sacar una ventaja abismal al resto. Pero si Roel y Céspedes persisten fuera del line up u otro titular tiene que ir al banco por la razón que sea, entonces sí no quisiera estar en el pellejo del más experimentado de los directores que hay en la Serie Nacional, aunque en peñas deportivas granmenses ya sacan algunas tiritas de su curtida piel en los diamantes, según me cuentan amigos de aquel terruño.
Del pitcheo se sabía de antemano que iba a sufrir mucho, pero los números resultan peores que lo imaginado. El propio director se muestra muy preocupado. «Les están dando con todo, el principal trío de abridores, integrado por César García, Leandro Martínez y Yanier González, acumulan dos victorias y seis derrotas».
El staff de los bicampeones es al que más le batean (.331), también resulta el que más corredores embasa por inning (1.79) y el de más baja efectividad (6.09), y para colmo dan más bases por bolas que ponches por juego.
Granma es el equipo al que más carreras le anotan por partido (7.68) y ni abridores ni bullpen dan muestras de poder contener a los adversarios.
Sin embargo, Martí Santos confía en sus muchachos. «Ahora nos toca jugar aquí (en Granma) y trataremos de mejorar los resultados. Todo depende, en gran medida, de los pitchers».