Por Jesse Sánchez
LOS ANGELES — Para el cubano Yuli Gurriel, la mera posibilidad de jugar en las Grandes Ligas casi había desaparecido, pero resurgió una noche cuando jugaba en Japón en el 2014.
No dormía. No podía concentrarse. Lo preocupaba bastante.
La idea de que, dada la oportunidad, en un momento podía entrar en un terreno de la Gran Carpa lo siguió hasta Cuba y al final a la República Dominicana, donde tomó la decisión de iniciar su carrera como pelotero en los Estados Unidos y cambió su vida para siempre.
El inicialista de los Astros es un gran motivo por el cual en estos momentos están disputando la Serie Mundial. Pero su camino al Clásico de Otoño comenzó con una simple pregunta, una que no podía descartar para nada.
“Me preguntaba ¿por qué no?” dijo Gurriel. “¿Por qué no jugar en el mejor béisbol del mundo? No quería terminar mi carrera sin saber si podía jugar y tener éxito en las Grandes Ligas”.
En febrero del 2016, durante la Serie del Caribe que se realizaba en Santo Domingo, Gurriel y su hermano menor Lourdes Jr., desertaron una madrugada.
Yuli firmó un contrato de cinco años y US$47.5 millones con los Astros cinco meses después. Lourdes Jr., quien es apodado “Yunito”, firmó un contrato de siete años y US$22 millones con los Azulejos en aquel octubre, poco después de cumplir los 23 años de edad.
“No se trataba del dinero”, expresó Yuli. “Si fuera por eso, lo hubiese hecho la primera vez que salí de Cuba cuando viajé con la selección a los 17 años. Como dije antes, tengo una familia en el béisbol. Mi padre era una estrella en Cuba y estaba contento. El jugar en las Grandes Ligas era algo que prácticamente no podía imaginarme.
“Pero fue pasando el tiempo y las cosas comenzaron a cambiar en los Estados Unidos. Comencé a pensar otra vez en jugar allá — donde cada jugador quiere ir”.
La partida de los hermanos Gurriel causó un impacto en la institución del béisbol en Cuba. Ellos eran vistos como realeza de la pelota.
Yuli fue parte del equipo olímpico en el 2004 y representó a la isla en cada uno de los Clásicos Mundiales de Béisbol.”Sé la clase de pelotero que es mi hermano y ahora el resto del mundo se está dando cuenta”, declaró Lourdes Gurriel Jr., quien desertó de Cuba como el prospecto más cotizado en la isla.
“Muchos están sorprendidos con su desempeño en la temporada regular y la postemporada, pero sabía que podía hacer todo eso. El año pasado fue una buena experiencia para él. Vio lo que podía hacer y yo sabía en el 2017 le iría mucho mejor. Está demostrando la clase de jugador que fue en Cuba”.
Los Astros, como los demás clubes en la Gran Carpa, siguieron de cerca la carrera de Gurriel por más de una década, pero nunca pensaron que saldría de la isla. Yuli había dejado en claro su deseo por jugar en las Grandes Ligas, pero estaba firme en una cosa: Quería salir de la isla legalmente. Cuando la oportunidad nunca surgió, los hermanos salieron por cuenta propia.
Un reservado Gurriel elogia con entusiasmo lo hecho por sus compatriotas José Abreu, Aroldis Chapman, Yasiel Puig y otros que desertaron antes que él en busca de fama y fortuna en los Estados Unidos, pero dice que aquellas no eran sus metas.
“Estaba cómodo en Cuba”, dijo Gurriel. “Las cosas suceden por algo y Dios me quería aquí en este momento”.
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