Por Marino Martínez
Yulieski Gurriel ha pasado por todas las pruebas en su carrera beisbolera. En Cuba, en Japón, en eventos internacionales y por muy breve tiempo en Ligas Menores. En todas tuvo éxito. Le falta una: las Grandes Ligas.
Planteamos que Gurriel era un pelotero de talento que en caso de no estar lesionado pudiera producir al menos durante dos o tres temporadas en esta pelota.
Y lanzamos dos preguntas…. ¿Podrá Gurriel comenzando a los 32 años de edad tener un buen rendimiento en el mejor campeonato del mundo?. ¿Podrá ajustarse al fuerte pitcheo de lanzadores con velocidades entre 90 y 98 millas, con diferentes envíos de rompimientos y con maestría monticular?
Después de sus primeros 15 partidos con los Astros de Houston, la respuesta de Gurriel es positiva.
El cubano batea para promedio de .333 producto de 16 imparables en 48 turnos oficiales, tiene dos jonrones, siete carreras anotadas, siete impulsadas, ha recibido dos pasaportes, con un average de embasamiento de .353, un slugging de .521 y un OPS de 874 (embasamiento más slugging). Se ha ponchado seis veces.
El miércoles por la noche en el partido frente a los Indios de Cleveland conectó su primer jonrón en el octavo episodio con un hombre en base frente al relevista zurdo Andrew Miller. Un día después (jueves) en horario diurno pegó otro cuadrangular solitario en la cuarta entrada ante el abridor derecho Trevor Bauer.
Gurriel, quien firmó un contrato de $47.5 millones por cinco temporadas el pasado 16 de julio, ha jugado de manera excelente a la defensa en tres juegos, cuatro en tercera base y uno en el bosque izquierdo. Suma 18 outs, cuatro asistencias y ha participado en cuatro dobles matanzas. Aún no ha cometido errores.
En lo personal, estoy convencido de que Yulieski hubiera reunía todos los atributos para ser un excelente pelotero de Grandes Ligas de haber llegado joven a este béisbol. Credenciales le sobraban desde que debutó a los 17 años con el equipo de Sancti Spíritus en la Serie Nacional del 2001. Ahora debemos ver si podrá serlo comenzando a los 32 años.
Los días que restan del mes de septiembre le pueden servir al cubano para adaptarse aún más al nuevo pitcheo con la mirada puesta en una potencial fase de postemporada de su equipo que lucha por una plaza de comodín o para la próxima temporada del 2017.
Cuando miramos sus números podemos asegurar que son buenos. Esperemos que mantenga su buen paso. Se lo deseamos, en especial por ser cubano y latino. Pero a mi juicio tenemos que esperar un poco más para conocer la respuesta oficial a las preguntas originales.
¿Por qué?. Los quince primeros juegos de un pelotero no brinda una medida exacta para conocer si tendrá éxito o no en Grandes Ligas.