Por Aliet Arzola
Finalizados los vibrantes duelos de comodines que mantuvieron en vilo a buena parte del país, la 56 Serie Nacional de Béisbol se encuentra ahora a las puertas de su fase decisiva, tres meses que definirán el monarca del patio luego de la batalla entre las seis selecciones que aún permanecen con vida.
El panorama de estos elencos cambiará drásticamente a partir del próximo jueves, cuando cada uno de los mentores en liza seleccione los cinco refuerzos en el programa televisivo Estamos en juego, que se celebrará en la sala White de Matanzas, centro cultural perteneciente a Artex, según confirmó a nuestro diario Jesús Barroso, miembro de la Dirección Nacional de Béisbol.
Desde que se instauraron los refuerzos cuatro temporadas atrás, creo que nunca ha existido un grupo tan amplio y calificado de peloteros disponibles como en esta oportunidad, y no solo por el hecho de que ahora la «bolsa» se confecciona con jugadores de diez equipos y no de ocho. Incide mucho, además, la eliminación de Industriales, Pinar del Río y Las Tunas, escuadras con buena cantidad de hombres que encajarían muy bien en cualquiera de los contendientes, y que en campañas previas no habían coincidido fuera de los clasificados.
Por ello será bien interesante ver el ajedrez que desplieguen los directores a la hora de cubrir los puntos débiles de sus conjuntos, teniendo en cuenta la importancia que reviste en el desenlace del torneo. Los ejemplos los tenemos frescos: Villa Clara se creció en la Serie 52 tras la incorporación de Jonder Martínez, Edilse Silva, Dayron Varona, Yordan Manduely y Danel Castro; Pinar del Río (53) se apoyó en Giorbis Duvergel y Roel Santos, mientras los avileños contaron en años consecutivos con Yeniet Pérez y Ariel Borrero, por solo mencionar algunos refuerzos que han revolucionado otros equipos.
Ahora los camagüeyanos, ubicados en el sexto lugar, pedirán primero, y tras ellos solicitarán jugadores Holguín, Granma, Villa Clara, Ciego de Ávila y Matanzas. El orden de la segunda ronda será inverso, y en las últimas tres se definirán los puestos por sorteo, justo como ha ocurrido en temporadas anteriores.
Suponemos que otra vez la demanda de lanzadores sea bien grande, aunque la disponibilidad de algunos jugadores de posición con sobrada experiencia y otros de mucho talento, colocará a los mentores en la compleja posición de decidir si refuerzan sus cuerpos de pitcheo o las alineaciones. De cualquier forma, nadie mejor que los directores y sus cuerpos técnicos saben perfectamente lo que necesitan.
¿QUIÉNES ESTÁN DISPONIBLES?
Las opciones de peloteros a la espera son bien amplias en casi todos los frentes, quizá con un ligero bache ofensivo en la receptoría, posición en la que abundan hombres de aceptable nivel tras el plato pero con deficiencias en el cajón de bateo. Cuadro y jardines tiene material para escoger, y la lista de lanzadores es bien nutrida por el staff pinareño, del cual pueden salir hasta ocho tiradores.
Entre los máscaras, resalta el tunero Rafael Viñales por su poder con el madero (11 vuelacercas), aunque todavía le falta desarrollo detrás del plato, mientras se barajan dos cartas defensivas como Frank Camilo Morejón y Olber Peña, sin obviar la experiencia de Eriel Sánchez. Sus nombres se vinculan a Granma al ser el plantel con más debilidades en la receptoría, pero Camagüey y Holguín también pueden apostar por un cátcher teniendo en cuenta la juventud de Yendry Téllez y la lesión de Franklin Aballe, sus respectivos titulares.
Hay pólvora en los jugadores de cuadro, con William Saavedra y Alexander Malleta al frente. Ambos son líderes naturales e inicialistas confiables, apuestas seguras que no se dejarán pasar. Similar es el caso de Donal Duarte, quien no rindió a su altura tras regresar de la Liga Can-Am, pero puede ser bujía en partidos claves. Otros experimentados como Danel Castro, Dainier Gálvez, Juan Carlos Torriente y Michael González son opciones interesantes para tener en cuenta.
No olvidar al líder jonronero de la primera etapa, el yumurino Yariel Duque, quien vistió la franela de Artemisa. Bate zurdo de poder, inicialista habitual y ahora en transición a la tercera base, puede ser útil a un equipo con déficit de su fuerza. Más dinamismo y velocidad aportan Yorbert Sánchez y Ernesto Lalana alrededor del segundo saco, mientras el guantanamero Gabriel Garbey es un madero consistente a la hora de empujar carreras, aunque presenta capacidad de embasamiento por debajo del promedio.
En los jardines hay una muestra de excelencia con los zurdos Julio Pablo Martínez, Yusniel Ibáñez, Stayler Hernández y Edilse Silva, todos bateadores que pueden causar gran impacto en cualquier alineación. Entre los derechos, Denis Laza es el rostro de la constancia, y el pinero Leonardo Urgellés se presenta como una revelación gracias a su poder y velocidad. No descartar al espirituano Daviel Gómez (63 jits-cuarto del campeonato) o al guantanamero Robert Luis Delgado, quien nunca ha sido llamado de refuerzo pese a sus notables números ofensivos.
De los lanzadores, la «bolsa» es inmensa, encabezada por los pinareños Liván Moinelo, Erlis Casanova, Vladimir Baños, Isbel Hernández, Raidel Martínez, Yosvani Torres, Frank Luis Medina y Yaifredo Domínguez, algunos de ellos con excelentes resultados en la presente campaña, y otros muy por debajo de sus posibilidades, detalles que deben ser valorados por los managers antes de pedir.
Quienes prefieran la experiencia tendrán un menú bien nutrido por Miguel Lahera, Norberto González, José Ángel García, Danny Aguilera, Wilber Pérez, Frank Montieth, Noelvis Entenza y Yoalkis Cruz, brazos de mucha capacidad con postemporadas en su historial. No tendrán esa carta de presentación los guantanameros Roeldis Martínez y Luis Enrique Castillo, el cienfueguero José A. Córdova o el mayabequense Luis Manuel Castro, pero sus buenos números indican que pueden ser opciones interesantes.