La Academia de Bateo del ex-pelotero Yuniesky Gurriel se ha ganado un lugar dentro del negocio de la preparación de jugadores en esta vital parte del juego. El Team Piña Power bajo la tutela del mayor de los hermanos Gurriel se ha ganado ese terreno con mucha dedicación, trabajo fuerte, empeño, estudio, constancia y perseverancia, respetando a cada uno de los atletas que se suman a esta familia.
Sus principales integrantes son precisamente los hermanos menores de Yuniesky, los ligamayoristas Yuli y Lourdes Gurriel Jr. Ambos han mostrado que el sistema de trabajo del primogénito de Lourdes Gurriel Sr ha brindado grandes frutos a sus desempeños en las Grandes Ligas (MLB por sus siglas en inglés).
Gracias al reconocimiento de su trabajo, más peloteros reconocidos han decidido acercarse al trabajo de la Academia Piña Power. Tales son los casos de JC Escarra (Yankees), Mauricio Dubon (Houston), Dairon Blanco (Kansas City), Santiago Espinal (Reds), Ezequiel Tovar (Colorado), Brian Roccio (Cleveland), Yiddi Cappe (Marlins), entre otros.
Esto ha dado al traste que otros peloteros ya sea de la Gran Carpa, de Ligas Menores o talentos jóvenes que buscan su primera firma como profesional se incluyan en esa academia para mejorar su mecánica de bateo, Yuniesky no tiene un NO para nadie, simplemente los deseos de trabajar están ahí latentes y sobretodo las ganas de ver los frutos de su trabajo.
Recientemente Pelota Cubana estuvo en la mencionada Academia para apreciar de cerca los significativos resultados que ha ido obteniendo el mayor de los hermanos Gurriel como hitting coach. Aprovechando la oportunidad Yuniesky brindó declaraciones a nuestro medio. Conversó sobre todo el proceso de creación, actualidad de la academia y otros detalles:
La entrevista con Yuniesky Gurriel
P. ¿Cómo es que eliges convertirte en coach de bateo?
Yuniesky Gurriel: «Fue un camino largo. Yo llegué a este país y no tenía nada qué hacer. Ya no estaba jugando. Un amigo me dijo que debía dedicarme a hacer algo, ponerme a trabajar. Un día fui a ver una práctica de mis hermanos y cuando nos montamos en el carro les dije que iba a ser su coach de bateo».
P. Pero era solo un deseo.
Yuniesky Gurriel: «Entre risas y cosas, me puse a estudiar, a analizar. Yo nunca había sido coach de nadie. Todo lo que yo tenía era del juego. Digo que allá arriba hay un Dios y las cosas se me fueron dando poco a poco. Un coach de universidad me llamó para ser parte de su equipo. Estuve allí por dos años de coach de bateo. Me fue bien y allí me dije que esto era lo mío».
P. Y te fuiste en solitario.
Yuniesky Gurriel: «Empecé mi negocio con dos hijos de un amigo de mi papá. Al tiempo empezaron mis dos hermanos y hoy en día somos unos cuantos por aquí ya».
P. ¿Tus hermanos te aceptaron como coach por apoyo familiar o por talento real?
Yuniesky Gurriel: «Yuli me dijo que empezará el negocio y que íbamos a ver. Mis hermanos me quieren con la vida como yo a ellos, pero hay que ser muy ingenuo para soltar una carrera como la de ellos a cualquiera solamente porque sea un hermano. Las coas no son así. Estuve un año entero trabajando con niños y Yunito me dijo entonces: ‘el año que viene voy a trabajar contigo, porque me gusta lo que estás haciendo. Entraron juntos los dos».
P. ¿Que opinaba tu papá, Lourdes, de todo lo que estaba pasando?
Yuniesky Gurriel: «El se incorporó conmigo. Me empezó a ayudar, a apoyar. Me daba consejos. Me dio el mejor consejo para este negocio: cuando estás trabajando, lo primero que debes hacer es apreciar el esfuerzo de quien te está pagando esa clase. Cuando aprecies eso, tus clases van a ser mejores todos los días. También me dijo que cuando llegara a casa, debía hacerlo con la conciencia tranquila de haber entregado lo mejor. Eso lo he llevado a través del tiempo».
P. En un sector tan competitivo, ¿cuál ha sido la clave principal del éxito?
Yuniesky Gurriel: «Hay muchos coaches y creo que todos hacemos un buen trabajo. La diferencia está en como se identifica el jugador contigo. Si logran la química entre los dos las cosas te van a ir bien. Todos somos buenos, estamos llenos. No es que Yunieski tenga todos los jugadores. Todos tenemos trabajo, los jugadores están felices. La diferencia está en la química».
P. Yunito es más joven, Yuli un veterano, ¿haces un trabajo diferenciado?
Yuniesky Gurriel: «Hay diferencias de edad, pero los dos se integran al entrenamiento como si fueran iguales. La ventaja que tengo con Yuli es que me puede aportar toda su experiencia con Yunito. Yunito, por su parte, me agrega toda esa energía. Uno se nutre del otro. Ahí vamos los tres junticos y gracias a Dios nos ha ido bien».
P. Esperamos a ver que pasa con Yuli, ¿todavía le queda béisbol de nivel?
Yuniesky Gurriel: «A todo el que me pregunta solo le digo que lo único que debe hacer es venir para que lo vea entrenar. Veánlo entrenar y ustedes me dicen si el tipo está listo o no. El año pasado pensaron que no podía y lo vimos dándole a lanzamientos de 100 millas por hora. Fajado con todo el mundo, como si tuviera 20 años».
P. ¿Qué significa poder entrenar a tus dos hermanos?
Yuniesky Gurriel: «Para mi ha sido difícil. Soy un jugador que no bateé en la pelota, que no me destaqué por lo que hago ahora mismo, comparado con mis hermanos y todos los que entrenan conmigo. Esta esa teoría que si uno no bateó. Yo no creo en eso. Es cuestión de enfocarse en el trabajo de cada cual. Es como enfrentes el trabajo, lo que estás haciendo. Cómo le digo a Yuli cómo es que debe trabajar. Todo están en enfocarte y tener disciplina para que crean en ti».
P. ¿Cuál es tu meta final?
Yuniesky Gurriel: «Que cuando se hable de bateo mi nombre se mencione ahí. Que cuando se hable de coaches de bateo, la gente diga: Yuni. No primero que este o el del otro, pero que se mencione mi nombre en ese grupito ahí».