Por David Adler
Ha habido bastante movimiento en el mercado de cátchers en este primer mes de la temporada muerta, pero curiosamente, eso no ha incluido a ninguno de los dos principales agentes libres de dicha posición: el cubano Yasmani Grandal y el venezolano Wilson Ramos. Y muchos de los equipos que esperan competir todavía podrían mejorar en la receptoría.
Grandal y Ramos no se conseguirán a un precio tan bajo como los cátchers que ya han cambiado de bando. Pero con tan pocos estelares en la posición, alguien va a pagarles. La pregunta es, si alguien quiere sacar lo mejor de su inversión, ¿a quién deberían buscar? He aquí un gran argumento a favor de Grandal: el enmarcado de pitcheos.
Grandal es uno de los mejores receptores a la hora de cuadrar pitcheos para que las bolas parezcan strikes, mientras que Ramos se ha mantenido por debajo del promedio en ese sentido. Ambos destacan a la ofensiva, especialmente en lo que a poder respecta. Pero el talento de Grandal para enmarcar los pitcheos le da una importante ventaja a la defensiva, y eso debería llamar la atención de los equipos.
Statcast™ puede ayudarnos a ver qué receptores son los mejores al momento de conseguir strikes para sus lanzadores, y Grandal ha estado entre los mejores desde que esta tecnología fue introducida en el 2015. Statcast™ divide la zona de strikes en tres regiones: en la zona, en la sombra y fuera de la zona. Los pitcheos «en la zona» son aquellos que claramente son strikes y los «fuera de la zona» son las bolas evidentes. Pero los pitcheos en la «zona sombreada» son una lotería. Se trata de los envíos en las esquinas, aquellos que están en los márgenes de la zona de strike, esos que pueden ir para cualquier parte, bola o strike. ¿Quiere descubrir qué catchers son buenos enmarcando? Enfóquese en los envíos en la «zona sombreada».
Con Grandal detrás del plato en el 2018, cuando un bateador dejó pasar un pitcheo en la «zona sombreada», éste fue cantado strike el 52.2% de las veces. En total, en las Grandes Ligas esos pitcheos fueron strike sólo en el 48% de los casos. Y Ramos sólo recibió un strike cantado el 46.3% de las veces.
Si usted mira el trabajo de Grandal y Ramos detrás del plato desde que Statcast™ entró en escena, es más de lo mismo. Desde el 2015, Grandal consiguió un strike en el 52.5% de los pitcheos dudosos. Los receptores de MLB, como grupo, lograron un 47% de strikes cantados. ¿Ramos? El 46.1%.
Entre los receptores titulares (aquellos que han promediado al menos 1,000 pitcheos recibidos en la «zona sombreada» entre las últimas cuatro temporadas) la tasa de strikes sentenciados de Grandal es la segunda mejor. Ramos aparece en el puesto 30. El único mejor que Grandal en ese departamento es Jeff Mathis. Y Mathis no representa una amenaza al bate como lo es Grandal.
Unos pocos puntos porcentuales podrían no parecer mucha diferencia, pero lo son. Durante el curso de una temporada completa, son cientos de strike que Grandal está logrando para sus pitchers y Ramos no. Este año, por ejemplo, Grandal consiguió strikes en 1,519 de 2,908 pitcheos en la «zona sombreada» que atrapó este año, mientras que Ramos lo hizo en 1,101 de 2,377. Eso puede cambiar el curso de un montón de turnos.
Es una diferencia sustancial. Sí, Grandal tuvo sus problemas recibiendo pitcheos durante la postemporada del 2018. Pero eso no debería ser suficiente para olvidarnos del historial que tiene. Es un receptor que batea y defiende bien. Y esos son difíciles de encontrar.