Por Carlos A. Nava
GLENDALE, Arizona – Yasiel Puig llegó a trabajar este martes temprano por la mañana como ha hecho durante más de una semana en las prácticas primaverales de Dodgers de Los Angeles.
Se sentó enfrente de su casillero; comenzó a checar sus mensajes en el teléfono, su bate, su ropa de entrenamiento; volteó saludó a algunos de sus compañeros, en especial a su vecino en el clubhouse Adrián González.
Se puso sus audífonos para escuchar música y realizó su rutina normal antes de salir a practicar poco después de las 9 a.m.
Todo parece normal este martes en el campamento primaveral de los Dodgers, a pesar de que en cualquier momento las Grandes Ligas van a dictar sentencia en el caso que se investiga al cubano por violencia relativo a un pleito verbal que tuvo en Miami en noviembre pasado con su hermana y que derivó en pelea física con una persona de seguridad del lugar.
Nadie sabe con certeza si castigarán o no a Puig; sólo que la semana anterior el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, dijo que faltaba poco para que anunciara las resoluciones en el caso de Puig, José Reyes y Aroldis Chapman.
Chapman, lanzador de los Yankees de Nueva York, ya fue suspendido 30 partidos de temporada regular sin goce de suelto, de acuerdo a las nuevas reglas de violencia doméstica, asalto sexual y abuso de niños, informó este martes por la tarde las Grandes Ligas en un comunicado.
Los casos de Reyes y Puig aún estaban pendientes este martes. Los Dodgers han rechazado comentar al respecto por solucitud de la Oficina del Comisionado mientras se finiquitan las investigaciones.
«(…) Ya la temporada Dios tendrá la última palabra sobre que es lo que pueda suceder en este 2016 con mis expectativas, las expectativas del público, las expectativas de mi equipo», dijo Puig el lunes sobre el buen arranque que siente ha tenido en las prácticas primaverales.