La historia del jardinero matancero Yadiel Hernández en el béisbol es una de lucha constante contra las adversidades y de un talento no siempre reconocido como lo merece, tanto en Cuba como en el béisbol profesional estadounidense. El yumurino llegó un poco tarde al alto rendimiento en Cuba pero eso no fue obstáculo para desplegar su talento casi desde el mismo estreno con los Cocodrilos, en la 49 Serie Nacional (2009-2010). Tras muchos avatares logró integrar la selección cubana y en el verano del 2015 decidió dejar el elenco en suelo norteño y buscar probar suerte en el mejor béisbol del mundo.
En el 2016 fue firmado por los Nacionales de Washington y al año siguiente comenzó su accionar en Ligas Menores, directamente en Doble A. Sus números en 2017 fueron destacados, con average de 292 a lo largo de 120 encuentros, 34 extrabases y 59 remolques. Un año después mostró que lo anterior no era un espejismo y entre Doble A y Triple A disputó 124 compromisos, con 18 batazos de vuelta completa y 68 empujadas. Ello no fue suficiente para la gerencia de su escuadra y en 2019 se mantuvo 126 desafíos en Triple A, con otra excelente campaña: línea ofensiva de .324/.406/.604, 142 imparables, 22 dobles, 33 cuadrangulares y 90 impulsadas.
Llegó el año de la pandemia y una temporada acortada, siendo su tan añorado estreno en la MLB aunque solo por doce partidos y con números discretos. Mayores oportunidades recibió en 2021 y 2022, en ambos años jugó al menos 90 duelos, despachó nueve jonrones, remolcó 30 o más carreras y su average fue superior a .265. No eran números de una estrella, pero sí de un jugador que cumplía con su rol a plenitud y que mereció mayor confianza de la directiva de Washington. En contra también tuvo coincidir en época con patrulleros estelares en su misma escuadra, como Bryce Harper y Juan Soto.
Para el 2023, borrón y cuenta nueva. Fue eliminado del roster de 40 jugadores de los Nacionales y reasignado a Triple A. Allí intervino en 10 compromisos, con un frío comienzo, marcado en su ínfimo average de 205 (39-8) y un marcado desequilibrio entre boletos (1) y ponches (15). En el mismo de abril fue dejado en libertad, a sus 35 años, cerrando así su etapa en el béisbol de los Estados Unidos, con el aliciente de haber jugado en Grandes Ligas pero la certeza de que, como hemos visto en otros casos, no siempre basta con las estadísticas y el talento para recibir mayores oportunidades en este escenario.
1 comentario
Excellent blog here! Also your website loads up very fast! What web host are you using? Can I get your affiliate link to your host? I wish my web site loaded up as quickly as yours lol