Autor: Aliet Arzola Lima
Una victoria 5-3 sobre el plantel japonés de la Isla Shikoku cerró el periplo cubano por Canadá y Estados Unidos, donde por espacio de un mes compitieron en la Liga Independiente Can-Am, circuito profesional evaluado con nivel Clase A.
Notable labor monticular de los pinareños Vladimir Baños (seis entradas en blanco) y Liván Moinelo (tres ponches ante seis bateadores), condujeron por la senda del éxito a la selección dirigida por Roger Machado, que contó además con eficiente producción ofensiva de Luis Robert Moirán (jonrón y dos remolques), así como de Yosvani Alarcón (cuadrangular), Yasiel Santoya y Raúl González, quienes sumaron siete jits.
De esta forma, Cuba se despidió de tierras norteñas con balance de 11 triunfos y nueve fracasos, fruto de dos barridas 3-0 ante los equipos Sussex County Miners y Rockland Boulders, y series perdidas contra New Jersey Jackals (1-2), Ottawa Champions (1-2), Trois-Rivieres Aigles (1-2) y Capitales de Quebec (1-3).
Desde el punto de vista estadístico, hay varios detalles que resaltan. Por ejemplo, tres hombres quedaron muy por debajo de las expectativas, y no precisamente por falta de oportunidad. El zurdo granmense Guillermo Avilés bateó 167, con promedio de embasado (OBP) de 237, sin extrabases ni carreras impulsadas en diez partidos.
El holguinero Yunior Paumier pegó solo un doble, no remolcó a nadie y dejó average de 226, aunque gracias a siete boletos vio crecer su OBP a un positivo 385. Por su parte, el máscara Osvaldo Vázquez jamás encontró la senda (211-cuatro jits-una propulsada), y está por ver si alguna lesión lo golpeó, pues intervino en solo seis partidos.
En términos de promedio Julio Pablo Martínez (AVE-231; OBP-307) y Luis Robert Moirán (286-319) no impresionaron, pero el guantanamero anotó diez, remolcó nueve, robó cuatro bases y no cometió errores, mientras el avileño pisó 12 veces el plato, impulsó ocho, con par de dobles, un triple y un jonrón, tres estafas en igual cantidad de intentos y también perfecto a la defensa.
Del pitcheo, pobre fue el trabajo de Yosvani Torres (8.2 innings en cuatro aperturas), Dachel Duquesne (3.1) y Ulfrido García (3), estos dos últimos muy alejados del nivel demandado para la ocasión. El santiaguero tuvo un promedio de 18 jits permitidos por cada nueve entradas, por 13.5 el avileño, al parecer sin fuerzas luego de liderar el pitcheo de los Tigres en su último campeonato.
De manera colectiva, Cuba bateó 286 con OBP de 337, 29 dobles, un triple y cinco jonrones en más de 700 turnos.
Robaron 13 bases, fueron capturados en nueve oportunidades, con 53 boletos y 106 ponches, y conectaron en 21 ocasiones para doble play.
En el pitcheo, terminaron con efectividad de 3.61, 71 pasaportes gratis (3.8 por juego) y 139 estrucados (7.5), con un WHIP (promedio de hombres embasados por entrada) de 1.377, relativamente alto. Permitieron siete vuelacercas (0.4 por partido) y la media de jits por cada nueve entradas fue de 8.6.
Pero no todo son lunares. Algunos respondieron con guarismos destacados, los cuales relacionamos a continuación.