Por Yirsandy Rodríguez
Lo sé, es lógico que eso suceda, cuando tu mente recibe la noticia de que en el Spring Training han enviado a las Menores a un jugador con promedio de .448. ¿Cómo puede ser? ¿Es una locura? ¿Qué diablos están haciendo los D-Backs de Arizona? Esas podrían haber sido, incluso, algunas de sus reacciones menos abruptas.
Perfecto, tómese su tiempo, el que desee si lo necesita, pero vuelva aquí a la lectura y analice: ¿Por qué los D-Backs realizaron ese movimiento? ¿Qué antecedentes deberíamos reevaluar en este asunto? Sé que todos tenemos argumentos, opiniones y deseos diferentes, pero hay una situación irrebatible en este sentido: Después de sus primeros tres años de experiencia en MLB, ¿Yasmany Tomás cumplió las expectativas iniciales del contrato que firmó por $68,5 millones de dólares en noviembre de 2014? Ahora analiza, mientras te expongo algunas ideas.
Para comenzar, recordemos que estamos en la discusión de un hombre que recibió más ponches (296) que su total de empujadas (163) después de tres temporadas en Grandes Ligas, y el 62.5% de sus jonrones fueron con bases limpias. Además, nunca registró un OPS superior a .726 después de junio, ni sobrepasó la marca de .321 OBP durante ese mismo rango. Este chico (Tomás), a pesar de esas deficiencias, en ocasiones atrapó la pelota e hizo exhibición de su poder, enviando jonrones a más de 114 MPH, incluido un disparo lunar de 460ft en 2016 (el 35to en el Rank de ese año). Es un talentoso slugger que, si logra evitar su agresividad por naturaleza en el plato, podría mejorar considerablemente los resultados de impacto con su swing. Ese jugador talentoso ya sabes que es Yasmany Tomás Bacallao, de 28 años, 6’2 de estatura y 250 libras, quien se dio a conocer internacionalmente cuando envió varias pelotas más allá de los límites en el estadio Tokyo Dome, de Japón, durante el III Clásico Mundial de béisbol en 2013.
Pero ahora ya todo eso pasó, incluso sus tres primeros años en MLB. ¿Qué sabes de su carrera de béisbol? ¿De qué tendencias te acuerdas cuando lo seguiste entre 2015 y 2017, jugando para los Diamondbacks de Arizona? He aquí un rastreo y algunas lecciones para usted, después de revisar minuciosamente varias muestras que se convirtieron en interesantes tendencias durante su experiencia de 1169 viajes por el plato:
Lección No. 1: ¿Cómo podemos evaluar su trabajo ofensivo? Esta es una buena manera de hacerlo, analizando su disciplina, un poco del contacto, la velocidad y, sobre todo, el poder de su swing, sin dudas el plato fuerte en su kit de herramientas. Vamos a los tres grandes resultados imposibles de manipular por los Anotadores Oficiales: ponches, bases por bolas y jonrones —otras estadísticas sí pueden ser alteradas— de Tomás, después de tres temporadas con los D-Backs de Arizona (2015-2017):
Total de strikeouts: 296
Total de bases por bolas: 61
Total de Jonrones: 48 (31 de ellos en 2016)
Total de impulsadas: 163
¿Dónde se ubicó con esos números entre todos los bateadores calificados en Grandes Ligas de 2015 a 2017?: Fue el No. 33 que más se ponchó, de 232 bateadores en el ranking, según FanGraphs. El bateador con más strikeouts en toda la lista fue… ¡apuesto a que adivinas!: Chris Davis (Orioles) con 622. Ahora prueba la mezcla de las tasas de strikeouts y bases por bolas de Tomás:
Puesto del Rank: No. 205 la tasa de bases por bolas (BB%), con 5.2%, y en el No. 33 de los strikeouts (K%) después de estabilizarse en 25.3%. ¿En el listado de las impulsadas? Puesto No. 134, con 163. Hasta aquí, podemos categorizarlo así: Un slugger de poder promedio, demasiado agresivo en el plato, que tuvo un contacto aceptable para su pobre enfoque. Veamos ahora qué nos traen los filtros avanzados.
STATCAST:
EV (Velocidad de salida de sus conexiones): 90.2 MPH promedio en su carrera, por encima del rango estimado de la liga (87.4 MPH).
Principal avería: Su deficiencia contra los pitcheos fuera de velocidad nunca mejoró. De hecho, su tasa de WHIFF (swing y fallo) fue de 29.6% en 2016 —la mejor temporada de su carrera—, pero sufrió una regresión, elevándose negativamente hasta 48.8%. A su vez, casi todos los promedios que lo llevaron al breakout en 2016, también fueron golpeados por el declive:
2016/2017
FB (Bola rápida): .303/.305
CT (Cutter): .283/.273
SL (Slider): .237/.226
CB (Curveball): .202/.188
CH (Cambio de velocidad): .267/.111
Ahí está bien detallado: En sus dos mayores experiencias como titular, Tomás nunca pudo pegarle con consistencia a los cambios de velocidad, los sliders y las curveballs, pero 2017 fue un año donde todas esas insuficiencias se vieron con más frecuencia. Aquí puedes ver una excelente gráfica que te muestra cómo el swing de Tomás ha respondido en toda la zona:
Otra buena cuenta que podría conducirnos aquí, es una proporción entre la cantidad de millones recibidos y el impacto de Yasmany Tomás: ¿Cuántas combinaciones positivas registró por encima de 68?: Solo superó esa marca en strikeouts con 296, ya que se quedó por debajo de 68 en bases por bolas (61), dobles (60) y jonrones (48).
La evaluación: Pobre disciplina, a pesar de que su principal problema no es la cantidad de ponches (algo común en estos tiempos, sobre todo en sluggers como Tomás), si no la pobre tasa de bases por bolas.
Lección No. 2: fWAR. Tomemos esta calificación como el rango general dentro de la liga, según la versión de FanGraphs. ¿Dónde se colocó Tomás dentro los 232 jugadores calificados con al menos 1000 PAs entre 2015 y 2017?:
Puesto del Rank: No. 230 de 232. He aquí el Top-5 de la lista y los jugadores que Tomás tuvo alrededor:
Finalistas del ordenamiento:
229. Erick Aybar, -0.4
230. Yasmany Tomás, -0.5
231. Alexei Ramírez, -1.5
232. Víctor Martínez, -1.9
La evaluación: Los números muestran el valor de WAR de un jugador de Ligas Menores, pues está por debajo del “0.0”, que debería tener un jugador de remplazo. Al final, aunque Tomás fluctuó entre el Top-80 y 100 de los 232 jugadores en parámetros como el poder y el contacto, su capacidad defensiva lo envió prácticamente a cerrar la lista.
Lección No. 3: Valor defensivo y de velocidad. En este punto, ya sabes que Tomás no es un jugador brillante corriendo el circuito, aunque tampoco deberíamos considerarlo en la lista de los peores corredores. Viéndolo así, explora ahora por qué el valor defensivo siempre fue una preocupación para los D-Backs: Tomás fue un outfielder de (-14) DRS (Carreras Salvadas a la Defensiva) en el leftfield y (-16) en el rightfield. ¿Acumulado total?: Este crítico (-30).
Entonces, ¿Qué detalles interesantes acabas de descubrir en menos de 500 palabras? Creo que si algo aprendimos aquí, fue del error cometido por los Diamondbacks de Arizona, al firmar a Tomás por $68,5 millones, apostando demasiado dinero a un jugador con mucho talento, pero sin experiencia de juego más allá del béisbol cubano. Y, como ves, Tomás tampoco fue de los peores bateadores de las Grandes Ligas entre 2015 y 2017, al menos en ciertos términos de contacto y poder. Sin embargo, en el ranking evaluativo general que publica FanGraphs, incluyendo su mala defensiva de -30 DRS (Carreras Salvadas a la Defensiva), el fWAR de Tomás ha calificado como el No. 230 de 232 bateadores.
Bueno, ahora qué crees: ¿Era tan raro esperar los movimientos de rompecabezas de los D-Backs, al menos para ahorrarse un poco de dinero cuando enviaron a Yasmany Tomás a Waivers en 2018? No, por supuesto, así que haber reconsiderado la posibilidad de traerlo de nuevo parece el primer paso de Arizona, dando otra oportunidad a Tomás en el Spring Training. Y, bueno, ahora volvemos al .448 que promedió “El Tanque” Tomás, con 1.087 OPS, cinco dobles y siete empujadas en 30 viajes por el plato. Los otros resultados tradicionales que faltan ahí fueron los siete ponches que se tomó, mientras pudo obtener bases por bolas una sola vez.
Indudablemente, ese es un resultado bastante bueno para regresar, pero, ¿qué nos dice realmente? ¿Puedes sostener una proyección con apenas 30 visitas a la caja de bateo? Pues sí, es una muestra muy corta. Aunque, si analizamos, la probabilidad de que un ponche cada siete bases por bolas se mantenga ha sido un rasgo característico en la carrera de Tomás. Entonces, eso nos remite a pensar si esa racha ofensiva de Tomás en 15 partidos del Spring Training podría subsistir en varias semanas durante la temporada regular de 2019. Y, al mismo tiempo, esa idea también nos conduce a pensar por qué consideramos tan lejana la posibilidad de que Tomás pueda regresar con algunos buenos ajustes. Así es, no sería la primera ocasión que un enfoque mejorado nos sorprenda.
Si algo demostró Tomás y es un voto a su favor en esta primavera —aunque no es comparable la exigencia de la temporada con la perspectiva del Spring Training—, es que puede volver a aplastar pitcheos de Grandes Ligas, sobre todo para buscar otra oportunidad. Como leí en una ocasión hace ya varios años: “Las oportunidades constituyen una ventaja”, dijo un hombre cuyo swing característico era la excelencia encima del plato, y respondía al nombre de Tony Gwynn.
Tal vez ese sea precisamente algunos de los planes estratégicos de Arizona, que ahora necesita mucha más ofensiva después ver partir al inicialista superestrella Paul Goldschmidt (aún sin debutar, recibió una extensión de los Cardenales de San Luis por $130 millones de dólares, el mayor acuerdo en la historia de la franquicia) y el outfielder de breakout A.J. Pollock.
De alguna manera, ahora sabes algo que quizás no será tan ‘traumático’ como pensabas hace algunas horas: Tomás fue bajado a Ligas Menores con razones de sobra por los D-Backs, pero aún está en planes de ascenso y grandes ajustes podrían revitalizar su carrera. ¡Nada está perdido, hombre!, aunque el tiempo no se detiene. Simplemente es hora de utilizar todo el talento, aprender de las experiencias y ofrecer lo mejor del enfoque, en pos de superar los errores del pasado.
¿Qué dices? ¿Tomás va a regresar y ocupará un puesto en el lineup de Arizona, con esa sonrisa que conocemos desde su debut con Industriales en el béisbol cubano? Estoy pensando que a los D-Backs les gustaría esa competencia interna, y deben brindar nuevas oportunidades. Pero, eso sí: La clave del éxito para el cubano va a requerir más ajustes que un intenso trabajo en el plato y horas extras en la jaula de bateo.
Yasmany Tomás tendrá que hacer cambios trascendentes, desde mantener el mejor estado físico posible hasta superar errores de mecánica descubiertos por sus oponentes. En otras palabras, ¡es hora de grandes definiciones!
(Tomado de BaseballdeCuba)
3 comentarios
Solo tienes q revisar los promedios y la MISERIA productiva de muchos de los jugadores de los diamond y todo este estudio casi científico se va abajo ,solo comparando ,ahora mismo Tomas sería el segundo o tercer mejor bateador del equipo y ni q decirte si aplicas todos esos parámetros galácticos ,jehe ,es para reírse
como sea, debe estar en las mayores, hay mas gringuchos con menos talento jugando en la mlb y nadie dice nada y mira q son unos bultazos, hasta por rating en la television a uien prefieres ver? yasmany o a jugadores insipidos como kinsler, headley etc etc
De acuerdo y sin dudas