Por Sigfredo Barros
Ganar una triple corona es el máximo logro para un bateador, pues conseguirla significa ser el líder en promedio de bateo, jonrones y carreras impulsadas, equivalente a poseer tacto, poder y oportunidad.
Es difícil ver a un pelotero en condiciones de reunir todos esos atributos: ser un hombre de tacto suficiente para mantener elevados averages de bateo, poseer fuerza para sacar la pelota más allá de los límites con frecuencia y remolcar la mayor cantidad posible de compañeros en las almohadillas.
Solo un hombre ha sido capaz de ganar una triple corona en nuestras Series Nacionales más de 30 años atrás, mientras desde 1878 hasta la fecha solo 16 bateadores en Grandes Ligas poseen esa distinción de pertenecer al exclusivísimo Club, y únicamente dos pudieron repetir la hazaña. Sin más preámbulos pasemos revista a varios de los ganadores.
EL TAMBOR MAYOR
Desde los inicios de su carrera Orestes Kindelán recibió el sobrenombre de Tambor Mayor por parte de la prensa y la afición. Con solo revisar sus números es suficiente para afirmar que se lo merecía con creces.
En cualquier liga del mundo disparar 487 cuadrangulares, impulsar más de 1 500 carreras y promediar por encima de 300 califican a un bateador fuera de serie.
Es el único con ese mérito en el béisbol cubano. Pero, además, el slugger santiaguero demostró que también fuera de Cuba él podía terminar un torneo como puntero en esos tres casilleros ofensivos de suma importancia. Fue la figura principal de un equipo que en el Mundial de Edmonton, Canadá 1990, barrió con todos sus rivales en los diez juegos programados, pues el average colectivo de bateo resultó de 444, con 39 jonrones –casi cuatro por desafío–, y 1,50 de PCL, torneo en el cual también brillaron Luis Giraldo Casanova, Lourdes Gurriel padre, Omar Linares, Antonio Pacheco, Germán Mesa, Víctor Mesa, Pedro Luis Rodríguez, Javier Méndez y Ermidelio Urrutia, con un cuerpo de lanzadores liderado por Lázaro Valle, con tres triunfos, 21 entradas lanzadas y 0,00 de PCL. Un superequipo donde Kindelán fue la máxima estrella.
DOS EXTRACLASE
Uno es considerado el mejor bateador derecho de la historia, Roger Hornsby. El otro escribió el libro La Ciencia del Bateo y, para muchos especialistas, es el más completo de los sluggers zurdos: Ted Williams.
Cuando en una ocasión un grupo de muchachos le preguntaron a Hornsby qué hacía él durante la temporada de invierno cuando el béisbol de Grandes Ligas recesaba, respondió: «me encierro en la casa y todos los días me paro frente a la ventana de la sala a esperar la primavera. Cuando llega salgo a entrenar enseguida. El béisbol es parte de mi vida». En sus dos años de triple corona el Rajá, como le nombraron durante toda su carrera, promedió 401, estuvo a cinco de las 300 impulsadas y disparó 81 jonrones.
En 1941, exactamente el 28 de septiembre, último día de la temporada para los Medias Rojas de Boston, Williams estaba promediando 399. Joe Cronin, miembro del Salón de la Fama y mentor, le recomendó que no saliera al terreno para mantener su fabuloso average. Pero Williams le contestó: «¿ves a toda esa gente en las gradas? Vinieron a verme jugar, así que yo voy a jugar… y si voy a terminar en 400 lo haré por mí mismo».
Y lo hizo. Era un doble juego frente a los Atléticos de Filadelfia y Ted disparó seis jits en ocho turnos al bate para finalizar con 406 de promedio. Podrían haber sido 411 o 419, porque en aquella época los elevados de sacrificio se contaban como vez al bate fallida. A nadie le extrañó ese logro de Ted, pues a los 39 años se llevó su sexta corona de bateo y a los 41 se despidió promediando 316 y pegando un cuadrangular en su última vez al bate. Su obsesión fue siempre esta: «en la vida uno tiene que trazarse objetivos. El mío es ir caminando y que la gente diga: por ahí va Ted Williams, el bateador más grande que existió».
EL COMETA DE SPAVINAW
Es un pueblo pequeño (el censo del año 2010 arrojó un total de 437 habitantes) perdido en el estado de Oklahoma, pero Spavinaw vive orgulloso de que es la patria chica de uno de los más grandes peloteros de la historia, Mickey Charles Mantle. Su carrera de 18 años, siempre con los Yankees de New York, se vio interrumpida en innumerables ocasiones a causa de la osteomielitis en una de sus piernas.
Eso no le impidió convertirse en el mejor bateador ambidextro de la historia. Poseía un poder extraordinario, al punto de que más de uno de sus cuadrangulares llegó a los 500 pies de distancia y era capaz de recorrer los 90 pies de home a primera en 3,35 segundos, además de ser un excelente jardinero central con brazo poderoso. Sus 52 jonrones es el total más alto para un ganador de triple corona. De él dijo su mentor Casey Stengel: «podía disparar batazos por encima de los edificios y correr tanto o más que Ty Cobb». Y nada mejor para resumir en una frase su carrera que la escrita por el periodista Roy Fitzgerald en el diario Boston Globe: «La grandeza de Mickey Mantle fue construida sobre el poder y el dolor. Irradiaba lo primero y sufrió lo segundo».
EL TIGRE DE ARAGUA
Tuvieron que transcurrir 45 años para ver a un pelotero latinoamericano barrer con toda oposición y llevarse las coronas de líder de bateo, jonronero e impulsador, desde que Carl Yaztrzemski lo consiguió en 1967. Sin embargo, apareció.
Nacido en la ciudad de Maracay, estado de Aragua, Venezuela, Miguel Cabrera se empina sobre sus seis pies y cuatro pulgadas de estatura y se apoya en sus casi 250 libras de peso para convertirse en el mejor bateador de su país en la historia. Con 15 años de experiencia en Grandes Ligas y 35 de edad, Cabrera ya acumula un gran total de 462 cuadrangulares, 1 613 carreras impulsadas y 315 de average, con cuatro títulos de bateo y dos galardones de Jugador Más Valioso. Ayudó a los Marlins a ganar la Serie Mundial del año 2003.
Como cuarto bate y jardinero derecho le pegó jonrón a Roger Clemens en el cuarto juego. Sus credenciales apuntan a ser un miembro del Salón de la Fama.
TRIPLE CORONA DE BATEO |
|||
SERIE NACIONAL |
|||
NOMBRE |
AVE |
HRS |
IMP |
Orestes Kindelán 1989 |
402 |
24 |
58 |
GRANDES LIGAS LIGA NACIONAL |
|||
NOMBRE |
AVE |
HRS |
IMP |
Paul Hines 1878 |
358 |
4 |
50 |
Hugh Duffy 1894 |
440 |
18 |
145 |
Roger Hornsby 1922 |
401 |
42 |
152 |
Roger Hornsby 1925 |
403 |
39 |
143 |
Chuck Klein 1933 |
368 |
28 |
120 |
Joe Medwick 1937 |
374 |
31 |
154 |
LIGA AMERICANA |
|||
NOMBRE |
AVE |
HRS |
IMP |
Nap Lajoie 1901 |
426 |
14 |
125 |
Ty Cobb 1909 |
377 |
9 |
107 |
Jimmie Foxx 1933 |
356 |
48 |
163 |
Lou Gehrig 1934 |
363 |
49 |
165 |
Ted Wiliams 1942 |
356 |
36 |
137 |
Ted Williams 1947 |
343 |
32 |
114 |
Mickey Mantle 1956 |
353 |
52 |
130 |
Frank Robinson 1966 |
316 |
49 |
122 |
Carl Yaztrzemski 1967 |
326 |
44 |
121 |
Miguel Cabrera 2012 |
330 |
44 |
139 |
ASOCIACIÓN AMERICANA |
|||
NOMBRE |
AVE |
HRS |
IMP |
Tip O´Neill 1887 |
435 |
14 |
123 |
MUNDIAL EDMONTON 1990 |
|||
NOMBRE |
AVE |
HRS |
IMP |
Orestes Kindelán |
581 |
9 |
25 |
Estadísticas: Carlos del Pino, www.beisbolcubano.cu, www.baseball-reference.com y www.beisbol-almanac.com |