Por: Michel Contreras
Un batazo de Yoelvis Fiss decretó el fin del largo desafío y Ciego de Ávila batió a Pinar del Río (2×1) en un soberbio juego de pelota decidido en el capítulo 13, tras una lucha en la que se batieron de modo admirable los tándems Lázaro Blanco-Yunier Cano y Vladimir Baños-Liván Moinelo. El domingo, Yosvani Torres y Dachel Duquesne saldrán al montículo del Capitán San Luis
Highlights
*Justo el día en que tendría enfrente a un derecho que depende de los envíos laterales, Pinar debió volver a prescindir de los servicios del zurdo Lázaro Ramírez. Así, otro Lázaro, granmense y de apellido Blanco, se robaría el espectáculo nocturno con un pitcheo fino que si no desembocó en victoria para él fue porque en la trinchera verde estaba Vladimir Baños con la slider encendida. El dato habla por sí solo: cumplido el primer tercio solamente se habían pegado tres hits de manera global, y a mitad de desafío, cinco. Ambos diestros se caían a strikes en una guerra menos de vértigo que de localización, y a la altura del decimotercer encuentro –por fin- de play off aparecía un duelo auténtico de serpentineros.
*La ruptura del abrazo se consumó en el cuarto inning, mediante un fly de sacrificio de Guillermo Avilés. A partir de ese instante continuó el neto predominio de los pitchers, con Baños convertido en ese personaje inexpresivo que sabemos, y Blanco confirmando que posee las armas (y el derecho) para ser mejor considerado en nuestro béisbol.
*Tan dominante estuvo el as de la rotación granmense, que el segundo imparable se lo vino a pegar Reinier León en el séptimo episodio, con el ‘bate quemado’. Había hombres en la inicial y la intermedia, y el manager Machado decidió darle paso a su finalizador por excelencia, Yunier Cano. Este sacó el segundo out, y mereció lograr el cero de no ser porque Raúl González parpadeó con la rolata inofensiva de Laza y su tiro llegó tarde al mascotín de Charles. Ni corto ni perezoso, León dobló rumbo a la goma todo el tiempo en la jugada, y el disparo de Yorelvis fue suficientemente alto para impedir la anotación. Había juego nuevo en el Cepero.
*Un aparte: Yorbis Borroto está probando haber llegado a la mayoría de edad en Series Nacionales. Más allá de su alza ofensiva, al torpedero de los Tigres se le ve jugar con una fe tremenda en sus posibilidades, especialmente al campo. No es su caso el del paracortos con un desplazamiento inverosímil (a lo Germán Mesa), ni el de aquellos que se apoyan en un brazo de cañón (Eduardo Paret, Agustín Arias) en la búsqueda del out. Lo de Borroto es, más bien, el resultado del esfuerzo cotidiano, y hoy constituye una de las bazas principales que sostienen la esperanza de los avileños.
*En los compases postreros, los abridores ya le habían cedido el puesto a los encargados de poner el tapón en los partidos, y éstos se liaron en una pulseada que remató el cuadro sublime. En realidad, lo que veíamos debió haber sido eterno –tanto era el empeño que ambas escuadras le ponían al choque-, pero todo lo que comienza tiene un fin, y éste apareció en un swing del veterano Fiss, quien no había formado parte de la partida titular. Poco antes, José Adolis García había tratado de robarse el home. Y antes aún, otro elevado había caído a tierra como muestra de la presión que significan los play off.
Positivo: Por fin, un juego de pitcheo en la postemporada 2016.
Negativo: Sería injusto buscarle lunares a la luz.
Preocupante: El slump de Dennis Laza.
Incomprensible: Seguimos abusando de los toques de bola.
Recomendable: La balanza está inclinada, Ciego es un gran equipo, pero más vale que nadie dé a Pinar por muerto.