Por: Javier Gonzalez
No por el hecho de que Manny Machado ya tenga nuevo hogar, la fecha límite de traspasos ha perdido interés. Obviamente el dominicano era, desde hace mucho, el centro de atención de todos los medios, al ser considerado uno de los mejores peloteros jóvenes del negocio y jugar para un equipo sotanero, todo esto ligado a su status contractual, el cual estipula que se convertirá en agente libre al finalizar la presente campaña.
Resulta que en la misma situación de Machado hay un grupo de peloteros cubanos que, al igual que el dominicano, podrían tener nuevo uniforme antes de que concluya Julio.
ADEINY HECHEVARRIA: El santiaguero Adeiny Hechavarria, quien juega para los Rays de Tampa Bay, está en su última temporada antes de probar la agencia libre. El shortstop de 29 años está bateando para una línea ofensiva de 261./295./340./635, con 10 extrabases (dentro de los cuales destacan 3 vuelacercas) esta temporada en apenas 55 partidos disputados. Además tiene 29 carreras anotadas y 23 empujadas en este período de tiempo limitado. Sin embargo, en 480.2 tercios de entradas a la defensa, su índice de carreras salvadas (DRS) es 3, empatado en el tercer lugar de la Liga Americana con Marcus Siemen de Oakland entre los jugadores de su posición. Hechevarria apenas ha cometido una pifia en todo este trayecto, lo que eleva su porcentaje de fildeo a un exageradamente espectacular 995, un número que nada tiene que ver con la defensa de los campos cortos.
Tampa comenzó a desmantelarse primero que cualquier otro equipo este año, cuando el pasado 25 de mayo, a menos de dos meses de comenzada la temporada, enviaron a su estelar cerrador Alex Colome y al jardinero Denard Span a los Marineros de Seattle.
Esto no es nuevo en Tropicana Fields, de hecho, es rutinario ver a los Rays cambiando a sus mejores figuras año tras año, por lo que no es de dudar que Hechevarria cambie de uniforme en los próximos días. Está cobrando 5.9 millones esta temporada, producto de una audiencia de arbitraje salarial que ganó a su organización el 3 de febrero. De esta suma, deben quedar pendientes menos de 3 millones a día de hoy.
JOSÉ IGLESIAS: Al igual que Adeiny, el torpedero titular de los Tigres de Detroit, el All Star José Iglesias, cursa su último año de servicio en la “Ciudad del Motor”, y los muchachos de Ron Gandenhire se encuentran en estos momentos en tercer lugar de la peor división del béisbol, a 16 partidos por debajo de la marca de 500 (récord de 41-57) por lo que vender será el lema a seguir en las oficinas que administra Al Ávila.
Iglesias, ha tenido una temporada muy decente en el campo corto de los felinos hasta la fecha. Su línea de bateo es 266./305./372./677, con 22 dobletes, tres triples y 2 cuadrangulares, además de 29 carreras empujadas y 12 robos en 17 intentos. Ha jugado 92 partidos de los 98 que ha disputado su equipo y apenas de ha ponchado en 34 ocasiones.
Definitivamente Iglesias es conocido como el de mejores manos entre sus compatriotas que defienden las paradas cortas. Ha pifiado apenas 5 veces en 787.2 tercios de entradas a la defensa y su Ultímate Zone Rate (UZR) de 8.9 es el segundo más alto entre todos los torpederos del Big Show, solamente superado por el fuera de serie Andrelton Simmons con 10.8.
Su promedio de fildeo de 986 es, junto al propio Simmons, el tercer mejor registro en la Americana entre los torpederos calificados.
Iglesias está percibiendo un salario de 6.275 millones en 2018, de los cuales quedan aproximadamente tres por cobrar.
Importante destacar, tanto en el caso de Hechevarria como Iglesias, que los principales equipos que se pelean por un boleto en postemporada, el único que tiene como prioridad reforzar la posición de campo corto en este deadline es Milwaukee, ya que Los Dodgers hace unas horas se hicieron con los servicios de Manny Machado.
JOSÉ ABREU: Uno que parece que se va todos los años es José Abreu de los Medias Blancas de Chicago. El recio toletero cienfueguero puede sentirse un hombre afortunado (o desdichado, depende de la manera en que lo mires), ya que la gerencia del equipo en años previos ha ido cambiando a cada uno de sus principales figuras (Chris Sale, Todd Frazier, David Robertson, José Quintana, Melky Cabrera, Tommy Kahnle o Dan Jennings) para equipos competitivos a cambio de talento para nutrir sus fincas. Sin embargo, la figura de “Pito” continúa inamovible en U. S. Cellular field.
A diferencia de Hechevarria e Iglesias, Abreu no está en su último año de contrato, por lo que su valor es mayor aún. Al inicialista le resta aún 2019 bajo control de su organización mediante su tercer y último año de arbitraje salarial.
En la presente temporada está cobrando un salario de 13 millones de dólares. Abreu, quien viene de asistir a su segunda partido de Estrellas, ha sido un modelo de consistencia en Grandes Ligas desde su mismo debut, y aunque pareciera absurdo el tratar los Medias Blancas de conservarlo a sabiendas de que están, cuando menos a un par de temporadas de ser competitivos, hay que decir que les ha servido como pieza angular al proyecto en el que trabajan Kenny Williams y Rick Hahn desde hace algún tiempo, ya que cuenta con el liderazgo necesario para guiar a las jóvenes figura. Aún así, nadie se sorprenda de un cambio en los próximos días, puesto que los Medias Blancas, con récord de 33-62, hace rato que no tienen nada que buscar en 2018.
LEONYS MARTIN: A pesar de que lleva casi tres semanas en Lista de Lesionados, el jardinero central Leonys Martin es otro que perfectamente pudiera estar haciendo maletas en los próximos días. El villaclareño firmó un pacto de Grandes Ligas con los Tigres de Detroit en diciembre del pasado año y hasta la fecha tiene una línea ofensiva de 257./327./431./758, muy superior a sus estándares vitalicios (248./304./369./673), además ha conectado 15 dobles, 3 triples y 9 cuadrangulares en los 71 choques en los que ha estado presente. Se ha robado 7 bases en 10 intentos, su especialidad sin dudas.
Martin percibe en 2018 un salario de 1.75 millones de dólares, de los cuales queda menos de un millón pendientes a pagar.
Aún quedan 11 días para la fecha límite en que los equipos pueden cambiar a sus jugadores libremente, sin la necesidad de tener que pasarlos por waivers, a medida que avancen los días se irá aclarando el futuro de varios de los nuestros. Esperemos que en todos los casos sea para bien.