Los Cubs fabricaron cinco carreras en una rebelión durante el quinto inning y a partir de ahí navegaron tranquilos hacia la victoria, dejando a Miami con marca de 10 juegos por debajo de .500.
Antes de que Cal Quantrill suba al montículo, ya se puede prever cuándo saldrá del partido. Este lunes, el manager de los Marlins, Clayton McCullough, siguió con su estrategia habitual de acudir al bullpen antes de que el abridor enfrentara por tercera vez al orden al bate rival. Quantrill había permitido un jonrón de dos carreras en esa entrada, y los Cubs de Chicago anotaron tres más una vez que el veterano fue removido. Del otro lado, la ofensiva de los Marlins fue dominada por un viejo conocido: Colin Rea. Resultado final: 5-2.
Quantrill venía de una buena apertura la semana pasada, en la que permitió solo una carrera y ponchó a seis contra los Dodgers. En aquel juego también fue retirado tras cinco innings para dar paso al zurdo Anthony Veneziano. A pesar de tener la ventaja del enfrentamiento por zurdo contra Shohei Ohtani y Freddie Freeman, Veneziano permitió jonrones de ambos.
Marlins sacan temprano a Cal Quantrill y lo pagan caro
En el Wrigley Field, Quantrill retiró sin problemas los primeros cuatro episodios, pero el campocorto Dansby Swanson le conectó su noveno cuadrangular del año, dándole a los Cubs ventaja de 2-0. Luego permitió un doble de Miguel Amaya y un out por línea de Jon Berti. Con el lineup regresando al tope, McCullough decidió hacer el cambio.
«Creo que usó bien su cutter», dijo McCullough tras el juego. «Se metió en conteos largos y el número de lanzamientos subió… Hizo un buen trabajo al principio, limitando el tráfico y sacando outs en momentos clave. Salvo por ese error ante Dansby (Swanson), nos dio oportunidades de mantenernos en juego».
Nuevamente, Veneziano entró en lugar de Quantrill, y nuevamente tuvo dificultades. Kyle Tucker conectó un triple y Seiya Suzuki le siguió con un jonrón para ampliar la ventaja de Chicago. Esa fue la única entrada en la que los Cubs anotaron, pero fue suficiente.
En su regreso de la lista de lesionados, Derek Hill disparó su segundo jonrón del año en la parte alta del séptimo inning para evitar la blanqueada. La bola salió del bate a 103.6 mph y recorrió 399 pies hacia el jardín izquierdo-central.
Hill había dicho a la prensa antes del partido que no culpaba a su lesión en la muñeca por sus problemas ofensivos, pero McCullough ofreció otra visión después del juego.
«Definitivamente le estaba afectando», dijo el piloto. «Estaba tratando de aguantar, mantenerse en el juego, quería seguir… Le estaba afectando. El descanso y el tiempo fuera esperemos que hayan servido. Ahora puede volver a hacer los swings que mostraba al inicio de temporada».
De manera silenciosa, el novato Cade Gibson tuvo una muy buena salida con tres entradas en blanco. Ahora acumula efectividad de 1.23 en cuatro apariciones y se ha convertido en una alternativa sólida como segundo relevista zurdo, junto a Veneziano, quien ha tenido mucha carga de trabajo.
«No le tiene miedo a nada», expresó McCullough. «Ataca la zona con varios lanzamientos. Puede tirar el curve para strike, tiene un buen cambio y usó bien el sinker. Lo que uno quiere ver es eso: que salga, ataque la zona y se adelante en los conteos».
Con la derrota, los Marlins cayeron a récord de 15-25, su punto más bajo del año, con 10 juegos por debajo de .500 por primera vez en la temporada. Buscarán empatar la serie este martes por la noche, cuando Valente Bellozo enfrente a Ben Brown. El primer lanzamiento está pautado para las 7:40 p.m.
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