El mejor cerrador de la Liga Profesional de Béisbol de Japón en los últimos cinco años es, sin dudas, el cubano Raidel Martínez, quien está a solo ocho salvamentos de llegar a los 200 en su carrera dentro del circuito nipón. Este año está siendo fabuloso para él, en su primer año del contrato récord que firmó con los Gigantes de Yomiuri.
Raidel acumula 26 rescates en la temporada, además de tener foja de un triunfo y una derrota. Lo más significativo este año para el “lanzallamas” pinareño ha sido la facilidad con la que ha dominado a sus rivales, al punto de que en su salida número 32 fue que le anotaron la primera carrera de toda la campaña. Muchos especialistas coinciden en que tiene talento para triunfar en las Grandes Ligas.
Hace unos días, los colegas de Béisbol Japonés conversaron con Raidel en el Tokyo Dome sobre varios temas importantes de su carrera en Japón.
La entrevista con Raidel Martínez
Antes que nada, felicidades por la extraordinaria carrera que has tenido hasta ahora en la NPB. En los ocho años que llevas en la liga, has ganado dos títulos de salvamentos, completaste una increíble campaña en 2023 en la que no permitiste carreras limpias hasta el 13 de agosto y hace poco firmaste el contrato más caro en la historia del circuito. ¿Cómo te sientes en este momento? ¿Qué tal ha sido esta experiencia de jugar ocho años en Japón?
RM: Bueno, gracias a Dios he pasado años muy buenos aquí. Yo creo que la clave está en la práctica. Me he dedicado muchísimo a trabajar sobre el terreno, a practicar, a mejorar mi concentración cuando salgo a lanzar, y creo que eso me ha pagado muy buenos dividendos. Mi enfoque está más que todo en mantener un buen control. Creo que ahí es donde está la clave del éxito que he tenido en Japón durante todos estos años.
¿Te imaginaste alguna vez que ibas a pasar tanto tiempo en Japón? Porque varios de tus compatriotas también han venido, pero, lamentablemente, por una razón u otra no han podido quedarse mucho tiempo. En tu caso, ya van ocho años.
RM: No, nunca pensé que me iba a quedar tanto tiempo aquí. Eso es precisamente lo que les digo a mis amigos, a mi familia y a mi esposa: lo rápido que pasa el tiempo. Yo solo vine por un año y ya llevo ocho, y todavía me faltan tres más porque firmé un contrato de cuatro años con este equipo. Es cierto, muchos otros peloteros vinieron conmigo de Cuba, pero no tuvieron la misma suerte que yo y ya se regresaron. Yo, en cambio, sigo aquí después de ocho años.
¿Qué crees que es lo más importante que has aprendido en todo este tiempo que has pasado aquí?
RM: Lo más importante que he aprendido aquí, y lo he dicho siempre, es la disciplina que tienen los japoneses. Creo que esa es la clave del éxito que he tenido hasta ahora. Ese enfoque en el trabajo duro y constante me ha ayudado mucho, no solo aquí, sino también en Cuba. Ese enfoque, al final, te hace un mejor pelotero y una mejor persona.
¿Qué tal fue la experiencia de compartir el éxito que has tenido en Japón con otros compatriotas que también completaron carreras muy ilustres en esta liga, como Liván Moinelo, Alfredo Despaigne y Yurisbel Gracial?
RM: Bueno, Despaigne fue uno de los primeros peloteros que vino a Japón. Cuando uno llega a un país en el que nunca ha estado y donde las cosas son tan distintas, siempre trata de hablar con una persona como él, que ya lo conoce todo y te lo puede explicar. Uno aprende mucho de esas conversaciones, ya sea con Despaigne o con Gracial. Despaigne, específicamente, me ayudó mucho, sobre todo en mis primeros años en la liga. Le enviaba mensajes casi todos los días y, por lo general, me respondía rápido. Por supuesto, en ciertas ocasiones se tardaba en responder, y ahora que he pasado tantos años aquí entiendo la razón de esa demora. Cuando uno juega al máximo nivel de la NPB, tiene que trabajar muy duro y casi no tiene tiempo para hacer nada más. Ahora entiendo por qué no me pudo responder antes.
Al ritmo que vas, tienes chance de llegar a los 250 salvamentos de por vida en Japón, una marca que te daría acceso al llamado Meikyukai, o Club de los Jugadores Extraordinarios. El venezolano Alex Ramírez es el único pelotero latino —de hecho, el único jugador importado— que ha sido admitido al mismo, luego de haber sumado más de 2,000 hits en su carrera en la NPB. ¿Te gustaría llegar a esa meta y unirte a Ramírez en ese club?
RM: Bueno, primero que todo, para llegar ahí lo principal es tener mucha salud. Ya el tiempo dirá lo que podrá pasar conmigo. De cualquier forma, mi enfoque nunca ha estado en una meta prestigiosa, sino en hacer mi trabajo día tras día, obtener buenos resultados en cada juego y ayudar al equipo a ganar, para que así podamos clasificar a la postemporada y pelear por un título, que es lo que más deseo lograr.
Para finalizar, ¿qué es lo que más te gusta de Japón? Este es un país maravilloso: tiene comida muy buena, la cultura es muy bonita, el sistema de transporte, los trenes, todo. ¿Qué es lo que más te gusta de vivir y trabajar aquí?
RM: Todo. Me he adaptado muchísimo a este país, en términos de comida, de respeto a los demás y del ambiente que se disfruta en la calle y en los estadios. También me gusta mucho su clima.
Déjame ponértela más fácil: ¿cuál es tu plato favorito en Japón?
RM: Bueno, en realidad no tengo una comida favorita en Japón. Como casi de todo. Mientras me guste lo que veo, me lo como. Claro, me gusta mucho el ramen y también el yakiniku, que muchas personas vienen aquí a probar. El sushi también, por supuesto, pero en general no tengo un plato favorito.
En total, en este 2025 ha lanzado 30.2 entradas, en las que sus rivales solo le han fabricado una carrera. En ese lapso ha propinado un total de 33 ponches y su control ha sido tal que solo ha otorgado nueve bases por bolas. Con este dominio de sus comandos se ha vuelto casi imbateable, al presentar un WHIP de 0.92, mientras que posee una tasa de 9.78 ponches por cada nueve entradas de actuación.
Su efectividad es de 0.29 carreras limpias por cada nueve entradas de labor y, si analizamos toda su carrera, presenta un ERA de otra galaxia al permitir solo 1.58 anotaciones limpias por cada nueve entradas. No hay duda de que, cuando finalice su carrera en Japón, tendrá muchas papeletas para integrar el Salón de la Fama.
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