Por Guillermo Rodríguez Hidalgo
La Habana, Cuba.- Uno de los refuerzos de Las Tunas en esta segunda etapa de la temporada 58 del béisbol cubano, es el capitalino-artemiseño Jorge Enrique Alomá. Pablo Civil lo llamó como segundo hombre, detrás del torpedero Alexander Ayala y aunque era a priori uno de los campo corto más codiciados en dicha “lotería”, el mentor de los sub-campeones lo pidió para jugar la segunda almohada.
Sobre la elección, Alomá declaró que estaba preparado y que puede asumir la responsabilidad de custodiar la intermedia dentro del conjunto de los “Leñadores”.
“Siempre es bueno desempeñarse en otras posiciones y para mí es una gran oportunidad jugar al lado de uno de los mejores peloteros de Cuba, no me molesta que me saquen de mi base natural”.
Alomá confiesa que no le cogió de sorpresa la elección de Civil.
“Estaba preparado, ya uno va sacando las cuentas y mirando lo que le hace falta a cada equipo, de ahí que no me haya sorprendido formar parte de Las Tunas”.
Muchos especialistas consideraron que Alomá podía vestirse de azul en la segunda fase de la actual serie, sin embargo en los planes de Rey Vicente Anglada nunca estuvo tomar a un hombre que al decir del manager capitalino, no se iba a sentir bien dentro de los Industriales.
“Hubiera jugado con ellos sin ningún tipo de problema, incluso pensé en esa opción. Pablo me pidió bastante rápido y no se dio la oportunidad de regresar a mi antiguo conjunto”.
El torpedero de la selección cubana al Torneo de Harlem, manifestó que tiene excelentes relaciones con los atletas tuneros y con su mentor Pablo Civil.
“Nos llevamos muy bien, compartí cerca de tres meses en la Serie Especial con unos cuantos, con otros incluso estuvimos en Holanda. En el caso de Pablo es un director muy preparado, que no tiene miedo a arriesgar y ya me dirigió en el tope que sostuvimos aquí en Cuba contra dos equipos mexicanos”.
Jorge Enrique Alomá tuvo una excelente primera fase con los “Cazadores” de Artemisa, al batear para 394, con siete cuadrangulares, 34 anotadas y trajo a 31 compañeros para la goma. En la misma jugó el campo corto y la segunda base, donde cometió seis errores y tuvo average defensivo de 968.