Por Reynaldo Cruz
El Salón de la Fama del Béisbol Cubano, cerrado desde el deceso de la Liga Profesional Cubana de Invierno, fue re-fundado en noviembre del año 2014, con la elección de diez peloteros (cinco de la época pre-revolucionaria y cinco de la época post-revolucionaria), con la presencia de alrededor de un centenar de periodistas, historiadores y analistas del béisbol. El proyecto, encabezado por el cineasta Ian Padrón, cayó posteriormente en un letargo del que amenaza no poder levantarse. Padrón, radicado hoy en Estados Unidos y célebre por su amor por el béisbol reflejado en su documental Fuera de Liga, es tal vez uno de los que mayor decepción sienta respecto a lo sucedido.
Universo Béisbol logró robarle algunas respuestas que ponemos a su consideración.
Universo Béisbol: ¿En qué momento y bajo qué circunstancias surge la idea de reabrir el Salón de la Fama?
Ian Padrón: Reabrir el Salón de la Fama del Béisbol Cubano (SFBC) era un reclamo a voces de todos los seguidores de nuestro deporte nacional y fue una idea que muchos deseaban materializar desde hacía años. Eddy Martin fue uno de sus promotores más conocidos. También Carlos del Pino en la Federación Cubana de Béisbol Amateur (FCBA) y por supuesto el grupo de historiadores matanceros que promocionan el Palmar de Junco como su posible sede. Era una vergüenza no tenerlo si caemos en cuenta que países con menos historial como México, Venezuela, Japón, Corea, Colombia, Italia. Australia y España; ya lo tienen.
En mi caso personal lo decidí cuando mi documental FUERA DE LIGA compitió en el festival de cine que organiza el Hall de la Fama de Cooperstown. Fue entonces donde me dije: Cuba se merece tener un lugar similar y voy a intentar que así sea. Comencé entonces a investigar por mi cuenta.
Varios años después, en un programa de televisión llamado “AL DURO Y SIN GUANTE” que conducían Rodolfo García y Sergio Ortega, expresé públicamente mi deseo de cooperar con esta noble causa. Al otro día me llamó Antonio Díaz-Susavila, quien me explicó que desde hacía tiempo él era el encargado por la FCBA para crear un Salón de la Fama. Quedamos en vernos pero pasaban los días y no se concretaba el encuentro. Fue entonces cuando llamé al periodista Joel García y le pedí “sacudiera la mata” y me ayudara a que todos fueran a mi estudio. Nos reunimos el 1 de agosto de 2014 un grupo de 12 especialistas – luego entró Suarez-Valmaña y fuimos 13-, que decidimos retomar esta “batalla” por el Salón de la Fama.
La circunstancia era adversa ya que desde 1961 se proscribió el profesionalismo y por consecuencia fue descontinuado y olvidado el Salón de La Fama del Béisbol Profesional Cubano fundado en 1939. Muy poco se había investigado a profundidad sobre este tema. Había clara ausencia de una estrategia a seguir y algunos proyectos anteriores marcaban una solapada tendencia a no reconocer a los 68 atletas ya exaltados entre 1939 y 1960. También sentí mucha dispersión de criterios y estilos de trabajo. Lógicamente había en algunos la cautela de que este podía ser un nuevo intento fallido.
Pasé rápido de mi espontáneo ofrecimiento para colaborar, a dedicarle a este proyecto las “24 horas del día y parte de la noche”. Debo confesarte que junto a mis 3 hijos y mi familia, ésta es la acción de vida de la cual me siento más orgulloso. Hay una foto que creo tomaste tú, donde se me salieron las lágrimas cuando se declaró refundado el SFBC aquel 7 de noviembre de 2014. Sentí que habíamos hecho algo importante por nuestro país.
UB: ¿Hubo apoyo o rechazo de la Dirección Nacional de Béisbol en un principio… o se hizo a regañadientes?
IP: Si es injusto decir que hubo rechazo, tampoco podemos decir que al principio hubo un gran apoyo. Dos miembros de la Federación Nacional de Béisbol formaron parte de ese grupo de 13 especialistas que yo propuse nombrar “Entusiastas por la fundación del Salón de la Fama del Béisbol Cubano”. El profesor Félix Julio Alfonso propuso corregir el título y cambiamos a “re-fundación” como muestra de respeto al original de 1939.
Nos reuníamos en mi pequeño estudio de audiovisuales que quedaba en O entre 23 y 25 en el Vedado, pared con pared con el Ministerio de Justicia. Cada cual traía lo que podía para resistir las largas horas de debate. Así nos reunimos todos los jueves durante 3 meses y algo más. Éramos nosotros solos contra todos los fantasmas y prejuicios, incluso los propios. El entonces comisionado nacional Higinio Vélez se reunió con nosotros una vez durante una hora en el Latinoamericano y se impresionó por lo rápido que avanzaba este proyecto. Poco tiempo después vino el cambio al nuevo comisionado Heriberto Suárez, quien tuvo una actitud muy objetiva y avaló el proyecto el 7 de noviembre de 2014, fecha oficial de la “re-fundación”.
UB: ¿Hubo alguna otra institución que desde dentro de Cuba apoyara el proyecto?
IP: No, ninguna institución ni dentro ni fuera de Cuba nos patrocinó nuestra investigación. Ese es un gran mérito del cual me enorgullezco. Demostrar que si la sociedad cubana se organiza, puede cambiar muchos aspectos de su realidad y no tiene necesariamente que depender de las instituciones.
Es indispensable reconocer la entrega de algunos miembros de La Comisión Nacional de Béisbol, que por convicción personal hicieron posible en el estadio Latinoamericano, el Coloquio Nacional con casi 100 periodistas de todo el país. La “ayuda institucional” apareció sólo unos días antes de dicho Coloquio. Posterior a este evento, la FCBA sí cubrió los gastos de la fabricación de las placas-moldes de los 10 exaltados de 2014. Me sirvo de esta entrevista que me haces para recordarles a todos que esas placas aún esperan para ser terminadas con su fundición en bronce.
UB: ¿Qué pasos legales fueron o son necesarios para lograr que esta idea florezca como un ente independiente, académico e histórico?
IP: En las condiciones de la Cuba actual es imposible que el Salón de la Fama sea totalmente autónomo e independiente. Eso sería una mirada ingenua a nuestro contexto. Por supuesto que lo más ético es que sea un ente soberano, pero las estructuras burocráticas de nuestro país no están preparadas para verlo así.
UB: Si el Centro Recreativo Cultural José Antonio Echevarría, otrora Vedado Tennis Club, se erige aún como un símbolo del racismo (recordemos que la Unión Atlética Amateur no permitía negros en sus filas), ¿Por qué se escogió este lugar y no el Palmar de Junco, además de por su excelente ubicación y construcción?
IP: Ver el edificio del Echevarría como símbolo de racismo – aún después de 55 años sin ser el VTC-, es realmente un argumento risible. Creo que los que ven “aún” esos fantasmas en el actual edificio, sólo intentan desvirtuar o minimizar nuestra propuesta, en favor del Palmar de Junco.
Como mismo detallas en tu pregunta, este edificio tiene “excelente ubicación y construcción”, lo cual garantiza un 50% del éxito de una institución de bien público. Para tan abarcador objetivo, es necesaria un sólido inmueble que pueda acoger una biblioteca, una fototeca, una videoteca, un teatro, las exposiciones de los uniformes e implementos de juego, oficinas, tiendas, cafetería, etc. Tiene que tener una seguridad patrimonial y un control estable de la humedad y la temperatura. Eso es imprescindible para conservar lo que se done a esa institución. También debe tener una amplia área de parqueo, así como sus propios trabajadores, horarios y reglamento interno.
Nosotros defendemos “El Echevarría” (VTC) no porque creamos que tiene más trascendencia histórica o es más importante que EL Palmar de Junco. Lo propusimos porque además de dicha historia, no hay que construir nada nuevo; sólo reparar. Es un edificio majestuoso y está en pleno corazón de la capital, a menos de 10 minutos del Latinoamericano y colindante con el Malecón. Consultamos a arquitectos especialistas en restauración y nos dieron luz verde. Con la inversión correcta, en menos de 24 meses este lugar podría ser rescatado completamente.
La posible sede siempre será un tema candente porque hay una corriente que defiende que el Salón de La Fama tiene que estar ubicado “sí o sí” en El Palmar de Junco porque allí se jugó el juego del 27 de diciembre de 1874 que para algunos es el primer juego oficial del béisbol en Cuba. Hay artículos publicados en Matanzas donde se nos acusa de “querer robar la sede del Salón de la Fama” a los matanceros.
Nadie les puede robar lo que nunca han tenido. La verdad histórica es que el Salón de La Fama fue creado en 1939 en La Habana, por Jaime Mariné quien era Director Nacional de Deportes por aquel entonces. Primero se situó en el Estadio La Tropical –actual Pedro Marrero- y luego pasó al Gran Stadium del Cerro, actual Latinoamericano. Ambos lugares están situados en la capital. En nuestra búsqueda de todo lo sucedido desde 1939, no encontramos ni una sola objeción a que estuviese en dichos estadios, ni hubo ningún intento de trasladarlo a Matanzas. Si este refundado SFBC es la continuidad actualizada del creado en 1939 no veo por qué alterar lo que a todas luces parece lo más lógico.
Mi familia paterna y mi apellido son oriundos de Matanzas y amo a esa provincia, pero si es difícil lograrlo en La Habana, es casi imposible en Matanzas. De hecho, nada o casi nada se ha podido hacer en el Palmar en los últimos 30 años. Si lo visitas hoy mismo, te darás cuenta que ni las mismas autoridades matanceras lo respetan ni protegen. Aprovecho para denunciar públicamente que esa joya de nuestro deporte nacional está en un estado deplorable en gran parte de su infraestructura. El respeto que ese lugar se merece debe empezar por casa, creo yo.
El Palmar de Junco es la sede del primer juego documentado en la prensa cubana y uno de los estadios más antiguos que aún sigue activo. Eso es algo que nadie puede negar y es un mérito histórico de Matanzas. Hay un suceso trascendental en 1864, diez años antes del mencionado partido del 27 de diciembre de 1874, cuando el joven habanero Nemesio Guilló que estudiaba en los Estados Unidos, introduce los primeros implementos de este deporte, considerándose por la gran mayoría de los historiadores, como la llegada del Baseball a nuestro país. Así lo plasmó el Diario de La Marina el 6 de enero de 1924, a través de una entrevista realizara Guillermo Pi al mismísimo Nemesio Guilló.
Los que han leído la citada crónica publicada en el periódico habanero “El Artista” el 31 de diciembre de 1874 y firmada con el seudónimo de Henry por el periodista Enrique Fontanills, -basada en otra del periódico “Auroras del Yumurí”, recordarán que Henry concluye la crónica diciendo: “Es probable que dentro de dos meses se realice en el Vedado, donde el Habana BBC tiene su play-ground, otro desafío entre los mismos clubs”. Es obvio que había otros terrenos en Cuba y se jugaba mucho antes de 1874.
En ese famoso juego del 27 de diciembre de 1874, hay varios aspectos que a todas luces lo hacen ver más como un juego informal u ocasional y no como un desafío en toda regla.
Si vamos estrictamente a lo recogido en la crónica, el pitcher de Matanzas no hacía legalmente sus movimientos al lanzar y se acordó después de una fuerte discusión, que el pitcher del Habana que sí lo hacía correctamente, también lanzara libre de todo reglamento. Es llamativo saber que había jugadores norteamericanos entremezclados con los cubanos. El juego no formaba parte de ningún campeonato ni evento organizado. No hay ninguna prueba de que ambos equipos estuvieran correctamente uniformados. El terreno estaba en muy mal estado impidiendo el buen trabajo del árbitro. Otra curiosidad es que en esa época los partidos terminaban con el primero que llegara a 21 corridas y este tuvo marcador de 51 a 9, lo cual demuestra que era más un divertimento que una competición. Para cerrar, este famoso juego nunca se terminó y fue suspendido a las 5.35 pm en el 7mo inning a causa de la oscuridad. A mi juicio este es un partido de los que ahora se llamaría “de exhibición”.
Aun así, si fuese el primer juego en Cuba, habría que aceptarlo a pesar de esas irregularidades. En eso tienen razón los historiadores matanceros; pero no fue el primero. Hay registros de prensa sobre juegos anteriores, como cuando el 3 de septiembre de 1867, el periódico Aurora del Yumurí reflejaba un partido del día anterior -también en el Palmar de Junco-, entre jóvenes del Comercio Habanero contra norteamericanos radicados en Matanzas. Desde 1907 el historiador Raúl Díez Muro en su libro “Historia del Baseball Profesional en Cuba” expone que el Club Habana se fundó en 1868 por 25 atletas, entre ellos el gran Emilio Sabourín y Ernesto Guilló, hermano de Nemesio. Nadie va a crear un club de béisbol, para no jugarlo. Eso es otra prueba de que en La Habana se jugó con seis años de anterioridad a la fecha de 1874. Creo que lo más justo es reconocer que ambas provincias son pioneras de ese deporte en Cuba.
Para la gran mayoría de los historiadores a nivel mundial, el primer partido oficial de Cuba fue el que se realizó entre Habana y Almendares, el 29 de diciembre de 1878, en un terreno situado en Línea y G en el Vedado; donde actualmente se encuentra el hospital América Arias, conocido popularmente como Maternidad de Línea. Fue pocos meses después de acabada “La Guerra de los 10 años” e inauguró la Liga Cubana de Béisbol. Ese es el Día Oficial del Béisbol Cubano, declarado así de forma unánimemente por los historiadores y periodistas desde hace más de 70 años. Los quince años del período comprendido entre 1864-1878 son la piedra angular del arraigo del Baseball entre los cubanos, en plena lucha por su independencia. Esos “mágicos 15” fueron los pasos intermedios para llegar a la creación del primer campeonato oficial.
Volviendo a Matanzas, hay una resolución de la Comisión de Monumentos, la 104 de 1991, que declara al Palmar de Junco monumento nacional y que sugiere en uno de sus por cuanto: “que ha considerado rendirle homenaje al Palmar, situando allí el Hall de La Fama”. Primero que todo, esa comisión puede estar capacitada para declarar un lugar histórico como monumento nacional, pero no es su competencia decidir sobre donde se hará una institución referente al béisbol. Suspicazmente esa resolución NO hace ni una sola mención a la existencia del Salón de la Fama desde 1939 ni tampoco menciona en una sola de sus letras al juego de 1874. Curiosamente, el documento no puede aludir toda la historia y sí deja claro la fecha de “1878 como el inicio del primer campeonato organizado en nuestro país”. En la parte del texto donde se resuelve dar las conclusiones – que es realmente la resolución en sí misma -, en el segundo punto se dice: “se derogan cuantas disposiciones se opongan a la presente”. Hablando en plata, ese documento fue un intento para borrar la historia del Salón de la Fama de 1939 y crear uno distinto“, no reconociendo así a los 68 peloteros elegidos ya, que eran profesionales. Esa fue una de las razones principales por la cual esa idea nunca fructificó. Si se hubiera cumplido con esa resolución, tendríamos un SFBC solo de las Series Nacionales. A los que redactaron y promovieron ese documento, no les importó la verdadera historia del béisbol cubano, con tal de tener el Hall de La Fama en Matanzas. Con todo respeto, esa es la verdad de dicha resolución: No fue rigurosa y tampoco respetuosa con la historia.
A continuación cito algunos de los lineamientos del proyecto del Palmar de Junco, que prueban mi criterio:
Dignificar a los peloteros humildes que practicaron el profesionalismo antes de la Revolución y que pusieron en alto el nombre de Cuba en la arena internacional.
Reconocer el trabajo desplegado por la federación cubana de béisbol en la etapa revolucionaria.
Destacar a todos los peloteros que se han destacado en el deporte nacional e internacional, en la etapa revolucionaria.
Sin comentarios. Para acentuar aún más la mirada limitada de este proyecto, hace unos años allí se intentó crear un espacio provisional que se pareciera a un Salón de La Fama. Sólo eligieron a matanceros.
De todas maneras, si dejamos las pasiones provincianas a un lado, debemos enfocarnos en que ni para mal ni para bien, la historia de un lugar debe ser la única razón para escoger la sede del SFBC. Un edificio no representa necesariamente a las personas que lo habitaron anteriormente. Si bien había racismo en el deporte amateur, no era solo en el Vedado Tennis. La historia de este lugar también es trascendental en el deporte cubano. En 1914, se fundó allí La Liga de Béisbol Amateur de Cuba, antecedente de las actuales Series Nacionales. Allí jugaron Adolfo Luque, Jacinto Calvo, Rafael Almeida y muchas otras estrellas. Allí se jugó béisbol profesional en la temporada 1934-35, tanto con jugadores negros como blancos. Ahí jugaron peloteros amateurs como Conrado Marrero, Natilla Jiménez y Ramón Carneado. Alrededor de 20 de los 68 exaltados hasta 1960, jugaron o fueron entrenadores allí. En el VTC fue recibido José Ramón Capablanca cuando regresó del campeón mundial. También fueron miembros de ese club, José Llanusa y Jorge García Bango, rectores del deporte en Cuba desde 1959. Allí fue entrenador Martín Dihigo cuando ya el VTC fue rebautizado como Centro José Antonio Echevarría.
Una edificación tiene muchos usos a lo largo de las diferentes etapas de un país y te pongo los ejemplos de la Plaza de la Revolución (antigua Plaza Cívica construida por Batista); o el Palacio Presidencial convertido en Museo de La Revolución; o La ciudad Militar Columbia que ahora es una escuela gigante. Esa lista sería interminable, por lo que es un argumento arcaico valorar la idoneidad de una edificación para acoger el Salón de La Fama, por los defectos o virtudes de generaciones pasadas.
De todas formas, no impusimos nuestro criterio. Tú fuiste testigo de un debate de horas al respecto y donde se llevaron a votación ambas propuestas, siendo aprobado el VTC – actual ECHEVERRIA, por amplia mayoría. Allí votaron historiadores y periodistas “de San Antonio a Maisí”, incluyendo los matanceros. Aun así, por su innegable importancia propuse que ambas sedes fuesen consideradas como parte del SFBC, lo cual fue aprobado también por votación mayoritaria. Los matanceros nunca se dieron cuenta que a pesar de las apariencias, éramos nosotros sus mejores aliados para salvar el Palmar de Junco.
Si en el VTC, empezando la remodelación mañana mismo, pudiera demorar hasta 5 años tenerlo todo listo. Calculemos cuánto tiempo y dinero llevaría construirlo desde casi desde cero en Matanzas, a 100 km de la capital y la FCBA. De todos modos, si los matanceros demostraran con realidades tener un proyecto viable para en un tiempo razonable tener listo el inmueble, yo sería el primero en apoyarlos aunque piense distinto. Muchos nos iríamos a trabajar y vivir en Matanzas, provincia muy bella además.
Mi sugerencia a los matanceros – a quienes estimo y respeto mucho-, es que cambien la estrategia de “protesto y vuelvo a protestar” siguiendo el círculo vicioso del juego de 1874 como bandera para tener allí el SFBC. Han tenido 25 años de ventaja desde la resolución de 1991 y no han hecho nada, “o casi nada que no es lo mismo… pero es igual” diría Silvio Rodríguez.
Los Salones de la Fama casi nunca están en donde supuestamente se jugó por primera vez béisbol en cada país. Están donde hay una voluntad expresa y realista para llevarlo a cabo.
UB: Háblenos de los entusiastas y sus roles dentro del proyecto.
IP: Los entusiastas inicialmente éramos 12 – bromeamos muchas veces con ser como los 12 apóstoles-, y luego fuimos 12 + 1. Hubo otras personas invitadas que declinaron participar y algunos que sí lo hicieron puntualmente y nos ayudaron, aunque no eran parte de esos 13. Para la historia, los integrantes del grupo “ENTUSIASTAS POR LA REFUNDACIÓN DEL SALON DE LA FAMA DEL BÉISBOL CUBANO” fueron: Ismael Sené, Félix Julio Alfonso, Yasel Porto, Sigfredo Barros, Joel García, Antonio Díaz-Susavila, Rolando Sánchez, Raiko Martín, Oscar Fernández Flores, Víctor Joaquín Ortega, Carlos del Pino, Jesús Suárez Valmaña e Ian Padrón como coordinador.
Poner de acuerdo a 13 cubanos sobre béisbol es sin dudas “la película” más difícil que me tocó “realizar” en mi vida. Éramos un grupo muy heterogéneo en edades, vivencias y conceptos; pero siempre llevamos todos los temas a votación y la mayoría impuso su criterio con su voto. Fue nuestra vía para mantenernos unidos por un objetivo común. Consultarnos e informarnos todo, sin exclusiones ni paternalismos. Eso enriqueció todo el proceso y aceleró los tiempos. Yo pensaba que llevaría años lograr la re-fundación y gracias a la unión y la transparencia entre nosotros, logramos en aproximadamente 100 días lo que nadie había logrado antes en más de 50 años.
Los historiadores Ismael Sené, Oscar Fernández Flores, Víctor Joaquín Ortega y Rolando Sánchez eran los más longevos y aportaron toda su visión con respecto al béisbol anterior a las series nacionales. Algunos de ellos había incluso estado en exaltaciones durante los años 50. Eso tenía un gran valor para el proyecto.
El Doctor Oscar Fernández Flores investigó mucho, revisando año por año en la prensa de la época para recoger estadísticas y testimonios. Esa pesquisa fue determinante a la hora de plantear una continuidad con el salón de 1939.
Ismael Sené fue un ejemplo de puntualidad y seriedad constantes en cada encuentro. Quiero destacar que cuando me sentía que perdía las fuerzas para seguir, miraba el ímpetu del “veterano” Sené y enseguida agarraba un segundo aire. Verlo caminar en la ceremonia de Bayamo sin su acostumbrado bastón, buscando la placa en nombre de Miñoso, es algo que nunca olvidaré.
Joel García fue un pilar fundamental a la hora de organizar el coloquio y trazar estrategias mediáticas de comunicación. Nunca cedió en su afán de darle coherencia y conclusión a cada punto del reglamento.
Carlos del Pino fue alma de este proyecto y su mirada desde las estadísticas fue clave para no cometer pifias sobre los requisitos para hacer elegibles a los atletas. Él llevaba mucho tiempo intentando crear las bases para un salón de la fama. Hablaba poco, pero cuando lo hacía, sólo tiraba strikes a 90 millas.
Yasel Porto puso mucha pasión, demostrando ser un gran conocedor de todas las épocas del béisbol cubano. Raiko Martín investigó sobre el Vedado Tennis y siempre dio opiniones que buscaban puntos de encuentro entre tantas lógicas discrepancias.
El profesor Felix Julio Alfonso fue clave en reforzar el profundo arraigo de nuestro béisbol en la identidad nacional y darle al proyecto, un irrevocable matiz del orgullo de la Nación Cubana hacia aquellos que por 150 años dejaron su juventud en los diamantes cubanos desde las guerras de independencia del siglo XIX. Creo que él tiene grandes condiciones para en el futuro ser el Presidente del Museo y Salón de la Fama del Béisbol Cubano.
Suarez-Valmaña fue el que organizó muchas de las encuestas y la tabulación de las mismas. Fue “un ciclón” que viró patas arriba el orden de las reuniones, siempre desde la lealtad y el respeto al proyecto.
Tony Díaz Susavila era el designado por la Comisión Nacional de Béisbol para fomentar la creación del Salón de la Fama. Él ayudó muchísimo a crear los lazos entre nosotros y la Federación Cubana de Béisbol. Sus consejos y puntos de vista fueron vitales para lograr dar pasos firmes hacia la re-fundación. Sin él, hubiese sido prácticamente imposible. Aunque después tuve con él profundas diferencias; al César lo que es del César.
Sin ser miembros regulares del grupo, el pintor Reynerio Tamayo y el escultor Agustín Hernández Carlos, aportaron su arte en el diseño de la placa y la fabricación de los primeros 10 modelos para los exaltados del 2014. Fueron consultados grandes atletas como Rey Vicente Anglada, Javier Méndez y Andrés Ayón. Otras personas como el jefe de reglas y arbitraje Luis Daniel Del Risco, la productora Betsy Rodríguez, Los diseñadores Jesús Reynaldo Hernández – Raúl Rodríguez Chiong , los arquitectos Enrique Hernández Castillo – Mabel Matamoros, los estadísticos Ariel-Armando Iglesias, Joel Elejalde, Paul Chaviano, Ángel Alderete, mi padre Juan Padrón y mi actual esposa Rossana Fernández; pusieron muchas horas de trabajo para apoyarnos. A ellos y otros que no menciono por un problema de espacio, aprovecho para agradecerles su paciencia y dedicación.
UB: Lo que surgió como una buena idea, fue de momento usurpado por la maquinaria del béisbol en Cuba, ¿hasta qué punto cree usted que se ha dañado la integridad del Salón de la Fama como institución académica? (acá puede hablarme de las presiones para que no se eligieran ciertos peloteros y la eliminación de la posibilidad de acoger el nicho en el Centro JAE, aunque de esto último le pregunto más adelante)
IP: Creo que el SFBC se parece a esta época. Ahora mismo la FCBA está actuando con su habitual línea de acción que pudiera resumirse en una frase del popular programa Pateando la Lata: “Que nadie toque nada… yo solo puedo tocar”. Son demasiado conservadores, aun siendo la entidad responsable de mantener vivo el béisbol en Cuba. Estamos ayudándolos a cumplir con su trabajo y lejos de vernos como aliados, desconfían en el criterio y la experiencia de los casi 100 especialistas que re-fundamos el SFBC. Se prefiere “controlar o vetar” cuando lo que se debe hacer es “viabilizar y apoyar”.
Esto es un proyecto que tienen que realizarlo beisbolistas, historiadores, museólogos, arquitectos, periodistas, artistas y estadísticos. Ni el INDER ni la FCBA deberían “influir” en las decisiones de esta institución académica. “La Pelota“ es parte de nuestra Cultura Nacional, no solo es un deporte. Si no van a ayudar, por favor déjennos trabajar. Si nos equivocamos, será nuestra responsabilidad. No somos ningunos improvisados.
Con respecto a los elegidos, en cada época y país se exaltan jugadores debido a variados criterios. Pueden ser desde oportunistas, racistas, nepotistas o políticos. O desde la ignorancia a la historia. En el mismo Salón de Cooperstown hay pocos latinos en comparación con su aporte a este deporte en Estados Unidos. Ahora mismo varias mega-estrellas que están bajo la sospecha de usar esteroides, nadie se atreve a elegirlos. Pete Rose que es el líder de todos los tiempos en hits de la MLB no es elegible por supuestas apuestas a favor de su equipo, cuando era manager. Muchos no están de acuerdo con castigarlos por eso. Incluso grandes como Luis Tiant Jr. o Minnie Miñoso, nunca han podido entrar a Cooperstown. Pero Cooperstown sigue adelante.
No justifico las arbitrariedades que supuestamente está pasando en nuestro Salón de La Fama, pero las veo como algo que se resolverá con el tiempo. Pasaron más de 50 años sin exaltar a nadie y ahora al menos podemos debatir sobre si estamos de acuerdo con los nuevos elegidos. “Cada cosa en su momento” dice el refrán popular. Ahora mismo lo más importantes es que se haga la selección anual y seamos más inteligentes que apasionados, aunque tengamos la razón. Nunca será completamente justo, ni se quedará bien con todos los amantes del béisbol. Eso es imposible.
Los Pacheco, Marquetti, Hurtado, Arocha, Liván, Arrojo, Cuellar, Tany, Contreras, El Duque y muchos otros; obviamente tienen méritos para ser elegidos mañana mismo. Si no es así por presiones internas o un voto moderado que pone la existencia del Salón por encima de algún caso puntual, es algo que aunque es injusto, no deja de ser reparable en el futuro. No es inteligente volver a detener el Salón por ninguna razón.
Creo injusto ser hipercríticos con los que están “bajo fuego” sin abandonar la batalla por lograr que siga vivo el SFBC. Es mejor pensar en cómo apoyarlos y respetarlos sean cuales sean sus decisiones. Separemos responsabilidades. Hay mucha valía y amor al béisbol cubano de parte de los que están allí. Ninguno cobra por eso. Lo hacen de corazón y lo mejor que las circunstancias le permiten.
Siempre que sea por votación, hay que respetar el resultado. Si los especialistas abandonan el SFBC y no hacen la votación, será mucho peor. Alertas… algunos funcionarios podrían estar propiciando una renuncia masiva para que todo se decida “a dedo” como tanto sucede en otros aspectos de La Pelota Cubana.
Paciencia y apoyo es lo que toca ahora, propongo yo. Sin dejar de tener criterios y reconocer que es una verdad “como una casa” la presión de las autoridades cubanas por evitar que salga elegido un atleta que haya jugado en series nacionales y luego haya decidido no vivir en Cuba. Si estoy equivocado sobre esa coacción sobre el Comité de Selección, que por favor salga algún dirigente del INDER o LA FCBA a desmentirme públicamente.
Vale aclarar que los estatutos que creamos y aprobamos hace dos años dentro de la misma FCBA son claros en ese punto donde ahora hay conflictos: Nadie será excluído ni por su raza, ni por su nacionalidad, ni por su lugar de residencia, ni su creencias religiosas; ni por sus ideas políticas.
UB: ¿Hasta qué punto la censura tuvo su influencia en todo el proceso de reapertura y lo que vino después?
IP: La peor censura es la autocensura. Estas primeras votaciones – porque todo fue por sufragios secretos y conteo con actas y testigos-, fueron elecciones que si bien han elegido siempre a luminarias indiscutibles de nuestro deporte nacional, hay que reconocer que han sido cautelosas. Pero ello no es razón suficiente para acabar o detener el Salón de La Fama.
Parto del criterio de que la votación de esta segunda elección se respetó. No tengo constancia de que no fuera así. Si los especialistas votaron y alguna autoridad deportiva vetó a alguien ya elegido, sí creo que sólo cabría renunciar en masa; o en su defecto, emitir una declaración pública denunciando dicha arbitrariedad con nombres y apellidos.
UB: ¿Por qué se escoge a un grupo selecto para que ejecuten el voto final, si sabemos que hay en Cuba una gran cantidad de personas capacitadas para elegir a los miembros del salón de la fama, y esto a su vez limita las posibilidades de que algún atleta sea electo, pues es bien posible que no se alcance el 75% en una cantidad tan pequeña de personas?
IP: Primero, ese jurado fue elegido por los propios especialistas de todo el país y es solo por dos votaciones seguidas. Luego hay que volver a votar para ratificarlo o cambiarlo. Más amplio o no, tiene que existir un comité de selección. En todos los salones, es más o menos así. No todos los especialistas o periodistas votan. En Estados Unidos eres elegible para votar cuando te avalan tu trabajo por más de 10 años en los medios de comunicación o en las editoriales. En Cuba también es un problema de infraestructura. Si ha costado trabajo lograr la votación de 25, imagínate de los 150 o 200 especialistas de todo el país. Creo que con el tiempo se ampliará poco a poco y crecerá ese número de votantes, además que cada año se les suman los atletas exaltados vivos.
Este es un proyecto perfectible. Estamos en pañales. No hay que pedirle a un bebé que corra si aún está aprendiendo a gatear. El de Cooperstown que es la referencia mundial, ha ido cambiando de reglas y estatutos varias veces. Esto empieza ahora.
UB: Teniendo en cuenta el lapso tan grande en que no hubo elecciones, ¿No cree que sería prudente crear un Comité para cada una de las distintas eras etapas y circunstancias del béisbol cubano (dígase Siglo XIX, Pelota profesional, Pelota Amateur antes de 1959, Series Nacionales desde 1962 hasta el inicio del bate de aluminio, de esa fecha hasta finales de los 90, y un comité para los que no jugaron en Cuba)?
IP: Muy complicada tu variante. Creo que mientras más sencillo y directo pueda ser, mucho mejor. Mira todo lo que está pasando y lo difícil que está siendo este inicio de re-fundación. Si los divides será peor y menos serio. En la sencillez, la transparencia y sobre todo en la tan difícil unidad; es donde estará el triunfo.
UB: ¿No cree que habría sido positivo hacer una salvedad y exaltar de manera automática a aquellos que forman parte del Salón de la Fama de otras naciones, como Tony Pérez, Lázaro Salazar, etc.?
IP: En los Salones de La Fama no puede haber nada automático ni arbitrario. No se puede a priori legislar algo que por beneficie a unos en detrimento de otros. Por ahí ya pasamos en la investigación y está claro en nuestro reglamento – al igual que en otros reglamentos similares- que ningún récord puntual o hazaña circunstancial te hacen elegible. Ningún Salón de La Fama elije a alguien porque fue electo en el Salón de otro país. Estos atletas que mencionas se lo ganarían como se dice popularmente “por carambola”. Este es el más alto reconocimiento que da un país o una región, a los practicantes del béisbol. Hay que hacer una votación y cumplir todos los requisitos de cada reglamento.
Un ejemplo es que el salón de la fama en sus elecciones desde 1939 a 1960, no permitió entrar a ningún jugador que no fuera cubano a pesar de que hay varios extranjeros que marcaron época en nuestros campeonatos. Nosotros en el nuevo reglamento, dejamos claro que no hay que ser cubano para ser elegible al SFBC. La igualdad de derechos es lo más respetuoso con los casi 20 mil atletas que han escrito la historia del béisbol en Cuba desde 1864 hasta la actualidad.
UB: ¿Qué sucedió con el antiguo Vedado Tennis Club y la supuesta selección de un “local” en el Estadio Latinoamericano para albergar el museo?
IP: No conozco las razones de ese repentino cambio que viola todo lo acordado por votación nacional. Ya yo había renunciado cuando esa decisión se tomó. Paradójicamente, parece que por ahora no estará ni en EL Palmar de Junco, ni en el antiguo Vedado Tennis. “La única verdad, es la realidad” decía Aristóteles.
UB: ¿Cree que lo que significó el VTC puede haber sido una de las causas que motivaron su eliminación como posibilidad por parte de los entes gubernamentales?
IP: Si esa fuese la razón, es de una hipocresía flagrante. Lo que significó el VTC, debe ser orgullo del movimiento deportivo cubano. Creo que hay muchas más virtudes que defectos en esa organización que duró más de 60 años y fomentó el interés por la práctica del deporte en Cuba. Vale recordar que los primeros juegos Centroamericanos y del Caribe que Cuba organizó, se celebraron en parte gracias a estas instalaciones. El primer cubano que formó parte del Comité Olímpico Internacional fue un miembro del Vedado Tennis. Pero repito, es la mejor instalación en aras de la factibilidad. El que no mira hacia el José Antonio Echevarría (VTC) como la mejor opción para acoger SFBC o no conoce a profundidad el tema o está poniendo “su finca” por encima de los intereses nacionales.
UB: ¿Hasta qué punto el intento de rescatar toda la historia por parte de los entusiastas puede haber sido una de las causas principales por las que la Dirección Nacional de Béisbol se apropiara de la idea?
IP: En Cuba no hay espacio para casi nada que sea espontáneo o surja de la actitud cívica e individual. Siempre hago un chiste que ilustra lo que quiero decir: Si en Cuba un grupo de personas deciden salir espontáneamente a las calles a gritar “VIVA FIDEL, VIVA RAUL Y VIVA LA REVOLUCIÓN”, posiblemente los lleven para una unidad de la policía a investigarlos. En Cuba lo que no está “planificado” o “dirigido” por la institución, es automáticamente cuestionado y es abolido sin pensarlo dos veces.
Este SFBC, como no fue creado directamente por una institución estatal, es “sospechoso” de tener ideas propias y poder tomar acciones “inconsultas”. Se ha hablado mucho de “cambiar lo que debe ser cambiado”, pero no se acaba de entender que el estado cubano no puede ni debe abarcar todos y cada uno de los aspectos de una sociedad de 11 millones de habitantes.
El Salón de La Fama es una organización académica de historiadores y cronistas especializados en béisbol. No es entendible tanta “preocupación” por esto. Para los que se aterran con reconocer a peloteros cubanos de otras ligas, vale recordarles que aquellos que se ganaron el amor y el respeto del pueblo cubano, no los saca nadie de allí. Decía Albert Einstein “La mente es igual que los paracaídas, solo funciona si se abre”.
La gran mayoría de los cubanos celebramos hace unos meses, la visita de Yasiel Puig y José Pito Abreu a Cuba. Aplausos “con las manos y con los pies” para los que lograron ese acontecimiento.
Ahora, si es verdad que todos los problemas de este año en el SFBC fueron porque se votó por Antonio Pacheco; cabe preguntarse cuál es el criterio donde atletas cubanos activos en MLB, son recibidos por la FCBA y “El Capitán de Capitanes” que se fue de Cuba siendo entrenador, es vetado y rechazado. Te digo más, creo que si le preguntaran a Raúl Castro su opinión sobre Antonio Pacheco, no lo excluirían del Salón de La Fama. Esto es una maniobra mediocre de los que siempre ponen el puesto por encima de la razón y el bien público.
UB: Los Salones de la Fama en todo el mundo deben contar con el apoyo de los distintos organismos rectores, sin embargo, éstos no tienen otro vínculo con los salones que no sea el de brindar todo el apoyo y los accesos, y se abstienen totalmente de influir en las decisiones de cualquier tipo que tenga la junta directiva de ese salón o las decisiones de los votantes. Esto me lo dejó claro en una entrevista Jeff Idelson, Presidente del Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, aunque sí declinó ante la posibilidad de hablarme del caso de Cuba. ¿Qué piensa usted del caso de Cuba en particular al respecto?
IP: Sería muy importante contar con el apoyo de instituciones afines como Cooperstown o el Salón de la Fama de Japón. También con el Ministerio de Cultura de Cuba. Imagínate que se repare el Echevarría como mismo se hizo con el García Lorca. Imagínate tener allí un oasis donde las generaciones de cubanos puedan pasar horas investigando y aprendiendo de nuestro deporte nacional. Repleto de niños preguntando quién era Martín Dihígo o José de La Caridad Méndez. Un lugar donde ex atletas puedan fundar una academia y enseñar lo aprendido a las nuevas generaciones. Un recinto donde se atesoren los trofeos, las fotos, los libros y uniformes de todas las épocas.
Además de ser un lugar inolvidable, estoy seguro que sería el museo más visitado de la isla.
UB: De acuerdo con la experiencia que ha tenido, ¿cuál vislumbra usted como obstáculo principal para que el Salón de la Fama del Béisbol Cubano funcione tal y como debe?
IP: Yo veo dos aspectos que serán definitivos.
El primero es que todos los que formamos parte de esto tengamos la paciencia para en favor de nuestra nación, aguantar la envestida de los oportunistas o ignorantes que ponen sus intereses personales por encima de los reclamos de la afición cubana. Yo mismo, renuncié como Coordinador cuando las autoridades del béisbol me mandaron un correo diciendo entre otras decisiones unilaterales que “No serán invitados ninguno de los residentes en el exterior”. Dimití porque lo consideré mi deber elemental en solidaridad con Orestes Miñoso y Camilo Pascual. Pensé que el grupo generaría espontáneamente un sustituto que reorganizara a todos en busca de un objetivo común. En el tiempo, creo que decidí desde la ética y mis principios como ser humano, pero no fue estratégico con respecto al Salón de la Fama.
Mi consejo y mi petición a los que están ahora son que por favor no renuncien, sino que denuncien. Publiquen los resultados y fijen sus posiciones, pero no abandonen el SFBC. El béisbol cubano los necesita hoy más que nunca.
El segundo aspecto que considero fundamental es que el tiempo sigue pasando y el INDER no acaba de cambiar su política de exclusión hacia los atletas que decidieron no vivir en Cuba. Eso está ahogando al béisbol cubano, aun estando “a pocos metros de la orilla”, aun pudiendo encontrar una solución relativamente con facilidad. Están destruyendo un patrimonio cultural de la nación cubana, por no reconocer como fracasada, la estigmatización de que el que se va de Cuba “es un traidor”. No renunciar a viejos métodos y actualizarse con el siglo XXI es tristemente una pesadilla para los deportes en Cuba. Se debe aceptar lo que ya el pueblo asumió hace tiempos: Eres cubano donde quiera que vayas y hay que valorarte y respetarte por tu valía como persona y como deportista, no porque seas más o menos afín a una ideología.
Basta ya de tristeza para los aficionados cubanos… para mí los más fieles y apasionados del mundo. Incluso me atrevo a proponer unas breves líneas para las autoridades deportivas cubanas, en caso que dieran este paso tan importante hacia la reconciliación nacional.
Queridos aficionados de La Pelota Cubana:
La FCBA ha decidido que el Equipo Cuba pueda ser integrado por atletas que juegan en nuestra Serie Nacional y también por aquellos nacidos en Cuba o de origen cubano que actualmente militan en otras ligas del mundo. La gran mayoría de estos jugadores han sido formados por nuestro movimiento deportivo el cual ha tenido que hacer grandes inversiones de recursos materiales y humanos para ello. Es hora de seguir probándole al mundo quienes somos en el béisbol y para ello no podemos renunciar a contar con todos nuestros principales baluartes. La Nación Cubana –como hace una verdadera madre-, no tiene por qué rechazar a sus hijos por distinto que piensen entre sí. Quedan formalmente invitados – sin excepciones-, todos los atletas y entrenadores cubanos en activo que deseen formar parte del equipo nacional de Cuba. La afición los espera con los brazos abiertos.
UB: Una vez que el proyecto comenzó a dar tumbos, ¿Cuál fue la reacción de los entusiastas y del comité del voto final, hasta donde usted conoce? ¿Cuál ha sido el estado de opinión, si es que se ha mantenido comunicado con ellos?
IP: He perdido prácticamente la comunicación con todos los miembros y no estoy informado directamente por ninguno de ellos de lo que está sucediendo. Sólo leo lo que publican blogueros o periodistas en la red, lo cual no es siempre información de primera mano.
UB: A pesar de vivir en el exterior y de todas las cosas que han sucedido en torno al Salón de la Fama, ¿sigue apoyando la idea del Salón de la Fama y pretende seguir ayudando a quienes hacen todo lo posible por mantenerlo?
IP: Suceda lo que suceda, ellos tienen mi apoyo total y mis consejos si lo necesitaran; incluso aquellos que puedan tener puntos de vista distintos a los míos. Los respeto y considero igualmente. Les deseo mucho éxito y los aplaudo en nombre de todos los que amamos el verdadero béisbol. Tengamos confianza en que la justicia llegará y pondrá todo en su lugar.
Por lo pronto, ya la votación de 2015 se ha filtrado extraoficialmente con la exaltación de Willy Miranda, Pedro Luis Lazo y Luis Tiant Jr. Se parezca o no a nuestro gustos, ya esa está. Ahora hay que pensar en la votación del 2016. Si no hay condiciones para elegir un nuevo Comité de Selección, extiendan el período de trabajo del ya elegido en 2014 y vuelvan a votar. No se rindan, la historia y la verdad están de vuestro lado. Me despido con una frase de Warren Buffet que ilustra todo lo que he intentado decir en esta extensa entrevista: “Sólo cuando baje la marea, sabremos quién estaba nadando desnudo”.
Gracias Reynaldo por este espacio y mis respetos por tu trabajo a favor de La Pelota Cubana.
Play Ball.