La visita de los Orioles de Baltimore a Miami significó el regreso de Fredi González su tierra. La misma que lo vio crecer como persona y tiempo después como manager.
Fredi solo disputó seis temporadas en el béisbol organizado estadounidense como atleta. Siempre con los Yankees de Nueva York desde que fue asignado en 1982, no logró superar el nivel doble A en dicha organización. Se desempeñó como receptor e inicialista y solo promedio para .199 de avergue ofensivo (188H; 945AB).
Con solo 26 años comenzó su carrera como manager en los sistemas de granjas de los Marlins de la Florida. Hasta que en la década de los 2000 iniciará su camino al más alto nivel. En 557 desafíos al frente del equipo de la ciudad de Miami, exhibió balance de 276 triunfos y 281 descalabros. Ubicándose como tercero en la votación para Manager del año de la Liga Nacional en el 2008 y séptimo en el 2009.
Al culminar su ciclo en Miami, González se traslada hacía los Bravos de Atlanta donde permanece durante seis temporadas (434 victorias, 413 derrotas), alcanzando las series divisionales de la Liga Nacional en el 2013, luego de ser eliminado el año anterior en el Wild Card. En el 2017 regresa a los Marlins como coach y ya para 2020 se traslada a los Orioles de Baltimore, donde ha sido participe del crecimiento del equipo.
Pelota Cubana tuvo el placer de conversar sobre este y otros temas con el destacado entrenador y estás fueron sus impresiones.
¿Qué sientes cuando vienes a Miami?
«Mucho orgullo, primero porque tengo a mi mamá y mi papá. En el día libre estuvimos mi hermano y mi hermana, estuvimos un ratico con ellos. Esta fue la primera organización con la cual trabajé y me han pasado muchas cosas buenas. Cada vez que vengo me da buenos momentos».
Ahora estás con los Orioles, que viven un excelente momento.
«Yo estuve con ellos en el 2020 y el 21. Estaba la cosa difícil. Ya en el 22 empezabas a ver muchachos en Clase A y de Novatos que iban subiendo hacia las Grandes Ligas. En el 23 ganamos más de 80 juegos, en el 24 ganamos más de 100 juegos. Ahora estamos en el primer lugar de la división. Ves el trabajo que se hizo por el gerente general. Supieron elegir bien en el draft. Son buenos peleteros, pero mejores muchachos».
Habiendo nacido en Cuba, ¿cómo ayudas a Cionel Pérez y Yennier Cano?
«Hablamos mucho, pero escucho más de lo que hablo con ellos, sobre los trabajos que han pasado, las oportunidades que le han dado. A Cionel no le dieron chance en Houston. A Cano desde que lo cambiaron ha hecho tremendo trabajo en el bullpen. Son los muchachos más mansos que he visto yo».
Cuando ves tu nombre en la corta lista de manager cubanos, ¿qué sientes?
«Orgulloso de estar al lado de nombres como Tony Pérez, Carlos Tosca, Cookie Rojas, Preston Gómez. Me gustaría tener nuevamente una oportunidad de dirigir. He tenido mucha suerte y mucha gente que me ha impulsado. Ojalá que me den otra oportunidad antes de que me retire del deporte».
¿Cómo recuerdas ese tiempo de manager aquí en Miami?
«Cuando fuimos a comer a casa de mis padres…es la misma casa de familia desde hace 50 años. Recuerdo la conferencia de prensa cuando me presentaron y les dije a mi padres que ahora soy el manager de los Marlins. Se acabó la luna de miel. Pero los años que estuve aqui dirigiendo me trataron muy bien».
¿Sigues lo que está pasando con los Marlins?
«Sí, pero no tanto a profundidad. Cuando en el hotel empecé a ver los nombres de los jugadores, solo conocía a dos. A los demas tuve que investigarlos, ver videos. Han ido a playoffs dos años. Están cerquita, pero no se cuál es el objtivo de la gerencia».
¿Qué pelotero cubano te ha impresionado más?
«Hay muchos. Yordan Alvarez. A la gente les digo que no falla un turno. Ese es el mejor swing de un zurdo que he visto yo. Randy Arozarena, Adolis García. Los lanzadores que tenemos aquí. José Iglesias que sigue dando vueltas. Yo lo tuve aquí en el 2020 y es tremendo muchacho. Roenis Elías. Una cosa que busco en un roster es gente cubana y gente de Miami».