El béisbol cubano, otrora emblema de orgullo y tradición, atraviesa hoy un momento de extrema debilidad que se refleja con contundencia en su preparación para el Premier 12. Tras los primeros encuentros preparatorios, la escasa capacidad ofensiva y un pitcheo que roza lo inverosímil por debajo de los 90 mph evidencian el rezago en el que ha caído el deporte nacional. En un béisbol moderno donde los lanzamientos rompientes superan esa velocidad, el equipo cubano se presenta, irónicamente, con una recta que en otra época hubiese sido digna de un pitcher juvenil.
El plantel luce lento, desesperantemente lento, y los batazos de largo alcance brillan por su ausencia. No es de extrañar que el colega Yasser Vázquez nos recuerde que Alfredo Despaigne, quien parece destinado a ser el cuarto bate, no ha conectado un cuadrangular en sus últimas 76 apariciones al plato en torneos de peso desde la Serie del Caribe 2018 hasta el Clásico Mundial de 2023. En ese mismo intervalo, ha remolcado apenas 10 carreras y mantiene un promedio de .246, estadísticas que hablan por sí solas de la anemia ofensiva que azota a Cuba.
Las cifras son demoledoras: en los últimos nueve torneos internacionales, Cuba ha logrado un cuadrangular cada 88 turnos al bate, una frecuencia que es casi una sentencia de mediocridad. En la Serie del Caribe 2019, cero jonrones en 164 turnos al bate; en los Juegos Panamericanos 2019, apenas 2 cuadrangulares en 145 turnos (un jonrón cada 72.5 turnos); en el Premier 12 de 2019, la cuenta también se fue en blanco con 98 turnos; y la historia se repite en eventos como el Torneo de Haarlem 2022 y la Serie del Caribe 2023, donde el promedio de un jonrón cada 236 turnos es una vergüenza monumental. No hay forma de maquillar esta cruda realidad, ni de ocultar que el béisbol cubano ha perdido el rugido de antaño.
El contraste es aún más hiriente si recordamos que, en la primera edición del Premier 12 en 2015, Cuba finalizó en una decente sexta posición. Sin embargo, la segunda edición de 2019 concluyó con un amargo décimo lugar compartido. Y si alguien espera un milagro en esta nueva edición, mejor que tome asiento. La proyección realista para este equipo apunta a un resultado similar o peor. ¿Cómo aspirar a algo más cuando los números cantan la misma triste melodía en cada torneo?
Profesionales al Premier 12. ¿Y qué?
Y aunque la FCB haya intentado modernizar el equipo permitiendo que jugadores profesionales se unan a la selección, los directivos y entrenadores continúan atrapados en el túnel del tiempo, aplicando técnicas y métodos de la década de los 80. ¿De qué sirve traer talento profesional si quienes toman las decisiones siguen usando un manual que ya debería estar en un museo? Es un sinsentido absoluto, un reflejo de una gestión que se aferra a un pasado que ya no funciona, condenando a la selección a un ciclo de fracasos repetidos.
El declive del béisbol cubano no es un fenómeno aislado; es un reflejo del golpe de realidad que ha sufrido la sociedad cubana en los últimos 10-15 años. Con una Serie Nacional convertida en un torneo de sobrevivencia, donde los jóvenes talentosos escapan en busca de contratos en el extranjero y los veteranos sin opciones profesionales llenan los equipos, el nivel es tan bajo que jugadores retirados por más de una década pueden regresar y destacar sin mucho esfuerzo. Las gradas ya no vibran con la misma pasión, y los estadios apenas se llenan de un público que, en su mayoría, asiste por inercia más que por devoción.
Corea propina paliza a Cuba en 2do juego de exhibición en Seúl (+Estadísticas individuales)
El béisbol en Cuba ha pasado de ser un espectáculo de grandes figuras a un escaparate de jugadores aislados que buscan desesperadamente salir del país antes de perderse en la mediocridad. Las promesas de juventud, si no encuentran una vía de escape, se diluyen en un sistema que carece de recursos, planificación y visión de futuro. Hoy, el béisbol cubano es el espejo de una nación que sobrevive como puede, despojada de sus glorias pasadas, atrapada en un eterno vaivén de nostalgias y enfrentando un futuro incierto con cada lanzamiento, cada out y cada derrota.
6 comentarios
Cien por cien de acuerdo Yordano, el beisbol cubano naufrago en el mismo mar embravecido de la incompetencia y el extremismo en naufrago el MINAZ, la UNE (union eléctrica), y las panaderías, vaquerías y un largo etc. Aunque excitan cada vez menos Barzagas aun hacen el coro de culpar de todo a el bloqueo.
Lo que no parece serio es lo que estás diciendo tu
Considero que realmente nuestro béisbol se ha debilitado, para ser objetivos la idea de una liga más fuerte que la serie nacional fue un pequeño paso, pero otros incentivos deben animarla, tanto en el orden organizativo, como económico y en ese aspecto hay ejemplos como el de Korea que pudiesen atemperarse a nuestro País, por otra parte sabemos que el gobierno de Estados Unidos hizo trizas el acuerdo FCB con MLB, destruyendo la posibilidad real de que el éxodo de atletas no fuera de la forma que sucede ahora, lo que trajo consigo la carambola de la salida de la serie del Caribe de Cuba, aspecto no reconocido en su escrito, esperamos que un día no sea esa política que afecta al pueblo cubano la que prime en la pelota cubana
De acuerdo. Muy claro pero en la directiva del beisbol en Cuba está conformada por sordos y ciegos.
Considero que realmente nuestro béisbol se ha debilitado, para ser objetivos la idea de una liga más fuerte que la serie nacional fue un pequeño paso, pero otros incentivos deben animarla, tanto en el orden organizativo, como económico y en ese aspecto hay ejemplos como el de Korea que pudiesen atemperarse a nuestro País, por otra parte sabemos que el gobierno de Estados Unidos hizo trizas el acuerdo FCB con MLB, destruyendo la posibilidad real de que el éxodo de atletas no fuera de la forma que sucede ahora, lo que trajo consigo la carambola de la salida de la serie del Caribe de Cuba, aspecto no reconocido en su escrito, esperamos que un día no sea esa política que afecta al pueblo cubano la que prime en la pelota cubana
No parece serio este sitio cuando no permite la publicación de comentarios que los hiere