Skip Schumaker está ansioso por que estos días pasen volando. El dirigente de los Marlins reconoce el peligro que representa Jorge Soler en la alineación y teme que el slugger cubano cause estragos con su bate, al igual que Marcell Ozuna en la serie anterior con los Bravos.
Schumaker recibió a su antiguo jugador con una mezcla de alegría y preocupación, dejando entrever lo valioso que habría sido contar con ese poderoso bate en el equipo del 2024. «La producción es la producción», comentó Schumaker, insinuando la calidad de Soler como jugador.
«Sabemos lo que hizo aquí. Estoy feliz por él, por el contrato que logró allá [en San Francisco] en un gran equipo. Significa mucho para nosotros. Esto feliz de verlo donde está y que luego se vaya dentro de tres días, porque es un gran bateador».
Soler quería quedarse con los Marlins, pero los gestos de cariño nunca llegaron, y el cubano, una pieza clave en la clasificación de los Marlins a los playoffs la temporada pasada, optó por un acuerdo con San Francisco por tres años y $42 millones.
«Aunque Soler está consciente de las expectativas, sigue enfocado en seleccionar buenos lanzamientos y hacer buenos contactos».
A pesar de su deseo de quedarse, Soler no se sorprendió por la falta de conversaciones con los Marlins. Luego de una temporada decepcionante en 2022, Soler tuvo un gran desempeño con los Marlins la temporada pasada, liderando en jonrones (36) y siendo convocado al Juego de Estrellas por primera vez en su carrera.
El toletero antillano completó su destacada temporada con 75 carreras remolcadas, 24 dobles y 124 imparables, con un porcentaje de slugging de .512 y un OPS de .853 en 137 juegos, cifras que lo pusieron entre los candidatos al Bate de Plata de la Liga Nacional.
«Soler es uno de los peloteros preferidos míos», agregó Schumaker. «La manera en que él impactaba ese clubhouse. Yo no hablo español, pero él era como una especie de puente con otros muchachos. Muchas veces me lo encontraba en mi oficina y hablábamos de cosas del clubhouse. Tenía muy buena relación con Jon Jay».
Soler aportará el poder de largo alcance que necesitan los Gigantes, que tuvieron el cuarto porcentaje de slugging más bajo en Grandes Ligas la temporada pasada (.383). Soler llega para llenar el vacío dejado por la falta de un slugger en la alineación de San Francisco, siendo el primer jugador del equipo en alcanzar los 30 jonrones desde Barry Bonds en 2004.
Aunque Soler está consciente de las expectativas, sigue enfocado en seleccionar buenos lanzamientos y hacer buenos contactos. Schumaker también extraña la presencia de Soler no solo por su poder en el bate, sino también por su personalidad alegre que era bien recibida por sus compañeros de equipo.