WEST PALM BEACH, FL – Pese a lanzar por cuatro años consecutivos en la Gran Carpa y llevar un apellido totalmente hispano, muy pocos conocen las raíces del lanzador Bryan García, quien llegó a Houston este invierno mediante un acuerdo de ligas menores con una invitación al campamento de entrenamientos primaverales de Grandes Ligas. García, de 27 años y nativo del sur de la Florida, se reunió este martes con Pelota Cubana USA y abordó una serie de tópicos entorno a su procedencia y su carrera en general. También de los motivos que lo llevaron a decidirse por los Astros durante la temporada baja, luego que le fuera otorgado el release en Detroit a finales de noviembre pasado.
“Soy un cubano de segunda generación”, dijo García en referencia a sus raíces. “Mi mamá nació allá (en Cuba) y vino cuando tenía 10 años, pero mi papá nació aquí, aunque también es un cubanoamericano”. El miamense, haciendo gala de su excelente español, señaló además que “el proceso (de adaptación a la nueva organización) ha sido bueno. Mucha información que nunca había oído referente al pitcheo. Estoy aprendiendo mucho aquí, es muy agradable”.
Bryan estudió en la Universidad de Miami (Coral Gables) y firmó originalmente con Detroit en el Draft 2016 de MLB. Los Tigres lo tomaron en la sexta ronda de dicho sorteo y posteriormente lo debutaron al máximo nivel en 2019. Desde sus inicios el cubanoamericano fue visto como un relevista por la organización felina, de hecho, sus primeras 226 presentaciones a todos los niveles del béisbol organizado estadounidense fueron desde el bullpen. Eso dió un giro de 180 grados el 10 de julio del pasado año, cuando fue trasladado a la rotación de Toledo (AAA). Desde entonces ha realizado unas 15 salidas (incluyendo cuatro en el Big Show), todas como abridor.
“No fue muy diferente para mi”, dijo García acerca del cambio de rol. “Son más pitcheos, así que tienes que guardar tu energía y no tirarlo todo en un inning, pero en realidad me gustó mucho. Voy a ver qué es lo que ellos (los Astros) quieren que haga ahora”. Su efectividad como abridor con el club de Grandes Ligas quedó en 3.54 y los Tigres ganaron tres de sus cuatro aperturas, por lo que es probable que en Houston, dada la poca profundidad que tienen actualmente en materia de pitcheo iniciador, le den oportunidades de seguir abriendo partidos de béisbol.