El béisbol siempre encuentra una manera de cerrar círculos, y en el caso de Albert Almora, su historia tiene un nuevo capítulo en Miami, la ciudad que lo vio crecer. Luego de una carrera que lo llevó desde los Chicago Cubs hasta los Mets y los Rojos, el jardinero central vuelve a casa con los Marlins con la determinación de demostrar que aún tiene mucho por aportar.
Almora, un cubano-americano nacido en Miami, fue seleccionado en la primera ronda del Draft de 2012 por los Chicago Cubs con el pick número seis. Pasó la mayor parte de su carrera en Chicago y fue parte del equipo que en 2016 rompió la famosa «maldición de la cabra» al conquistar la Serie Mundial. En siete temporadas en Grandes Ligas, desde 2016 hasta 2022, disputó 600 juegos y dejó una línea ofensiva de .259/.300/.383/.683 con un wRC+ de 80. Su trayectoria lo llevó a vestir los uniformes de los New York Mets en 2021 y los Cincinnati Reds en 2022.
Tras no jugar en MLB en 2023 debido a una lesión en el hombro, Almora encontró una oportunidad en la liga invernal con los Cangrejeros de Santurce en Puerto Rico, lo que le permitió mantenerse en competencia. En 2024, recibió una invitación a los entrenamientos primaverales de los Arizona Diamondbacks, aunque no logró quedarse en el equipo y pasó toda la temporada en Triple-A con los Reno Aces.
En esa categoría, registró una destacada línea ofensiva de .292/.349/.439/.787 con nueve jonrones y 69 carreras impulsadas, además de solo poncharse en el 14.1% de sus turnos, reduciendo su tasa de ponches dentro de la zona de strike. También estableció un récord personal con 20 bases robadas, algo que no ha sido una característica destacada de su juego en MLB, donde acumula apenas siete robos en 13 intentos.
A lo largo de su carrera, Almora ha sido reconocido principalmente por su defensa en los jardines. En su mejor temporada, en 2018, registró 12 Carreras Defensivas Salvadas (DRS) y 14 Outs por Encima del Promedio (OAA), números que lo catalogaban como un jardinero central de élite. Incluso en 2022, su última aparición en las Grandes Ligas, continuó mostrando un buen rendimiento defensivo con 8 DRS y 6 OAA.
Pelota Cubana USA conversó con Albert Almora sobre esta nueva etapa
¿Cómo contemplas esta oportunidad con los Marlins?
«Muy contento y realmente bendecido con esta oportunidad y listo para trabajar. Esto es un sueño hecho realidad. Desde una edad muy temprana iba a los juegos del equipo. Ahora veo el uniforme con mi nombre, todas mis cosas con el nombre de los Marlins y es algo muy especial para mí y para mi familia. Estar en casa, poder ser padre todo el año».
¿Qué te parece este grupo de jugadores tan joven?
«Yo siempre empiezo viendo a los coaches y los veo con hambre. Es un grupo de entrenadores bastante novato. Todo el mundo es nuevo. Todo el mundo se está conociendo. Ahí es donde empieza todo y para mí eso envía un mensaje para los peloteros. Todo el mundo está trabajando. Los peloteros de posición ya están aquí trabajando. Eso es lo que se puede controlar: el esfuerzo y la mentalidad».
¿Cuáles serían tus opciones dentro del equipo?
«Para mí mismo, solo estoy aquí para dar el ciento por ciento y mantenerme enfocado, controlando lo que puedo controlar y ser el mejor compañero para toda la gente en el sentido de que tengo un poquito de experiencia. Lo que ellos necesiten de mí aquí estoy para darlo y ganar juegos».
Hablando de esa experiencia, ¿qué traes de manera específica a los Marlins?
«Yo no me siento muy viejo, pues solo tengo 30 años. Pero he ganado campeonatos, he hecho de todo en este juego, he sido prospecto, he entrado en el roster en el último día. No hay nada de este juego que me sorprenda. Así que estoy aquí para ayudar y continuar mi carrera. Me siento bien, saludable y fuerte».
El 2024 lo pasaste en las Menores, ¿cómo te mantuviste sin desfallecer?
«Es que lo veía en el terreno. Jugué el mejor año en mi carrera y todo fue gracias a mi mentalidad. Estaba en Triple A y la gente me preguntaba por qué estaba ahí y no me importaba, porque lo único que podía controlar era mi preparación antes de los juegos, cómo me preparaba como profesional, cómo actuaba con mis compañeros. Los resultados se veían. No había altibajos. Me mantenía».
Aprendiste, entonces, a controlarte a ti mismo.
«Aprendí duro. En el 2023 no jugué ni un día por una lesión en el hombro. Cuando me vi afuera del juego un año entero… no es fácil volver a entrar, abrir nuevamente la puerta. Apareció la oportunidad de jugar en las Menores y me puse el cuchillo en la boca y dije vamos para adelante».
¿Cuán difícil es mantener esa mentalidad?
«Para mí es todo. Yo tenía otra mentalidad. Tenía la mentalidad de que no quería que nadie pasara, adelantara. No estás confiado y siempre miras lo que hace otra gente en vez de controlar lo que tú puedes hacer. La experiencia de la vida y del deporte me lo ha enseñado. Estoy feliz de estar en este lugar en mi carrera. Todavía me falta».
A los 30 años, Almora encara este desafío con la madurez que da la experiencia y la motivación de jugar en su ciudad natal. Su historia con los Marlins apenas comienza, pero su mentalidad y compromiso lo colocan en posición de hacer un impacto inmediato en el equipo.