Agustín Ramírez apenas ha disputado dos juegos en Grandes Ligas y ya dejó su nombre en los libros de historia. El novato receptor fue pieza clave en la victoria 4-3 de los Marlins sobre los Rojos de Cincinnati este martes.
Uno de los tres jugadores que los Marlins adquirieron desde los Yankees de Nueva York en el cambio por Jazz Chisholm Jr., Ramírez terminó la noche de 3-3 con una base por bolas y una carrera impulsada.
“Definitivamente tiene un talento real”, dijo el mánager Clayton McCullough. “Tiene velocidad en el swing, impacto. Nunca sabes cómo va a reaccionar un jugador joven al nivel de Grandes Ligas, pero su calma en el plato, la selección de sus pitcheos, su agresividad, todo eso lo convierte en una amenaza real.”
Ramírez es conocido por sus herramientas ofensivas, en especial su poder. En apenas ocho apariciones al bate ha conectado tres pelotas con velocidad de salida superior a las 100 mph, incluida su tercera conexión de la noche en la octava entrada. Con ese imparable se convirtió en el primer jugador en la historia de los Marlins con cinco hits en sus primeros dos juegos, superando a Dane Myers (2023), Mike Redmond (1998) y Ryan Jackson (1998), quienes registraron cuatro.
La única preocupación persistente en su juego es la defensa. Aunque los Rojos no ganaron, se robaron cuatro bases, dos de ellas cortesía de Elly De La Cruz. Ramírez también estuvo cerca de regalar una base extra al dejar caer un tercer strike cantado y apurarse con el tiro a primera.
“Lo hizo bien recibiendo en ambos juegos”, añadió McCullough. “Creo que manejó muy bien a Max (Meyer) y (Edward Cabrera). Su comunicación durante el juego con lanzadores y coaches ha sido muy buena. Tuvo buenos bloqueos esta noche, aunque hay aspectos que deberá seguir trabajando.”
Edward Cabrera, quien venía de una salida complicada, lució mejor este martes: cinco entradas, tres carreras permitidas, cinco hits, dos boletos y siete ponches. Su sinker promedió 97.3 mph y alcanzó las 98.9 mph. Aunque no generó muchos swings fallidos, confió en su material dentro de la zona. De sus 87 lanzamientos, 50 fueron strikes, incluyendo 13 de 22 en primeros pitcheos.
“Sus rompientes estuvieron excelentes”, comentó McCullough. “Curva y slider funcionaron bien. Siempre hablamos del cambio y la velocidad, pero hoy fue muy efectivo en la zona. Administró su conteo de lanzamientos. Fue una muy buena versión de Cabrera.”
En la parte alta del tercer inning, el antesalista Noelvi Marte empató el juego 1-1 con un cuadrangular de 431 pies. Luego, en el quinto, Cabrera permitió un doble impulsor a TJ Friedl que puso a los Rojos al frente 2-1.
El derecho regresó para el sexto pero no logró sacar outs. Elly De La Cruz conectó sencillo al central y robó segunda base. Cabrera le otorgó boleto a Austin Hays y terminó su salida.
Anthony Veneziano entró en relevo. Con corredores en primera y segunda, De La Cruz se robó su novena base de la campaña, y más tarde anotó con un elevado de sacrificio que puso el marcador 3-1.
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Agustín Ramírez y su parte en la remontada
La remontada de Miami comenzó en la baja del sexto. Ramírez conectó una línea de 106.7 mph por la línea de tercera base que terminó en el rincón del jardín izquierdo, remolcando desde primera a Eric Wagaman. En el séptimo, Otto Lopez igualó las acciones y Xavier Edwards impulsó a Lopez con la ayuda de un error en tiro de Graham Ashcraft, dándole la ventaja definitiva a los Marlins.
Con la victoria, los Marlins ahora tienen marca de 11-12 y enviarán a Sandy Alcántara al montículo este miércoles a la 1:10 p.m. en busca de su primera barrida de la temporada 2025.