Por David Venn
Jugar a nivel de Grandes Ligas es algo nuevo todavía para Yuli Gurriel, quien hizo su debut en las Mayores con los Astros el 21 de agosto del año pasado.
Jugar a diario en el mejor béisbol y su campaña de 162 partidos, en ciudades que se extienden de costa a costa en el continente norteamericano, es parte del reto para el infielder cubano que ahora prefiere “Yuli” en lugar de “Yulieski”.
Y hacer todo eso al hacer lo que es para muchos jugadores cubanos el mayor ajuste de todos, el adaptarse a la vida en los Estados Unidos, podría ser lo más difícil.
“Son muchas cosas”, dijo al respecto Gurriel, quien firmó con los Astros por cinco años y US$47.5 millones en el 2016 tras desertar de Cuba, junto a su hermano Lourdes hijo (firmado posteriormente por los Azulejos), vía la República Dominicana en ocasión de la Serie del Caribe. “Me he tenido que enfrentar a muchas cosas bien diferentes aquí en los Estados Unidos. Prácticamente, casi todo es diferente. Entonces, es bien difícil llevar esas dos cosas a la vez.
“Son muchos cambios en muchos sentidos. Creo que es más difícil lo del cambio fuera del terreno que dentro del terreno. Ya dentro del terreno, sabes el nivel al que te estás enfrentando, te vas adaptando más y te van saliendo mejor las cosas”.
Los resultados en el terreno han sido más que aceptables hasta ahora. En el 2017, su primera temporada estando desde los entrenamientos de primavera con los Astros, el jugador de 33 años recién cumplidos antes de la acción del jueves batea .282 con porcentaje de embasarse de .308., 19 dobles, ocho jonrones y 33 empujadas en 68 partidos.
Gurriel, conocido mayormente como antesalista e intermedista en Cuba con Sanctí Spíritus, Industriales y la selección nacional, está tratando de establecerse con el madero en las Mayores al aprender una nueva posición, la primera base. Hasta ahora ha habido resultados mixtos a la defensa, pero Gurriel ha defendido la posición con suficiente calidad para justificar su presencia día tras día.
“Es algo nuevo para mí; nunca en mi vida había jugado esa primera base”, comentó el hijo de Lourdes Gurriel padre, también figura de grandes dimensiones en el béisbol cubano. “Supuestamente es la base más fácil en el cuadro, pero tiene sus cosas. He tratado de hacer lo mejor posible hasta ahora, pero sé que tengo que seguir trabajando”.
El manager de los Astros, A.J. Hinch-quien ha seguido poniendo el nombre de Gurriel en ese lineup en la primera almohadilla-habla en términos positivos del progreso del cubano en la inicial.
“Yuli se ha visto muy bien”, expresó Hinch. “Creo que su progreso a la defensa ha sido todo positivo. Es una posición nueva para él y obviamente ha afrontado con gusto el cambio, sin haber jugado mucho de ese lado del cuadro. Creo que se ha adaptado muy bien y ha hecho mucho trabajo alrededor de la almohadilla y en el posicionamiento que implementamos.
“Es un infielder habilidoso por naturaleza, así que la transición no fue algo completamente nuevo. Pero lo importante es que ha afrontado con gusto el reto y se enorgullece de jugar una posición que nunca había defendido antes”.
OBRA EN PROGRESO Y EN PLENA MEJORÍA
Gurriel, considerado el mejor jugador en el béisbol cubano durante muchos años, llegó a ser firmado para las Grandes Ligas a los 32 años de edad, lo cual puso en duda su potencial para causar un impacto a este nivel. Aún está por verse cuál será su calidad en este béisbol, pero los números en auge sugieren que el equipo de Houston puede esperar una actuación cada vez mejor-al menos por estos momentos.
Algo clave para Gurriel y los Astros es que no se espera que el cubano sea “el salvador” de este grupo, que tiene el mejor récord de Grandes Ligas con nombres en la alineación titular como el venezolano José Altuve, George Springer, el boricua Carlos Correa, el también puertorriqueño Carlos Beltrán y muchas figuras más.
“A este nivel, cada experiencia es nueva y creo que se ha unido al equipo perfecto que lo ha recibido con los brazos abiertos”, dijo Hinch acerca de la adaptación de
Gurriel a las Grandes Ligas. “Él encaja perfectamente en lo que estamos tratando de hacer, en términos de béisbol. Al ser él alguien que ha jugado en el béisbol internacional y ha estado en un gran escenario durante la mayor parte de su vida como adulto, no me sorprende que haya podido ajustarse a las cosas con calma.
Ahora para Gurriel, uno de los retos será aguantar el resto de una campaña maratónica en la que se juega casi el doble de la cantidad de partidos a la que él estaba acostumbrado.
“El calendario de por sí, sin importar de dónde vienes y a qué estás acostumbrado, es toda una lucha”, dijo Hinch. “Es una temporada larga y de muchos juegos. Pero él se ha puesto en buenas condiciones; sabe cómo andar a un buen ritmo y al mismo tiempo cumplir con el trabajo. Ha aprendido mucho de los que ya estaba aquí”.
Dicho aprendizaje continúa, día a día.
“Es un cambio bien grande, ya aquí en Grandes Ligas”, manifestó Gurriel. “Es una experiencia única; la verdad es que la estoy disfrutando al máximo”.