POR JORGE EBRO
Una garantía de victoria en el deporte profesional es un acto de temeridad. Yasiel Puig ha cometido el último al afirmar que habrá un Séptimo Juego en la Serie Mundial contra los Astros, implicando que este martes el equipo de Los Angeles levantará su bandera triunfal en las cercanías de Hollywood.
Finalizada la desmoralizante derrota del domingo, todos los jugadores del club azul hablaron de manera contundente de cuánto iban a luchar, a seguir en la trinchera frente a los poderosos Astros para continuar con vida en este Clásico de Octubre que marcha 3-2 a favor de los texanos.
Sólo Puig se atrevió a predecir el éxito en el Sexto Juego.
“Mi equipo no va a ser derrotado el martes”, afirmó rotundamente Puig tras pegar un cuadrangular que envió el choque a extra innings. “Va a haber un Séptimo Juego. “Quiero agradecer a nuestros fanáticos, pedirles que nos apoyen el martes, porque esto no se va a acabar en el Sexto Juego”.
Son contadas las ocasiones en que un deportista profesional suele hacer esa clase de declaraciones tan fuertes. El riesgo de que su palabra caiga en saco roto, el riesgo de que sucede todo lo contrario es más que evidente.
Pero cuando las frases vienen respaldadas por los resultados, a quien las dice se le considera un genio, el más valiente de los valientes, un iluminado, como cuando Pat Riley predijo que los Lakers iban a repetir un título, o Joe Namath afirmando que los Jets ganarían un Super Bowl.
A pesar de que regresan a su cuartel general en Chávez Ravine, los Dodgers enfrentan una tarea complicada, especialmente luego del apabullante fracaso en 10 entradas que finalizó la estancia en Houston.
Si cansados están los cuerpos de los angelinos, cómo habrán de estar esas mentes al ver dos ventajas sólidas esfumarse ante el empuje de una alineación que no claudica y sigue intentando el regreso una y otra vez.
Cómo si fuera poco, en la lomita estará nuevamente el derecho Justin Verlander, quien permitió apenas dos hits en la derrota del martes pasado y ha sido un verdugo en esta postemporada con balance de 4-0.
“Verlander viene y ya nos ha visto”, agregó Puig. “Todos vamos a estar listos para Verlander el martes por la noche. Va a ser un juego cerrado. Y el miércoles ya será historia”.
En un mundo lleno de lugares comunes y clichés como el de los deportistas profesionales, la frescura verbal de Puig se agradece por la nueve línea que ofrece a una historia ya de por sí emocionante. He aquí lo que le faltaba a esta Serie Mundial, una garantía de triunfo.
Y no podría salir de boca de otro que no fuera Puig.