Después de jugar en partes de cuatro temporadas con Villa Clara en la Serie Nacional de Cuba, Betancourt fue torpedero titular en Grandes Ligas durante varios años con los Marineros, Reales y Cerveceros. En total, bateó .261 en nueve temporadas y 1,156 juegos en las Mayores, siendo su última campaña el 2013 con Milwaukee.

Aunque llegó a cifras dobles en jonrones en tres ocasiones, incluyendo 16 bambinazos con 78 empujadas en el 2010 por Kansas City, la crítica siempre era una falta de alcance en el campo corto y una discreta frecuencia de embasamiento. De hecho, Betancourt tuvo porcentaje de embasarse de apenas .285 en su carrera de las Mayores.

Betancourt nunca se dio por vencido luego de una temporada para el olvido con Orix Blue Wave en Japón en el 2014 y otra en Toros de Tijuana en el 2015, destacándose en la Liga del Pacífico las últimas dos campañas con el Mexicali.

En el 2015-16, el oriundo de Villa Clara bateó .298 con porcentaje de embasarse de .331, slugging de .508 (OPS de .839), 12 cuadrangulares y 35 impulsadas por los Aguilas, antes de reforzar a unos Venados de Mazatlán que se coronaron campeones de manera invicta de la Serie del Caribe en Santo Domingo.

En la temporada recién concluida, el infielder tuvo .292/.348/.401 con Mexicali en campaña regular. En la serie final ante Los Mochis, empujó un total de 11 carreras-incluyendo seis en la victoria decisiva.

«La clave fue el equipo y la unión que había», sobre la corona conquistada por los Aguilas en el 2016-17. «Todo el mundo quería ganar ese campeonato que tanto necesitaba la afición. Nos pusimos eso en la mente todos nosotros, juego a juego. Gracias a Dios se dio».

El miércoles en el primer compromiso de su equipo en la Serie del Caribe, Betancourt siguió rindiendo en su «segunda casa» al dar cuadrangular en la victoria del Mexicali, que llegó al viernes con marca de 2-0 en el torneo.

«Cuando uno se siente feliz en un lugar, lo demás sale solo», expresó.