Por Francys Romero
El señor Ramón Antonio (Negro) Veras, escritor de la página Acento Diario ha llamado de «lastimoso rendimiento» la actuación del lanzador cubano Yunesky Maya con las Águilas Cibaeñas en la actual temporada del béisbol dominicano.
Como mismo él enumera en sus escritos, aquí sacamos tres simples conclusiones de ese fallido artículo:
1. El señor Veras no sabe mucho de béisbol.
2. Nunca el rendimiento de un lanzador que le batean .249 y promedie 3.40 de efectividad será lastimoso.
3. La verdad nunca muere.
Y digo la verdad nunca muere porque a pesar de las infinitas opiniones y escritos que puedan existir en un mundo sujeto al descrédito, siempre existirá una verdad más alta que cualquier opinión.
En una rotación con 3.39 en efectividad (5ta de la liga), Maya encabezó a los aguiluchos con 3.40 con 40 entradas o más y 37 ponches.
Su promedio de embasados (WHIP) fue de 1.20 por encima del promedio de pitcheo de las Águilas (1.24) y para colmo fue uno de los cuatro únicos lanzadores que lanzaron 40 innings o más y permitieron un jonrón o menos. El «Guerrero» siempre mantuvo la pelota dentro del terreno.
Permitió cinco carreras por herencia (el bullpen no las pudo frenar) lo que lo hubiera hecho terminar con efectividad de 2.40, a la postre 4to de la liga y quizás haber ganado par de juegos más. Pero aquí el propósito no es culpar a nadie. Como dice uno de los refranes más exactos del deporte: «Ganan todos, pierden todos».
La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana.
Maya proseguirá su camino histórico en Dominicana y su legado que ya casi cumple una década estará garantizado. Es dos veces Pitcher del Año (2010 y 2015) y será el Lanzador del Año de las Águilas en 2018. Ha regresado de las heridas y de una operación Tommy John. Ha sorteado la tormenta como pocos y su valor (que el señor Veras intenta rebajarlo) continuará en aumento e intacto.
(Tomado de CiberCuba)