JORGE EBRO
Donde quiera que se encuentre Yulieski Gourriel junto a su hermano Lourdes en Haití, no podrá dejar de pensar en ese día de junio del 2015 en que pisó Panamá para reunirse con uno de los hombres más importantes en la industria del béisbol: Scott Boras.
Según una fuente de República Dominicana que se mueve dentro de los círculos de agentes de peloteros, el mediano de los Gourriel realizó una visita a la nación canalera acompañado por «alguien importante» de la isla.
«No hemos podido determinar quién estaba a su lado, pero se notaba que tenía poder y lo protegía», apuntó la fuente. «Pero entre quienes seguimos el mercado cubano sabemos de esa reunión con Boras y que al menos él obtuvo su residencia en Panamá».
Varios correos electrónicos y llamadas de El Nuevo Herald a Boras Corporation, la entidad más poderosa en Estados Unidos para la representación de peloteros de Grandes Ligas, para opinar sobre esta historia no fueron respondidos.
La supuesta visita de Yulieski, quien se fugó de manera no aclarada con Lourdes en la madrugada del lunes de un hotel en la República Dominicana, abandonando a la selección que participó en la Serie del Caribe, se produjo en un período convulso de su carrera.
Por esos días se reportaba que el jugador más conocido del momento en Cuba se había negado a cumplir su pacto con el Yokohama -dejando sobre la mesa cerca de $3 millones- de la liga profesional japonesa y había pedido su liberación para no integrar la escuadra nacional que en agosto finalizó tercera en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
«¿Imaginas en los tiempos del otro Castro, de Fidel, si un pelotero dice que no tiene deseos de jugar con el Cuba?», preguntó la fuente. «Algo se estaba moviendo para que Yulieski tuviera el valor de pedir la baja. Algo se movió para que él viajara a Panamá y se encontrara con Boras. En todo caso no era un encuentro fortuito, era algo preparado».
Lo que se habló allí se desconoce, pero cuando Yulieski retornó a la isla ya poseía documentos legales de Panamá y se hablaba de encuentros del hijo del legendario Lourdes Gourriel a altos niveles del gobierno, donde se discutía su caso.
Coincidentemente, Gourriel padre se encontraba por esos meses en Miami invitado por unos amigos y de acuerdos con fuentes muy cercanas a la familia, el llamado «hombre de los momentos grandes» tuvo contactos informales con evaluadores de talento de al menos dos franquicias de Grandes Ligas.