Por Jorge Ebro
Cada vez que los Mets vienen a Miami, Yoenis Céspedes se da un salto desde Port St. Lucie. Ahora también se trata de un salto de calidad. El jardinero cubano realizó una práctica de bateo en el terreno del parque de los Marlins, signo inequívoco de que recuperación marcha por buen camino.
La última vez que Céspedes estuvo junto con Nueva York en una serie contra los peces en La Pequeña Habana se le vio en una práctica de bateo, pero en las cajas ubicadas en los sótanos del parque, ahora fue un entrenamiento a techo descubierto.
Brodie Van Wagenen, gerente general de los inquilinos de Queens, supervió personalmente la práctica de Céspedes, quien resulta vital para un equipo con aspiraciones en una división inmisericorde como la del Este del Viejo Circuito.
“Céspedes lo está haciendo bien’’, apreció Wagenen. “Realizó una práctica de bateo. Como ha sucedido cada semana desde que se operó, ha dado pasos adelante, incrementando el nivel de su actividad’’.
A pesar de todo, el regreso de Céspedes sigue siendo un enigma. Ni los propios Mets se atreven a especular sobre una posible fecha de retorno para el jardinero cubano, que fue transferido a la lista de lesionados de 60 días y sacado del roster de 40 peloteros.
Este movimiento interno no significa que Céspedes se vaya a perder el resto de la temporada. De hecho, no se tendrá una idea clara del potencial regreso del cubano hasta que no comience su trabajo de rehabilitación –con juegos reales- en la granja de Nueva York.
“Solo el tiempo dirá’’, agregó el dirigente sobre la posibilidad de verlo de nuevo en acción antes de que finalice la temporada del 2019. “El hecho de que ya esté en prácticas de bateo en el terreno es un buen signo de progreso. Ya comenzó a correr, lo hizo aquí [en Miami]. Estamos tratando de limitar la exposición de sus actividades, pero ya comenzó a correr’’.
El hecho de que haya comenzado a correr será vital para probar el estado de sus talones, que fueron operados en el pasado invierno tras limitar al pelotero a solo38 encuentros e hicieron que su producción decayera a .262, con nueve cuadrangulares y 29 impulsadas.
Las dos operaciones en los talones fue el último retroceso de Céspedes, quien había perdido tiempo de juego en el 2018 debido a problemas en la cadera, quizá debido a sus dificultades para caminar.
De hecho, Céspedes había perdido considerable tiempo de juego en las pasadas dos temporadas, lo cual le llevó a modificar sus sistemas de entrenamiento y preparación, recurriendo incluso al yoga y bajando las cargas de pesas.
Después de ocho temporadas con Granma, Céspedes era una de las estrellas de la selección nacional cubana cuando salió vía marítima rumbo a la República Dominicana en el 2011 antes de firmar un contrato en febrero del 2012 por cuatro temporadas y $36 millones con los Atléticos de Oakland.
Dos veces ganador del Derby de Jonrones, Céspedes tuvo estancias en Boston y Detroit antes de establecerse en Nueva York, donde firmó otro pacto de tres contiendas y $75 millones.