Por Scott Merkin
CHICAGO – El infielder cubano Yoán Moncada batea .236, con promedio de embasarse de .330 y slugging de .420 durante sus primeros 100 partidos como miembro de los Medias Blancas, una cifra que alcanzó el viernes por la noche en contra de los Cerveceros. El bateador ambidiestro también ha conectado 15 cuadrangulares, 19 dobles y 42 carreras empujadas junto a 51 bases por bolas y 145 ponches.
Pero más allá de esos números en general, el joven de 23 años de edad se siente como un pelotero diferente comparado con su debut en los Medias Blancas el 19 de julio del 2017.
«Veo una gran diferencia», confesó Moncada. «Siento que he mejorado bastante. Mi nivel de confort ahora mismo es mucho mayor al que tenía el año pasado.
«La forma en que he llegado a conocer el juego, mi conocimiento sobre el mismo es mayor al del año pasado. Ahora siento que pertenezco a Grandes Ligas. Es una continuación del trabajo y el proceso por el que estoy pasando. Sigo siendo un joven que trata de aprender cosas nuevas, y eso es también parte del proceso».
Moncada tiene promedio de bateo de .242 y porcentaje de embasarse más slugging (OPS) de .745 en 186 turnos al bate en 2018. Se ha volado la cerca en siete ocasiones, ha remolcado 20 carreras y ha conectado 11 dobles, pero existe una marcada diferencia entre sus números a la zurda y a la derecha.
Bateando a la zurda, el oriundo de Abreus, Cuba, tiene una línea ofensiva de .269/.351/.500, comparada con .167/.241/.229 desde la derecha. Todos sus siete cuadrangulares este año han llegado desde el lado izquierdo del plato, pero Moncada cree que la experiencia y repetición juegan el papel más importante en esta diferencia.
«Enfrento a un lanzador derecho probablemente siete de cada diez veces que me paro en la caja de bateo, y en una serie, enfrento a un pitcher zurdo cuando mucho en dos ocasiones o incluso dos veces por semana», enfatizó Moncada, un bateador derecho natural. «No cuentas con las repeticiones y consistencia suficientes enfrentado a un pitcher zurdo. Siempre trato de dar lo mejor de mí y trato de detectar las cosas que puedo mejorar. Pero al final del día, para mí, todo se resume a una mayor consistencia enfrentado a estos muchachos».