Por Francys Romero
Yidi Lázaro Cappé llegó a la República Dominicana con las mismas esperanzas de todo beisbolista cubano: firmar un contrato profesional con una organización de Grandes Ligas. A sus 16 años, el nacido en Ciudad Habana, exactamente en 10 de octubre, ha logrado el salto de calidad esperado y ahora es interés de varias franquicias de MLB.
Entre sus prioridades no estaba jugar la Serie Nacional de Béisbol o pertenecer al equipo Cuba.
“Mi sueño siempre ha sido y será pertenecer a una organización de Grandes Ligas y en Cuba no iba a poder conseguir eso”, le dijo a CiberCuba en una reciente entrevista.
El muchacho es un prospecto absoluto. Solo basta con ver su aceleración de swing en el home, la coordinación de ojos y manos, su estatura, y el atleticismo.
Cappé comenzó en los terrenos de béisbol a corta edad, “con cuatro años”, asegura, en el escenario del Daniel Butari de la capital cubana.
Es la expresión de los nuevos tiempos del béisbol moderno. Velocidad, contacto y desplazamiento. Ha marcado 6.4 en las 60 yardas.
“Me he ganado la confianza en mí mismo”, afirma Cappé desde su arribo a Quisqueya. «En cuanto al bateo lo he trabajado mucho aquí y se han visto los resultados, he logrado conseguir un movimiento más rápido en mis piernas».
Pese a su joven edad, las condiciones resaltan y el habanero podría adquirir todas la cualidades de un pelotero cinco herramientas en el futuro. Mide 6.3 y pesa 178 libras, es decir que la posibilidad de que continúe ganando en masa muscular y poder es más que concreta.
Cappé sabe que tiene mucho por mejorar en el campo de entrenamiento: «El tiro a las bases tengo que perfeccionarlo. A veces por querer tirar muy duro pierdo un poco de efectividad», dice.
Los Marlins de Miami, que ya firmaron con un total de seis millones de dólares en bono a los hermanos Mesa, ha sido la franquicia más interesada en Cappé. Él sigue motivado cada mañana, enfocado en los nuevos tiempos que exigen cambios constantemente.
«Lo que más me motiva para seguir adelante es continuar haciendo las cosas y ser cada día mejor pelotero».