Por Adrián Rolotti
Yennier Cano, lanzador cubano de 24 años, es una de las caras nuevas del equipo Cóndores de Córdoba y su nombre suena para reforzar varios equipos de Major League Baseball, teniendo así la posibilidad de convertirse en el primer pelotero que haya pasado por la Liga Argentina de Béisbol en jugar las Grandes Ligas. Yennier ha sabido representar a su país con la selección nacional y también ha jugado en el equipo cubano Ciego de Ávila, con el que se coronó campeón y fue una pieza importante en el roster.
Desde BeisbolArgentino.com.ar tuvimos la oportunidad de charlar con el pitcher, que nos contó sobre su llegada al país, qué tiene pensado para el futuro, su repertorio de lanzamientos y mucho más en esta nota.
-¿Por qué viniste a la Argentina?¿Sabías que acá se jugaba béisbol?
-Vine a la Argentina porque fue la primera oportunidad que tuve para salir de Cuba y tenía que tomarla obligadamente.Estoy muy agradecido a la Argentina, que me abrió las puertas y me aceptó.Y sí, yo sabía que acá se jugaba mucho béisbol. Desde afuera se piensa que no, pero sí se juega.
–¿Con qué te encontraste?
-Con buenos entrenadores, cubanos y argentinos.Este país tiene la oportunidad de estar en un nivel más alto, tienen la calidad.Lo que creo que les falta son aún más entrenadores que sepan de béisbol, que jueguen a la pelota más caliente, como decimos en Cuba.
-¿Cómo se dio tu llegada a Cóndores?
-Vine a Cóndores por Pablo Tesouro, quien me abrió la oportunidad y me contó que acá en Córdoba se jugaba béisbol. Él me consultó si yo estaba interesado y le contesté que sí. Cóndores es un equipo familiar. Me abrieron los brazos, me dieron la oportunidad de jugar aquí con ellos y estoy orgulloso de estar donde estoy.
¿Cómo sigue tu agenda después de la participación en la LAB? ¿Tenés pensado participar en algún showcase o tryout de Grandes Ligas?
-Así es. Estoy preparándome aquí hasta que me den la visa, que ya estoy tramitándola, y pienso estar en Estados Unidos por lo menos durante dos meses y ahí sí presentarme en un showcase. Hay equipos que sé que están interesados en mí, como los New York Yankees, Boston Red Sox y algunos más. Querían venir a verme aquí, pero yo prefiero entrenar bien allá en Estados Unidos y después presentarme.
-¿Siempre quisiste ser lanzador o se fueron dando las circunstancias?
-En Cuba, cuando tú eres niño, hasta los 15 años pitcheas y bateas. Después de esa edad te tienes que decidir por una cosa o por la otra. Yo tenía la posibilidad de ser bateador pero me gusta más lanzar y por eso elegí esto. Antes jugaba siempre en el infield, sobre todo de primera o tercera base.
-¿Y qué repertorio de lanzamientos tenés? ¿Estás buscando mejorar alguno en particular?
-Llegué de Cuba tirando Slider, Recta y Split. Allá yo era cerrador y no me hacían falta más lanzamientos, pero aquí Amaro (NdeR: Costa Blanco, Pitching Coach cubano de la Selección Argentina) me enseñó a tirar Cambio y Sinker, que son las que estoy practicando ahora para tener un repertorio más grande.
-¿Qué jugador cubano era tu ídolo de niño?
-Pedro Luis Lazo (NdeR: considerado uno de los mejores lanzadores de la historia de la isla). Siempre lo veía y hasta el momento uso su número, el 99. Si algún día llego a Grandes Ligas y otro tiene su número, lo cambiaría, pero siempre he usado el mismo.
Yeinier Cano (99) jugando para Ciego de Ávila en la Serie Nacional de Cuba. Foto: Marcelino Vázquez Hernández.
¿Qué esperás que te brinde el béisbol?
-Desde niño, este deporte ha sido mi pasión y nunca he hecho nada en la vida que no sea jugar pelota. Nunca he tenido un empleo formal, por decirlo así. Mi vida siempre ha sido jugar, jugar y jugar. Espero que me dé felicidad, que es lo que todo pelotero quiere.
-Y considerando que tenés la bandera cubana bordada en tu camiseta y el guante con esos colores, ¿qué es Cuba para vos?
-Todo. Mi niñez, mi infancia, mi familia. Cuba para mí lo es todo.
-Por último, ¿te arrepentís de algo en tu carrera?
-No, nunca me arrepentí de nada. Siempre he estado feliz con lo que he hecho a lo largo de ella. Dejame por favor agradecerles muy especialmente al equipo Almendares de Buenos Aires, a los amigos cubanos de Ezeiza y a Cóndores de Córdoba. También a estas personas, que me han dado su calor y su amistad: Pablo Tesouro, Edit Bal, Rafa, el Japo, Sergio Martín, Amaro, Hugo Pavlobiy, Mariano Cota, Romina, Karina, Mauro y a mi amigo inseparable, Yoel Martínez.