Por Fabio Quintero Pérez, estudiante de Periodismo
Yoandry Urgellés Cobas, uno de los zurdos más bateadores en la historia de las Series Nacionales, conversó con Trabajadores a propósito de su desempeño en el actual torneo y el accionar de su equipo Industriales en esta campaña, en especial durante la segunda fase, cuando no han ganado como visitante y archivan apenas cuatro éxitos en 17 salidas al terreno.
¿Por qué no alineaste en el primer juego contra Matanzas?
“Como todos saben llevo años con problemas en la muñeca y no pude jugar ese primer partido porque precisamente tenía un poco de dolor en ella. Al día siguiente bateé en la práctica y ya me siento mejor, aunque todavía con alguna molestia a la hora de tirar”.
Esta temporada una de las claves de tu alto rendimiento ha radicado precisamente en la ausencia de molestias físicas y enfermedades…
Se ríe. “Las muñecas me han dejado jugar béisbol estos meses. Por suerte en esta serie no se me han hinchado, mis compañeros me lo dicen a cada rato. Hasta yo estoy asustado. Tengo una enfermedad de reuma que se ha hecho crónica. Cuando entro en crisis me da muy fuerte y no puedo ni agarrar el bate”.
Muchos nos hemos preguntado ¿Por qué Urgellés no ha sido llamado a ningún contrato en el exterior?
“Eso no depende de mí. Quisiera estar en una liga extranjera, pero hasta el momento no hay nada. Ahora mismo lo fundamental es quedar entro los cuatro primeros con mi conjunto y ser campeones, en eso es en lo único que estoy enfocado. Si me escogen luego para algún contrato, pues mucho mejor”.
Al comienzo de la temporada, solo te ponían contra lanzadores derechos, sin embargo, al enfrentar a un zurdo por primera vez le diste jonrón…
“Al inicio Víctor tenía concebida una alineación para zurdos y otra para derechos debido a la cantidad de buenos bateadores del equipo. Cuando lo creyó oportuno me colocó contra un pítcher de mi mano y salió el cuadrangular. Toda Cuba sabe que el Tácata es uno de los mejores a la hora de enfrentar a esos serpentineros, pero cada director tiene su forma y la debemos respetar”.
¿Cuál fue la confusión en torno a ese cuandragular?
“Pensaba que acumulaba 99 bambinazos y se lo había dicho a todo el mundo. Doy el batazo, celebramos, pero luego me dicen que me faltaba otro”.
Con respecto a Industriales ¿Cuáles son las principales diferencias entre la dirección anterior y esta actual de Víctor?
“Cada mánager tiene su forma. En la pasada serie no nos salieron bien las cosas con Javier Méndez, pero un año no se parece a otro, aunque te prepares de la misma forma. Hay peloteros que rinden una temporada y en la que viene no están igual. Víctor Mesa nos ha impregnado, sobre todo, mucha energía. Conseguimos buenos resultados en la primera parte y ahora estamos en un bache que vamos a superar”.
¿A qué atribuyes este mal accionar del equipo en esta fase?
“Son rachas que cogen los equipos. En Industriales se fijan todos porque es el de la capital. Pinar del Río la tuvo, Artemisa también. Granma está encendido ahora y a lo mejor cuando lleguen los play off tiene un bache, quién sabe”.
¿Los cambios constantes de alineación no pueden estar contribuyendo al andar errático de los azules?
“No, Víctor Mesa dirige así, ese es su carácter. Lo que él haga y diga es por el bien del equipo. Nadie puede criticarlo porque un cambio le salga mal. Además, cuando estás adaptado a jugar béisbol y sales al terreno a darlo todo el turno al bate no interesa, lo primordial es pararte en home a hacer el trabajo”.
¿No te sentirías mejor en un turno más estable?
“Siempre es importante que un pelotero se mantenga en un puesto fijo para tener una mejor adaptación. Sin embargo, el rendimiento es como la vida, tiene altos y bajos. Cuando uno está mal, Víctor te cambia hasta que te recuperes. Esa es la vista de un buen mánager”.
¿Cómo se han insertado los refuerzos dentro del equipo?
“Desde el inicio de la estructura actual, los refuerzos nunca han aportado lo suficiente a Industriales. En el comienzo de esta segunda fase están mezclando buenas y malas actuaciones. Actualmente, se encuentran bien acoplados, ya que buena parte del rendimiento del equipo depende de ellos.