Por: Yirsandy Rodríguez
COMO ESCRIBÍ AQUÍ en las ediciones de Cubanos vs Retos desde la pretemporada 2018: Los Ponches acompañarán a Leonys Martín… ¿Cómo evitarlos?, si estamos en la era del todo (contacto duro: un buen golpe o un jonrón) o nada (¿strikeouts?, vale el sacrificio por batear la bola bien lejos, ¡no importa nada!) …
Es inevitable pensar que ellos, los “strikeouts”, la nueva y gran tendencia junto a los jonrones, no estarán. La esperanza es pensar en que podrían desaparecer algunos.
¡Me encantó el debut de Leonys Martín con los Tigres de Detroit! Fue un juego emocionante de 13 entradas que los Piratas de Pittsburg rompieron 13-10 a su favor, después de que los Tigres sacudieron Comerica Park con un rally de cuatro carreras para igualar la pizarra 10-10 en la baja del noveno inning. Dixon Machado golpeó el doble de línea para la explosión de emociones, y Leonys Martín casi decide el encuentro cuando soltó una línea a 94.0 mph al guante de Corey Dickerson.
El contacto de Martín recorrió apenas 318 pies desde el home plate –quizás intrascendente para usted—, su primer impacto enviado más allá de 325 pies en turnos consecutivos desde el pasado 9 de septiembre contra Milwaukee. Lo peor es no golpear, o al menos irse con el bate al hombro confundido después de un pitcheo de Grandes Ligas: Pero conectar sólido, aunque el turno termine en un fallo, ¡es gratificante!
La manera en que Martín subió al plato desde que enfrentó a Iván Nova y le negoció un paseo, me ha encendido una luz esperanzadora sobre lo que podríamos esperar de él en la temporada 2018 con los Tigres. ¿Será tan bueno tener cerca a Miguel Cabrera y Víctor Martínez en el club house a diario? ¡No cabe duda! Ambos son grandes ejemplos para ver, y creo que eso está ayudando mucho a Martín.
Cabrera es, posiblemente, el bateador más grande de las Mayores en la última década, a pesar de sus lesiones y su oscuro 2017. ¿Qué decir de Martínez? Bueno, deberíamos apreciar solo esto y más: Tiene dos campañas donde terminó con más boletos que ponches, y en temporadas calificadas con al menos 502 PAs, jamás ha pasado de los 90 strikeouts que se tomó en 2016. ¿Recuerdas su campaña de 12 jonrones y 103 RBIs en 2011? Martín tiene en Detroit grandes ejemplos que mirar.
Volviendo a mi punto, me pareció interesante la filosofía y el swing de Martín en la batalla del Opening Day. Al final se fue con 1-for-6, dos ponches y un paseo. Obviamente, es posible que, al leer esto, usted se pregunte: ¿Cuál es la razón positiva que estoy visualizando en Martín? Se trata de un nuevo complemento mucho más vistoso, algo así como una combinación de paciencia, un hábil contacto de ataque y el enfoque en llegar a base para aprovechar su velocidad de piernas.
Sé que parece algo fácil tomar un boleto y conseguir un hit en un partido de Grandes Ligas, pero esa no ha sido la tendencia de Martín después de que salió de los Rangers de Texas hacia los Marineros de Seattle. Con su doble contra la bola rápida del relevista de los Piratas Michael Feliz, Martín había acumulado su primer registro de hit y base por bolas en un mismo partido durante sus primeras siete visitas al plato de la temporada, desde que bateó 1-for-3 con Texas el 5 de abril de 2016 contra Seattle.
En apenas siete innings de acción, Martín superó todos los momentos de inconsistencia que sufrió con los Marineros en 2017, después de batear apenas 5-for-42 en sus primeros 11 partidos, con 12 strikeouts y un solo boleto. Todo eso fue horrible, y mientras mires el promedio de apenas .167 que significa el 1-for-6 de Martín en el Opening Day 2018, todavía no estás entendiendo el proceso. Vamos a mirar más profundamente… en cada una de las puestas en juego de Martín:
2nd – inning vs Iván Nova
El resultado: Fly ball, out.
Velocidad del pitcheo: 92.9 mph.
Velocidad de salida: 89.9 mph.
Impacto de la conexión: 241 feet.
¿Qué considerar de esta muestra?: La última conexión de Martín a menos de 90 mph (en las dos primeras puestas en play en un partido) recorrió apenas 22 pies, después de golpear la bola rápida de Parker Bridwell el pasado 13 de agosto de 2017. Para ser el primer impacto de la temporada, ¡bienvenido sea!
4th – inning vs Iván Nova
El resultado: Fly ball, out.
Velocidad del pitcheo: 92.3 mph.
Velocidad de salida: 108.3 mph.
Impacto de la conexión: 402 feet.
¿Qué considerar de esta muestra?: ¿Poca suerte?… David Adler del team de StatCast twitteó que, el 97.0% de los impactos parecidos al de Martín en Comerica Park, terminaban siendo un agradable éxito. Tenga en cuenta que, la última conexión mejor bateada de Martín viajó a solo 348 pies del home plate el pasado 28 de septiembre de 2017. Este elevado contra Iván Nova se convirtió en el único batazo de Martín que recorrió al menos 400 pies en sus últimas 714 visitas a la caja de bateo en las Grandes Ligas.
7th – inning vs Michael Feliz
El resultado: Hit-Doble.
Velocidad del pitcheo: 94.9 mph.
Velocidad de salida: 101.0 mph.
Impacto de la conexión: 348 feet.
¿Qué considerar de esta muestra?: Era apenas la segunda ocasión desde el 6 de agosto de 2017 en que Martín conseguía dos conexiones a más de 100 mph en un mismo partido. ¡Fue estimulante!, solo porque esta vez se fue con 1-for-2. Anteriormente, contra los Reales, sus dos impactos (102.6 y 100.5) fueron par de rodados al guante del intermedista Whit Merrifield, con un promedio de apenas 10 pies recorridos.
9th – inning vs Josh Smoker
El resultado: Line-Drive, out.
Velocidad del pitcheo: 93.1 mph.
Velocidad de salida: 94.0 mph.
Impacto de la conexión: 348 feet.
¿Qué considerar de esta muestra?: Sí, a veces todo parece una pura coincidencia, pero no lo es. ¿Sabes?: Martín había logrado tres batazos sólidos consecutivos (con dos de ellos salidos al menos a 100 mph) solo una vez en sus últimas 130 PAs. En 2017, cuando bateó a una EV (velocidad de salida) menor de 90 mph, promedió .132/.169/.235, con solo .404 OPS y un pésimo .170 BABIP.
SIN DUDAS, pegar con mayor velocidad de salida es el camino. Usualmente pensamos que el promedio de bateo expresa el total éxito de un bateador, algo que está completamente en contra de lo que nos muestran las nuevas métricas de StatCast. Aunque, incluso sin ellas, el instinto analítico nuestro es importantísimo: Usted ha visto como un montón de batazos son derribados en las bardas de los parques de Grandes Ligas cada año, ¿verdad? Todas esas conexiones terminan siendo un fallo para el bateador, y no muestran realmente su capacidad en el home plate. Sin embargo, un simple toque de pelota (intentando evadir una formación especial a la defensiva) puede ir apenas unos 5 o 10 pies del plato, con velocidad de salida entre 20 y 45 mph, y terminar siendo un sencillo limpio.
Ahora es posible que termines entendiendo porqué me suena interesante el complemento de Martín en su día de apertura, lo que, obviamente, no nos dirá del todo si él puede mantener esa capacidad de golpear a más de 95 mph, tomar boletos y explotar toda su velocidad en las bases esta campaña. Pero los buenos indicios se olfatean desde el momento en que comienzan a ser algo fuera de lo normal.
Quizás los ponches, tantos como esos 149 que se tomó Martín en 2016, hayan sido solo una tendencia de ayuda y aprendizaje para lo que veremos de él en este 2018. No estoy diciendo (o pensando) que esos ponches desaparecerán del todo, pero muchos pueden comenzar a convertirse en éxito del cubano. Esperemos que este inicio sea tan esperanzador como indican los primeros impactos de su madero y la energía dinámica que mostró como leadoff hitter en Detroit.