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Doce medallas de oro en 16 participaciones, además de una de plata y dos de bronce. Esa es, en muy pocas líneas, la brillante labor de la pelota cubana a través de más de medio siglo, desde que los Juegos Panamericanos vieron la luz tardíamente en 1951, luego de la suspensión en 1942 debido a la Segunda Guerra Mundial.
La competencia de béisbol de los Panamericanos de 1951 tuvo por fecha del 27 de febrero al 6 de marzo con la participación de ocho equipos. La selección cubana fue conformada con varios de los jugadores participantes en el Campeonato Mundial de 1950, entre ellos Ángel Scull, un jardinero central de gran velocidad y desplazamiento que lideró el evento en bases robadas (4), carreras impulsadas (14) y colíder en jonrones (3).
Junto a él jugaron también Juan Izaguirre, Juan Vistuer, Argelio Brito, Derubín Jácome, Juan Ravelo, Luis Fiuzza, Leonardo Feijó, Aurelio Herrera, Gustavo Herrera, Mario Díaz, Osvaldo Orgalles, Nelson Campbell, Jorge Silva, Gilberto Delgado y Celso Oviedo, bajo la dirección de Fabio de la Torre. Todos ellos fueron capaces de ganar cinco juegos, perdieron uno con Venezuela y discutieron el oro con Estados Unidos (representado por el equipo Wake Forest University) y lo derrotaron con marcador de 8-1 ante unos 8 000 espectadores, aproximadamente, el doble de los que asistieron regularmente al torneo. Cuba fue tercera en el medallero con nueve de oro, igual cantidad de plata y diez de bronce.
Fue un feliz inicio. Pero seguido de infelices acontecimientos. En 1955 el país se encontraba bajo la dictadura de Fulgencio Batista, a la cual poco o casi nada le importaba el deporte y, por esa razón, Cuba tuvo su peor resultado de la historia, con una medalla de oro de las 150 repartidas, y estuvo ausente de la justa beisbolera, a pesar de ser el campeón de la primera. El noveno puesto en el medallero fue una prueba fehaciente del abandono.
UN TRIUNFO…Y DOS REVESES
Llegó el año 1959 con una Revolución capaz de colocar el deporte en los primeros planos y la delegación cubana a los Panamericanos de Chicago estuvo integrada por 135 hombres y ocho mujeres, más del doble de los que acudieron a la cita de México-55, un claro ejemplo de voluntad política, a pesar de las carencias económicas.
El béisbol volvió a competir, pero lamentablemente no jugó a la altura que se esperaba, teniendo en cuenta la nómina de buenos jugadores, entre ellos Pedro Chávez, Urbano González, Raúl «Cachirulo» Díaz, Orlando Albelo, Pedro Carvajal y Antonio «Ñico» Jiménez, por citar unos pocos de los cuales Chávez promedió 556 y Urbano 353. Pero no jugaron bien y solo ganaron un par de juegos frente a cuatro derrotas, una de ellas frente al campeón Venezuela, 5-6, y la otra frente a Estados Unidos, 2-3.
Cuatro años después llegó el primer triunfo de la etapa revolucionaria en el torneo beisbolero efectuado en Río de Janeiro, Brasil. Una nómina de lujo que ganó siete juegos, perdió uno frente a México, 2-5, y tuvo un pitcheo integrado por Aquino Abreu (2-0-0,50), Modesto Verdura (2-0-1,00), Manuel Alarcón (2-0-1,50) y Antonio «Chucho» Rubio (1,42). A la ofensiva Urbano fue el líder de los bateadores, 485, y líder en jits, 16; Chávez, 438, y puntero en carreras impulsadas, 13, y Miguel Cuevas, autor de tres cuadrangulares. El equipo venció dos veces a Estados Unidos, subcampeón, 13-3 y 3-1.
El torneo panamericano de béisbol de la ciudad canadiense de Winnipeg en 1967 resultó histórico si tenemos en cuenta que fue el primero y único decidido por un play off entre los ocupantes de los dos primeros puestos, Cuba llegó a discutir la final con siete triunfos y un revés a manos de Canadá 9-10, mientras Estados Unidos acumulaba dos derrotas frente a Cuba 4-3 y una paliza de 9-2 el 29 de julio. En el play off Estados Unidos se impuso en dos partidos, el primero por 8-3 y el segundo por 2-1, mientras Cuba ganó el juego intermedio por 7-5. Manuel Alarcón lanzó en los encuentros primero y tercero con un solo día de descanso. En la rotación también estaban Roberto Valdés, Jesús Torriente, Rigoberto Betancourt, Gaspar «Curro» Pérez y Alfredo Street.
Fue la segunda derrota en Panamericanos. Tendrían que pasar 40 años para ver un nuevo revés. Pero esa es otra historia para los Temas beisboleros.