Por Jorge Ebro
Lázaro Ramírez solo quiere que le den una oportunidad. A los 26 años de edad, el pelotero cubano sabe que ya no es un prospecto en el mejor sentido de la palabra y que no tiene tiempo para perder.
Día tras día, este jugador nacido en Vueltas, Villa Clara, entrena con todas sus fuerzas y ruega porque aparezca el chance que le permita mostrar sus talentos a los evaluadores de Grandes Ligas.
Pero no se arrepiente de nada –abandonó un equipo cubano en junio del 2016- y cree que lo peor quedó atrás. Confía en que más temprano que tarde alcanzará las Mayores, aunque el camino sea más largo de lo que imaginaba.
¿Cómo han sido estos primeros tiempos en Miami?
“No puedo quejarme. Estoy con mi familia, con gente que me ha ayudado, con un niño que va a cumplir un año, y entrenando para ver cómo me cuelo en el béisbol profesional’’.
¿Por qué decides salir de Cuba?
“Todo en la vida es difícil. Yo intenté buscar una mejoría para mi familia y por eso estoy luchando todos los días a ver si se me cumple el sueño para echar adelante y ayudar a mi gente’’.
¿En qué momento decides irte?
“No tenía eso bien claro. No me pasaba por la mente. Cuando joven viajé a Panamericanos, un Mundial Juvenil, pero comencé a darme cuenta de los trabajos que pasaba mi familia en Cuba. Me dije que tenía que ayudarlos. Además, quería probarme’’.
Como dijiste, nada es fácil.
“Fui a México, pero las cosas se me complicaron. Allí estuve dos años porque se me demoró mucho la residencia y otros papeles que me tuvieron más tiempo del que pensaba. Jugué un poco de pelota profesional, pero fue un tiempo precioso que perdí’’.
Finalmente te estableces en Estados Unidos.
“Primero pasé dos meses detenidos en un centro de inmigración en San Diego. Pero ya estoy aquí en Hialeah entrenando con el profesor Ricardo Sosa y he mejorado muchísimo’’.
¿Cuál es tu plan para llegar a Grandes Ligas?
“Llegar a Grandes Ligas no es fácil, pero con trabajo y esfuerzo voy a hacer mi mejor intento. Solo necesito una oportunidad para que vean lo que puedo hacer. A mi edad lo mejor sería jugar en una liga independiente, en las invernales’’.
¿Qué te llevas de su paso por Series Nacionales?
“Tuve la oportunidad de ir a una Serie del Caribe con Villa Clara, fui campeón con el equipo de mi provincia. Un béisbol que con sus limitaciones dejó una huella bonita en mí’’.
¿Cómo te describirías como pelotero?
“Me gusta mucho jugar caliente, lo que algunos dirían jugar sucio, correr fuerte, tirarme en las bases. Creo que soy buen defensor. Bateo muchas líneas. No soy tan jonronero’’.
Con todo lo que has pasado, ¿te arrepientes del paso que diste?
“No me arrepiento de nada. Si tengo la oportunidad 10 veces, aunque pase 10 meses presos, aunque me capturen en una lancha, yo volvería a intentarlo. Solo quiero una oportunidad para probarme’’.