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Por Joel García León
Cary, Carolina del Norte.— Los éxitos cerrados en el béisbol son los más recordados por muchos y así deberán tenerlo en sus mentes los integrantes de la selección cubana, tras derrotar 3-2 en el noveno inning a su similar de Estados Unidos, para sellar la decimosexta versión de estos topes amistosos, celebrado en esta ciudad desde el pasado 2 julio.
Un costoso error del jardinero izquierdo Travis Swaggerty en el tercer hit de la noche de Yosvani Alarcón permitió el avance del receptor cubano hasta la segunda almohadilla. Acto seguido, Norel González lo avanzó hasta tercera con roletazo a segunda, mientras Yordanis Samón cumplió lo que tanto se espera en ese momento: fly de sacrificio al center field, con lo cual quedaría sellada la victoria antillana.
Los primeros en marcar en la pizarra volvieron a ser los nuestros en el segundo episodio, gracias al primer triple del tope a la cuenta del propio Alarcón, quien anotó empujado por Norel, ubicado otra vez quinto en la alineación. Acto seguido, un trío consecutivos de hits de Juan Carlos Torriente, Jefferson Delgado y Yoelkis Céspedes completaron las dos carreras de ese inning.
Sin tiempo para olvidar, los norteños reaccionaron y descontaron una en la parte baja de ese propio capítulo, al pegar Grant Koch el primer indiscutible de los locales, beneficiarse Seth Beer con boleto y Jake McCarthy soltar cañonazo al izquierdo sobre el que Raúl González estuvo a punto de hacer un excelente fildeo.
Como buenos peloteros, los locales emparejaron las acciones con apenas dos batazos en la parte baja del tercero tras dos out. Bastaron para ello doblete del tercer bate, Stelle Walker, y metrallazo del propio Kotch sobre los envíos del yumurino Yoanni Yera, quien tuvo otra buena salida como abridor, con siete entradas de faena, en la que propinó cinco ponches y seis imparables permitidos.
El relevo Yasmani Hernández volvió a lucir impecable —así había estado en el tercer desafío—, y retiró a los seis bateadores que enfrentó por su orden, para apuntalar la segunda sonrisa de nuestra selección en este match, el cual concluyó hasta el próximo año con balance total de 44 victorias para Cuba y 37 para Estados Unidos, aunque desde la reanudación de este evento en el 2012, los norteños manda 16 por 14.
Moralejas del partido:
– El manejo del pitcheo estadounidense (siete lanzadores para nueve inning) hizo estragos en la tanda cubana, al punto de ser el juego con más ponches propinados de los cinco celebrados (11, cuatro de ellos a Víctor Víctos Mesa)
– Yosvani Alarcón, en función de capitán del equipo, no solo tuvo una noche casi perfecta, sino que terminó con la mayor producción de indiscutibles del equipo con 7. No obstante, su ubicación en la alineación responde más al tercer turno que al cuarto, por sus herramientas ofensivas dentro de este conjunto.
– El esfuerzo de Raúl González (salió en el tercer episodio tras resentirse una lesión con que jugó todo el tope) mereció el premio de jugador más valioso por Cuba en el tope, en tanto Dachel Duquesne resultó elegido el lanzador más sobresaliente entre los dos equipos.
– Travis Swaggerty, a pesar del error de esta noche, fue escogido por los norteños como su pelotero más valioso en estos cinco cotejos; mientras los organizadores anunciaron como MVP del tope al jardinero izquierdo Steele Walker, sin duda, un nombre para anotar y ver pronto en Grandes Ligas.
– La mayor ganancia del tope era probar jugadores, pero eso solo lo cumplieron los anfitriones, pues en nuestra escuadra nos quedamos con ganas de ver a las jóvenes promesas Dayron Durán y Yosbel Zulueta. Es cierto que la tensión por ganar se impuso en los partidos finales, pero una oportunidad debieron haber tenido.
– Los números finales, a pesar del repunte con los maderos en las jornadas conclusivas quedaron así para nuestra tropa: average 194, 15 carreras anotadas, 31 hits, seis dobles, un triple, un jonrón, slugging 263; OBP 234, ponches 33.
– En el caso del pitcheo lo hicimos mejor: 3.45 promedio de carreras limpias, los bateadores contrarios nos batearon para 251, en tanto recetamos 30 ponches con 14 pasaportes gratis en 44.1 entradas de actuación. La defensa fue el único aspecto que superamos a los universitarios estadounidenses 989 por 976.
– Termina un tope y un ciclo deportivo que merece análisis, ciencia y mucha revisión por dentro de los hilos que tejen el béisbol cubano. Repetirlo una vez más no es pura especulación o comentario periodístico, es apenas el inicio de un largo debate para regresar a nuestro deporte nacional al lugar que le corresponde en los podios de competencia y en el corazón de su pueblo.