Por Jorge A. Rodríg…
A veces creemos que, por saltar más de 18 metros o conectar un cuadrangular en el momento justo, los protagonistas de esas hazañas son inalcanzables seres extraños y muy difíciles de tratar, como si tuviesen un cromosoma de más.
Pero la respuesta que recibí de Stayler Hernández, cuando lo visité en su entrenamiento con el equipo de Industriales fue: «Déjame tomarme el refresco y enseguida estoy contigo».
Primera vez en un equipo Cuba. ¿Cómo te preparaste para este compromiso?
-Mi preparación empezó desde el año pasado cuando me separaron del equipo y fui a la reserva. Desde ese entonces me incorporé con el profesor Camejo, en el Jesús Menéndez, y con su apoyo y mi fuerza de voluntad seguí adelante.
“Después me jugué el todo en la Provincial, con Habana del Este, donde mis preparadores pusieron mucho empeño en mi entrenamiento. Ya en Industriales, el profesor Javier depositó su confianza en mí como primer madero, y ahí está el resultado”.
Tuviste un inicio de campaña excepcional, pero, faltando unos 15 juegos para concluir la primera mitad de la Serie, empezaste a experimentar un descenso en el pico de tu rendimiento, lo que provocó algunas polémicas con tu inclusión en el equipo grande; ¿cómo manejaste ese momento?
-Desde antes de comenzar este campeonato nacional, ya yo estaba en muy buena forma. Como dices, inicié la temporada con números muy buenos, pero como todo en la vida, hay momentos de descenso. A los peloteros nos pasa lo mismo, no somos ni diferentes ni máquinas.
“De todas formas ningún comentario de los que llegaron a mis oídos me afectó, siempre supe sobreponerme a eso, y tan solo me dediqué a hacer mi trabajo”.
Llegas al Cuba y, aunque lleves muchos años en el béisbol, es una nueva experiencia, con una mayor responsabilidad. Háblame un poco de tu preparación psicológica y física para ese evento.
-Chico, si tú supieras que no sentí presión en ningún momento. La palabra lo dice todo: juego. Esto es pelota y para jugarla hay que divertirse, con responsabilidad, pero sin olvidar que estás en un partido de béisbol.
“Hice lo mismo que he venido haciendo durante todas mis Series Nacionales. Mantuve mi paso, mi ritmo y la misma táctica. Eso sí, esta lid tuvo mucho rigor, donde casi todos los equipos jugaban exactos, por lo que me concentré bien en el cajón de bateo”.
Tuviste una función en el line up que no es la tuya normalmente con los azules, la de séptimo en turno, lo que te llevó a más oportunidades de impulsar carreras. ¿Qué hacías cuando tenías hombres en posición anotadora?
-Me tracé una estrategia, que en eso ha trabajado mucho conmigo el profesor Rolando Verde y Javier Méndez; en ese momento el apurado era el lanzador no el bateador.
“También traté de salir a hacer un buen contacto, no a buscar una conexión en específico. Para mí, yo tenía todo el terreno para batear, por lo que no buscaba una zona en particular”.
Cuéntame un poco de los lanzadores contrarios.
-Muy profesionales, con mucha experiencia. Cada uno hacía su trabajo, en el momento indicado. Si el receptor le pedía afuera, la pelota siempre caía de la rodilla hacia el exterior; eso en nuestra pelota los pitcher no pueden hacerlo a veces.
“Siempre lanzaban sobre lo bajo, eran pocas las oportunidades que te regalaban y, sobRre todo, tiraban muchos split finger, algo que no estamos acostumbrados a ver en el patio”.
Se te vio muy contento con tu cuadrangular, como es lógico. ¿Qué pensaste de pronto?
-Uno de los preceptos del béisbol es aprovechar el error del contrario, y eso fue lo que pasó. El serpentinero holandés lanzó la pelota equivocada, le hice un buen contacto y salió el jonrón que era muy importante en ese momento, pues estábamos perdiendo.
Aunque no ganaron, adquiriste una nueva responsabilidad, que es la de tratar de mantener este rendimiento, tanto para ayudar a los de añil, como para volver al equipo grande. ¿Cómo se está preparando Stayler para eso?
-Hace poco más de una semana regresé y ya estoy nuevamente entre-nando con los azules, para seguir manteniendo el estado físico que me llevó al Cuba. Y trabajar mucho para lograr todas las metas que me imponga
“Voy a seguir haciendo todo lo posible para mejorar mi función como primer bate, para ayudar a engranar la ofensiva como hombre proa, siempre en pos de la victoria”.