Por Boris Luis Cabrera
Al rojo vivo se ha puesto la pugna por el último boleto a la post-temporada con las dos victorias en el Latinoamericano de los leones capitalinos frente a los tigres avileños en esta semana.
La tropa del Rey Anglada se despojó de sus complejos y mordió par de veces a su “bestia negra” ante la euforia de miles de fanáticos que ya habían perdido las esperanzas de coronaciones y de remontadas históricas.
Cuando van restando nueve partidos por conjunto, ahora los “reyes de la selva” le respiran en la espalda a sus archirrivales tigres a solo una rayita de diferencia, mientras un reloj impertinente para los parciales azules le retumba cada hora en sus oídos, anunciando el final de la competencia.
Los muchachos de Roger Machado juegan con blancas en el tablero. Con la serie particular a su favor (que representa un punto extra), jugarán tres partidos como visitante ante los cachorros y otros tanto como home-club ante gallos y azucareros, mientras los azules se las tendrán que ver de visitantes ante los leñadores (mejor equipo de la serie) y como anfitriones ante gallos y cachorros.
Ambos directores están optimistas, en el béisbol cualquier cosa puede suceder:
“Creo que estaremos en los play off, todavía restan nueve partidos, pero la dirección del conjunto y los jugadores están muy optimistas con respecto a eso. Quedaremos entre los cuatro”, declaró Roger Machado a Cubadebate al finalizar el último partido.
Anglada, por su parte, no se quedó atrás:
“Claro que sí, que vamos a clasificar, nosotros nos daremos por vencido cuando se acabe el último juego. Mientras tengamos una posibilidad vamos a seguir peleando”.
Para hacer un pronóstico, pudiéramos atiborrar este espacio de estadísticas. Pudiéramos decir que los de Ciego de Ávila son los más rezagados en el bateo (275 AVE) y los más efectivos a la defensa (975 AVE) de todos los contendientes. Que a pesar de contar con un excelente trio de abridores que anda permitiendo menos de cuatro limpias por juego (Lázaro Blanco, Vladimir García y Yander Guevara), su cuerpo de relevistas eleva el promedio colectivo hasta los 4.52 PCL (quintos), o que solo promedian 281 AVE con corredores en bases (bajo para esta liga) y tienen un por ciento de efectividad empujando hombres en posición anotadora de 23.78 (1148-273)
Pudiéramos tener en cuenta que los leones de la capital tienen un picheo desastroso que lanza para 5.35 limpias por juego de nueve entradas, con un whip de 1.63, y que ha regalado 302 bases por bolas en toda la justa, siendo los últimos en cada uno de esos departamentos. Que su defensa es más que decepcionante al errar 110 ocasiones en 3151 lances (965 AVE), últimos también, y que dependen en extremo de su ofensiva al promediar para 315 AVE, tener 64 cuadrangulares computados, y exhibir un SLU de 445, segundos en estos departamentos.
Tal vez sería interesante mostrar su promedio con corredores en bases (317 AVE) o su buena efectividad remolcando cuando están en posición anotadora sus compañeros (25.46%) o hablar de la cantidad de lesionados y bajas por rendimiento que ha dado su dirección en los últimos días.
Pero créanme, cuando se trata de juegos tensos y definitorios, de partidos cruciales y de guerras a muerte, las estadísticas se hacen humo en los libros, los numeritos se desaparecen en las tablas y la sabermetría pasa a ser un grupo de ecuaciones matemáticas sin sentido y sin funciones reales.
El mensaje fue claro por parte de ambos directores:
“A los aficionados avileños que sigan apoyándonos como lo han hecho hasta ahora, vamos a ir juego a juego para obtener la clasificación, los play off son borrón y cuenta nueva”. (Roger Machado)
“Creo que he cumplido con mi misión aquí, lo primero es el paso que di, el compromiso que tuve con la provincia, traté de hacerlo lo mejor posible. El primer objetivo fue estar entre los seis y lo logramos. El otro es quedar entre los cuatro, pero si no lo logramos, por lo menos lo intenté, me iría satisfecho”. (Rey Vicente Anglada)
El presente manda, se impone la estirpe de cada cual, la capacidad de concentración, los nervios de acero, las motivaciones grupales, la valentía, la vergüenza deportiva, la garra, y los deseos reales de obtener la victoria. La respuesta la tendremos en los próximos días. Nos vemos en el estadio.