Por: Javier Gonzalez
La representación de grandesligas nacidos en la Mayor de las Antillas ha crecido considerablemente esta temporada, a tal punto, que ahora mismo suman 28 los criollos que han lucido un uniforme de MLB en los primeros 4 meses de 2019. Dicha cifra representa el tercer cúmulo más alto en la historia del béisbol antillano en el máximo nivel profesional de Estados Unidos.
El receptor Yasmani Grandal, unido a los jugadores de cuadro Jose Abreu, Yonder Alonso, Yuli Gurriel, Rangel Ravelo, Yandy Diaz, Yoan Moncada, José Iglesias, Aledmys Diaz, Yasmani Tomás y Adeiny Hechevarria. Tambien los jardineros Yasiel Puig, Jorge Soler, Guillermo Heredia, Leonys Martin y Lourdes Gurriel jr, asi como los bateadores designados Kendry Morales y Yordan Alvarez por la parte de la ofensiva.
Además de los monticulistas Aroldis Chapman, Raicel Iglesias, Roenis Elias, Yoan Lopez, Nestor Cortes, Adrian Morejon, Michel Baez, Odrisamer Despaigne, Cionel Perez y Rogelio Armenteros, ya probaron el calor de las Grandes Ligas este año.
Sin embargo, no deja de inquietar el hecho de que el récord histórico está a solamente dos peloteros más (en 1967 y 2016 la representación nativa de Cuba alcanzó los 30 exponentes) y aún restan dos meses de la temporada regular por jugar, incluyendo septiembre, donde de sobra es sabido que los rosters se expanden coincidiendo con la finalización del béisbol de ligas menores.
Por lo general, para comienzos de septiembre son promovidos varios peloteros que están en el roster de 40 jugadores, y que por su nivel de madurez o cotización dentro de la propia organización, la gerencia entiende que pueden ayudar en el equipo de Grandes Ligas, y a su vez, evitar que sus temporadas muertas sean tan extensas, toda vez que la mayoría de ellos no vuelve a jugar béisbol hasta los campos de entrenamientos primaverales del siguiente año (no en balde muchos emigran al caribe a jugar ligas invernales).
Siendo éste el caso, me vienen a la mente tres chicos que bien pudieran encajar en dichos parámetros. Los Nacionales de Washington tienen en su sucursal Fresno Grizzlies (Triple A) al jardinero cubano Yadiel Hernandez. El matancero posee ahora mismo una línea ofensiva de 313./392./555./947, con 41 extrabases (20 cuadrangulares) y 62 remolcadas en sus primeros 98 partidos.
Los Cardenales de San Luis tienen también en la categoría Triple A de la organización (Memphis RedBirds) a una pareja de jardineros nacidos en la isla, que perfectamente pudieran jugar en Grandes Ligas antes de que acabe el año.
El jardinero izquierdo Randy Arozarena ha lucido descomunal desde que fue promovido desde Springfield Cardinals (AA) el 6 de Junio. Posee unos splits ofensivos ahora mismo de miedo: 379./450./580./1030 en 45 choques disputados en la categoría inmediata inferior a Grandes Ligas.
El avileño Jose Adolis García, quien debutó en MLB el pasado año, es el único de los 3 que se encuentra en 40-man roster, algo que desde el punto de vista gerencial, le facilitaría las cosas, sin embargo su producción ofensiva ha sido inferior a la de Hernández y Arozarena.
El jardinero derecho de Memphis RedBirds recorta una línea de 238./281./474./755. Eso sí, no le faltan sus nada despreciables 23 cuadrangulares y 74 producidas en apenas 106 juegos. Sus números de poder no han sufrido merma (45 extrabases), como tampoco su desplazamiento sobre las almohadillas (11 robos).
Otros exponentes cubanos como el antesalista Andy Ibáñez (Triple A, Rangers), también conservan grandes probabilidades de sumarse al contingente.
¿Será 2019 el año en que establezcamos nueva marca en MLB?
En septiembre lo sabremos…………
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