Por: Javier Gonzalez
No son buenos tiempos los que se viven por la bahia. Los Gigantes de San Francisco acaban de quedar eliminados por tercer año consecutivo de postemporada. Eso, para una organización con tanta tradición en el deporte de las bolas y los strikes, que además, invierte como pocas en la confección de sus nóminas, no es nada halagador.
Sin embargo, en medio del crudo proceso reconstructivo que atraviesa la novena californiana, un par de jóvenes cubanoamericanos, repletos de talento, comienzan de a poco a abrirse paso en el máximo escalón del béisbol mundial.
Aparte del mencionado hecho de ser cubanoamericanos, Andrew Suárez y Aramis García tienen muchas otras cosas en común. A fin de cuentas, ambos nacieron en el sur de la Florida, ambos estudiaron y fueron compañeros en Florida Legends mientras cursaban su enseñanza secundaria (High School), ambos fueron firmados por la misma organización en la segunda ronda del Draft de regla 4 de MLB, (Aramis en 2014 y Andrew al siguiente año), ambos formaron parte del top ten de prospecto de la franquicia en 2015 (Suárez #7 y García #8), y para completar, ambos debutaron en Grandes Ligas la pasada temporada.
Suárez, quien recientemente cumplió 27 años de edad, es un lanzador zurdo que habitualmente es usado en funciones de abridor, aunque en el pasado reciente se ha tenido que mudar al bullpen por necesidades internas de la gerencia. Debutó en Grandes Ligas el 11 de abril de 2018, apenas dos años y 10 meses después de haber sido tomado en el Draft.
En su primera temporada en Grandes Ligas, Suárez permaneció todo el tiempo en la rotación de los Gigantes. Logró realizar 29 aperturas, y en 160.1 tercios de labor, tuvo récord de (7-13), efectividad de 4.49 y WHIP 1.29. Su relación de K/BB también fue muy buena (130/45).
En 2019, sin embargo, el zurdo miamense comenzó a batallar con los bateadores desde el mismo Spring Training, algo que le costó no ser incluido en el roster del Opening Day para el comienzo del torneo. Suárez trabajó para efectividad de 10.64 en sus primeras cuatro presentaciones del año (dos de ellas como abridor). No obstante, al parecer los ajustes realizados en Sacramento RiverCats (AAA), le han ayudado a dar un giro a sus resultados y en sus más recientes 11 salidas desde el bullpen, su efectividad se redujo considerablemente (2.35).
Se espera sea un abridor fijo en la rotación de la bahía para los venideros años.
Aramis, quien es cuatro meses más joven que su amigo, no ha corrido la misma suerte. El solo hecho de contar con una muralla llamado Buster Posey jugando su misma posición en el equipo, ya complica las cosas para el oriundo de Hialeah.
El receptor cubanoamericano debutó en MLB a los 4 años y dos meses de ser firmado en en Draft. Su participación en Grandes Ligas hasta ahora ha sido de manera intermitente.
Aramis es conocido por ser un receptor ofensivo, con habilidad para producir para promedio y relativo poder. En partes de 6 temporadas en ligas menores, García posee una línea ofensiva de 258./322./430./751, con 167 extrabases (incluidos 63 cuadrangulares) y 270 empujadas. Todo eso en un total de 1920 visitas al cajón de bateo.
En Grandes Ligas únicamente ha visto acción en 30 desafíos, sin embargo, como dato curioso, su OPS es exactamente igual al que posee en su amplio andar por el Farm System (751).
Quizás el punto culminante en la relación de estos compañeros de batería, se produjo el 31 de agosto del pasado año. Ese día los Gigantes enfrentaban a los Mets en Oracle Park y Suárez era el lanzador abridor por los de casa. El veterano estratega Bruce Bochy decidió colocar como receptor al joven García, quien jamás en su vida había jugado un partido en el Big Show, para que trabajara con Suárez, el mismo lanzador al cual acostumbran a recibirle en sus tiempos de High School.
El resultado no pudo ser mejor: Los Gigantes pintaron de blanco a los Mets 7-0 con una joya monticular de Andrew Suárez, quien por espacio de 7.0 entradas apenas admitió dos hits, sin regalar boletos, al tiempo que ponchaba a 5 rivales.
«Él me conoce desde siempre», dijo Suárez sobre su compañero de batería en aquel momento. “Le dije que nada había cambiado. Era el mismo plan de juego de antes «.
[wpvideo FfI2rins ]
Para Ramirez aquella jornada fue aún más significativa. Aparte del hecho de tratarse de su debut, abriendo la octava entrada conectó el primer hit de su carrera: un batazo de línea por todo el jardín izquierdo ante una recta de 93 mph en la zona pegada del relevista Robert Gsellman que terminó al otro lado de la verja.
«Fue increíble, fue un momento increíble, estoy muy agradecido en este momento», fueron las pocas palabras que la emoción dejó expresar a García luego del encuentro.
El complemento que han hecho ambos jóvenes en el terreno de béisbol ha sido increíble. Baste decir que a Suárez le ha tocado lanzar con cuatro receptores durante su corta carrera como ligamayorista. Ni con Nick Hundley (4.37), ni con Stephen Vogt (5.91), ni siquiera con el mismo Buster Posey (5.08), su efectividad es comparable a la que tiene cuando lanza con Aramis detrás del plato (3.79).
Ahora mismo ambos están en Grandes Ligas con San Francisco, sin embargo, no en el papel que quizas ellos desearan. Suárez es un relevista largo “come entradas” y Aramis un jugador de reemplazo que brinda profundidad al roster.
Com el talento que poseen, las cosas muy pronto podrían cambiar.
Sígueme en Twitter como: @JavierGH1213