Ciego de Ávila vs. Industriales, una serie play off entre elencos con números muy parecidos, pues entre ellos se anotaron la misma cantidad de carreras, 50 por bando
Autor: Sigfredo Barros Segrera
Tigres y Leones, dos equipos que pertenecen por derecho propio a la elite de la pelota cubana. El primero es el actual campeón nacional. El segundo ha ganado más títulos que todos los demás a través de su larga historia competitiva. Ninguno de los dos quiere ceder y, por tanto, el enfrentamiento del domingo, a las 2:00 p.m, en el estadio José Ramón Cepero, motiva la atención y despierta expectativas.
Ciego de Ávila fue el segundo equipo con mayor cantidad de victorias en su cuartel general, 30 en total, y le ganó la serie particular a sus rivales reñidamente, 5-4. Son elementos a favor de la tropa dirigida por Roger Machado, el único equipo que promedió de idéntica forma frente a zurdos y derechos, 292, y el de mayor cantidad de conexiones por el jardín izquierdo, 1133, y de línea, 552.
Su pitcheo clasifica como el tercero en promedio de limpias, 3,60, detrás de Pinar y Matanzas. Acumuló 11 lechadas, permitió 40 jonrones y le batearon para 273 sus rivales. La trilogía integrada por Vladimir García, Dachel Duquesne y Yennier Cano ganó 28 desafíos, este último con 12 juegos salvados y 0,91 de PCL en 69, 1 entradas.
A los Azules de Javier Méndez no les fue nada bien en la carretera, pues de 45 juegos cayeron en 22. Perdieron cinco veces ante los avileños pero, curiosamente, en los seis choques efectuados en el Cepero dividieron honores y ambos conjuntos marcaron la misma cantidad de carreras, 33.
Industriales fue el puntero en varios departamentos ofensivos, a saber: average (316), anotadas (503), jits (941), entre los más importantes; contra zurdos promedió para 295 con 12 jonrones y versus derechos 322 y 57 cuadrangulares. Sus bateadores fueron los que menos veces se poncharon, 302, y los que en mayor número de ocasiones entraron en circulación por bases por bolas, 375, lo que habla del buen tacto de sus integrantes.
Las alineaciones sufrirán cambios con respecto a las utilizadas en los partidos de la segunda fase. Roger pidió de refuerzo a uno de los bateadores más cotizados del momento, el granmense Guillermo Avilés, que le resolverá dos problemas de un golpe: el tercer turno al bate y la custodia del jardín izquierdo. Otros dos escogidos, los lanzadores Lázaro Blanco y Alberto Bicet, serán uno abridor y el santiaguero posible relevista intermedio.
Javier incorporó a sus filas a dos zurdos de tacto, Roel Santos y Yohandry Urgellés. Con ellos dos más Stayler Hernández y Alexander Malleta, los capitalinos contarán con una temible tanda de zurdos, sobre todo frente a un rival que carece de lanzadores de esa mano con suficiente efectividad.
En cuanto a Miguel Lahera le añadirá potencia a un cuerpo de abridores que solo ganó 26 juegos y promedió 4,61 frente a unstaff de relevistas que triunfó en igual cantidad de partidos y fue el mejor en PCL, 3,15, con el líder en juegos salvados a la cabeza, Héctor Ponce.
¿Pronóstico? Muy difícil. Ambos tienen suficientes armas para imponerse. La paridad entre ellos ha sido tal que, en los nueve choques efectuados, el total de carreras anotadas fue la misma para cada conjunto, 50. Lo que, casi seguro, la serie se extenderá a seis o siete juegos.